Wolverine Inmortal es la nueva película de 20th Century Fox basada en el famoso grupo de superhéroes Hombres X. Después de la no tan agradable X-Men Orígenes: Wolverine, Hugh Jackman y la propia productora tienen una nueva oportunidad de darle al personaje de cómics el enfoque que merece. ¿Lo lograron?
Wolverine Inmortal
Esta nueva aventura comienza con un Wolverine perdidísimo en los bosques canadienses. Luego de la muerte de Jean Grey a sus manos, ha hecho el voto de no volver a sacar sus garras y se abandona por completo a su lado animal. Para Logan la vida ya ha perdido el sentido, y su inmortalidad es más una carga que un don. Sin embargo, cuando un viejo amigo de la Segunda Guerra Mundial lo llama para “agradecerle” un favor del pasado, encontrará una nueva motivación viajando a tierras orientales.
En Japón, Wolverine conocerá a diferentes personajes entre compañeros y enemigos: su primera aliada es Yukio (Rila Fukushima), joven samurái bendecida con ciertos dotes proféticos; el veterano de guerra Ichirō Yashida (Haruhiko Yamanouchi), quien le debe su vida al mutante y ahora es dueño de una gran corporación; el déspota Shingen Yashida (Hiroyuki Sanada), quien heredaría la compañía a la muerte de su padre enfermo; Mariko Yashida (Tao Okamoto), nieta favorita de Ichirō; Kenichiro Harada (Will Yun Lee), ninja guardaespaldas del clan Yashida, y la sospechosa doctora Green (Svetlana Khodchenkova), entre otros.
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La reunión no discurre según lo planeado y tras la muerte de su amigo una violenta conspiración yakuza se pone en marcha para tratar de asesinar a Mariko, mientras que de alguna manera Wolverine ha perdido su poder de curación, por lo cual su intento por salvar a la damisela en desgracia definitivamente se pondrá más complicado.
Guardando las garras
¿Qué hay de nuevo en esta Wolverine Inmortal? Podríamos decir que, aunque completamente en continuidad y sintiéndose como una importante secuela a las demás entregas, es completamente distinta a éstas. A diferencia de los otros filmes de la serie, en que conocemos a diez o más mutantes enfrentándose en vistosas peleas, en esta película Wolverine está completamente rodeado de humanos. Y no solamente eso, sino que el propio Logan será “reducido a humano” (o casi) durante la mayor parte del tiempo. Este solo giro le da un interés especial a la historia, ya que las escenas de acción son estresantes y en verdad nos hacen -por primera vez- sentir que el protagonista está en verdadero riesgo.
Para complementar, el director James Mangold realizó un estupendo trabajo dando al largometraje un look único entre todos los de la serie. Desde los devastados campos militares de Nagasaki, los casi extraterrestres “hoteles de amor” de uno de los países más complejos del mundo hasta las mansiones antiguas habitadas por ninjas, la ambientación japonesa es muy cuidada y evocativa.
Las escenas de acción de Wolverine Inmortal son también muy cumplidoras en cuanto a creatividad y coherencia; no esperen apoteósicas batallas cargadas de efectos especiales generados por computadora, aquí casi todo es trabajo práctico: coreografía combinada con acción pura y dura al estilo más garrudo que se puedan imaginar. Para los que se quedaron esperando aún más, está anunciada una versión con clasificación para adultos (R) una vez que salga a la venta al mercado casero.
En cuanto a actuaciones, en este género no se pueden exigir interpretaciones dignas de un Oscar, pero todas cumplen dentro de lo esperado. Ninguno de los personajes de Wolverine Inmortal están dejados al azar, dentro del guion se da una breve pero sustanciosa y convincente justificación de los motivos de cada uno, que hasta da lugar a reflexiones.
Un Wolverine humano
Desde luego, quien se roba la película es Wolverine; su arco argumental está bien planeado, comenzando en un estado de depresión por la pérdida de su amada Jean, y poco a poco- a través de su viaje- reencontrándose consigo mismo para volver a la batalla. Hay que advertir que no todo es acción, este mutante definitivamente no es el mismo híper agresivo de los cómics, ni esa era la idea, sino un personaje valioso en sus propios términos a quien se le da el mejor enfoque imaginable.
Mangold también nos regala varias bellas escenas en el paisaje nipón, que llegan a tocar de forma importante los temas subyacentes de la película: La regeneración de la sociedad, el honor, la humanidad y el regalo de la vida, redondeando así su creación y ofreciendo una cinta superior al promedio que puebla el género. Y para quienes tienen curiosidad por ver qué seguirá, les recomiendo esperarse a que terminen los créditos iniciales para una escena adicional con miras a X-Men: Días del Futuro Pasado.
Wolverine Inmortal es una película recomendable para cualquiera con el mínimo conocimiento del personaje. Para los aficionados de la saga en cine no decepcionará, ya que si bien su predecesora, X-Men: Primera Generación, nos quiso regresar a lo fenomenal que era una película de superhéroes, ésta lleva las cosas a la médula, con un Logan en su estado más precario y primal, manteniendo la acción mutante al mínimo y dándole un corazón humano a la trama. En general una obra muy bien aterrizada en vez de algo fantasioso y artificial.