Que dice mi mamá que siempre no. Microsoft echó para atrás todos sus planes de control de DRM y conectividad permanente de su próxima consola, la Xbox One, y adoptará un modelo de negocios similar al de la PlayStation 4 y la actual generación.
En un comunicado publicado en su blog oficial, la compañía aclaró que pese a que consideraba que el futuro de los videojuegos se encontraba en una nueva plataforma digital con servicios en línea, habían hecho caso de la retroalimentación de los usuarios y las políticas de la Xbox One tendrán varios cambios importantes:
- No necesitarás estar conectado a Internet para jugar offline ni habrá un chequeo cada 24 horas de tu conexión. Después de la configuración inicial de la Xbox One podrás jugar con títulos en disco sin necesidad de volver a conectarla nunca.
- Se podrán vender, regalar y prestar los juegos de segundo mano en formato físico tal como se realiza actualmente. No habrá limitaciones para los juegos usados.
- La Xbox One será no tendrá bloqueos regionales. Podrás comprar juegos en disco de cualquier parte del mundo y usarlos en tu consola.
Claro que esto impactará algunas medidas interesantes que tenía Microsoft, sobre todo respecto a la lista de familiares con los cuales se podrían compartir juegos desde la nube con hasta diez personas. Los títulos en formato digital no podrán ser compartidos ni revendidos. Tampoco será necesaria la instalación forzada del juego, por lo que tendrás que dejar el disco en la bandeja para poder jugarlo.
Sin duda es una buena noticia para los seguidores de la Xbox One, pero llega en un momento extraño, después de que la misma compañía pasó todos los días de la E3 2013 justificando su modelo de negocios como el mejor y más apto. Eso sí, el precio se mantiene igual, en 499 dólares.
¿Le darás una oportunidad a la Xbox One con estos cambios o seguirás prefiriendo la PlayStation 4?