En enero de 1989 apareció The Sandman #1, de Neil Gaiman y en ese momento en el mundo del cómic, acostumbrado a los superhéroes en mallas y las parodias políticas, se cimbró. La revista Empire nombró a su protagonista, Dream, el sexto mejor personaje de cómics en la historia. Y no es para menos.
Fue con The Sandman que, según los críticos de este rubro, evolucionó la percepción que se tenía por parte del público en general sobre las historietas, dejando de lado etiquetas como “infantiles” para sustituirlas por “maduras”. Así también, su narrativa nos trajo un nuevo estilo, más lírico, más romántico, en el aspecto de lo bello y pulcro del lenguaje, no a situaciones amorosas per se.
Comenzando por Dream, se trata de un personaje bien estructurado, completo, obra de un experimentado escritor como Gaiman que lo mismo te sorprende en este medio que en novelas, cine o cuentos infantiles: Mitología, presencia acorde a lo que representa, diálogos cuidados, misticismo y todo el swag posible.
Dream es parte de los Siete Eternos, entidades que representan los aspectos inmortales y cruciales del universo (Dream/Sueño, Death/Muerte, Desire/Deseo, Despair/Desesperación, Destiny/Destino, Delirium/Delirio y Destruction/Destrucción), seres con poderes por encima incluso de los mismos dioses. Sueño, como lo llaman en nuestro idioma, tiene la capacidad de cambiar de aspecto dependiendo de quién sea la persona que esté observándolo, siempre adaptándose al área y la era. También es conocido como Morfeo u Oneiros, por lo que podrán darse cuenta que las referencias mitológicas en este cómic son muchas.
Al igual que otras series más maduras y oscuras del sello Vertigo como The Books of Magic, Swamp Thing y Hellblazer, con el paso de los años The Sandman no tuvo la continuidad por parte de DC que muchos de sus fans hubiésemos deseado, a pesar de haber interactuado con otros personajes del “universo central” como Green Arrow, J’onn J’onzz (Detective Marciano) y la misma Liga de la Justicia. Tuvieron que transcurrir 18 años desde la última publicación del cómic original para recibir una nueva entrega que abordara la historia central de Dream.
Fue precisamente a finales de 2013 que el primer tomo de la miniserie The Sandman: Overture salió a la luz, después de un par de años de especulación y gran expectativa. Pareciera que con esto DC busca recapitalizar y acercar a nuevas generaciones a este cómic, uno de los más respetados y premiados.
Leyendo el primer número francamente lo noto algo raro. Si bien la trama presenta un dinamismo bárbaro -temo que cambie radicalmente de un número a otro-, Neil Gaiman lo ha vuelto en extremo complicado de entender al 100 por ciento para aquellos que no conocen las bases de la historia, y hace referencias a los variados personajes retratados en su mundo onírico sin un previo recordatorio o nota de quién es quién o qué papel jugaban en la vida de Dream. Esto se acentúa al tomar en cuenta que The Sandman: Overture es en sí una precuela directa de los 75 tomos de la serie que se publicó entre 1989 y 1996. O sea, no es un cómic para nuevos lectores, a menos de que se comprometan a la imperiosa necesidad de investigar al respecto.
Y aunque Gaiman siempre ha gustado de la prosa como tal, también es notable que por momentos abusa de ella. Los diálogos saltan con tanta relevancia y llenan de tal forma los paneles que pareciera que los impecables trazos de J.H. Williams III están en la obra equivocada. La cantidad de texto luce visiblemente cargada y nos hace caer en la disputa de si estamos leyendo un cómic o un libro ilustrado.
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A su favor tenemos que la detallada narrativa del autor puede interpretarse desde diversos ángulos, es para leerse una y otra vez, para vivir la experiencia cuantas veces se crea necesario, no en sí para comprender el argumento sino para deleitarnos con un estilo que Neil Gaiman tiene bien dominado.
Si es que buscan (re)deleitarse el sentido artístico con los trazos estilizados, prosa pomposa y un personaje en extremo cuidado y memorable, les recomiendo ampliamente The Sandman: Overture, cuyo segundo número (de seis) ya está disponible, así como la edición especial del primero, con algunas entrevistas e ilustraciones inéditas.
1 comentario
A mi me parecio bueno a secas, espero que mejore muchisimo en los numeros siguiente porque tambien se me hizo demasiado texto en los cuadritos