Nintendo revive otra joya de su historia con The Legend of Zelda: A Link Between Worlds, un homenaje al juego de Super Nintendo que aun hoy es considerado como uno de los mejores capítulo de la franquicia y ahora uno de los mejores títulos que han salido para la portátil 3DS.
The Legend of Zelda: A Link Between Worlds
La premisa en The Legend of Zelda: A Link Between Worlds es muy básica; el maligno hechicero Yuga está raptando a los descendientes de los antiguos sabios (Sages) de Hyrule y Link debe lanzarse hacia diversas mazmorras y templos para obtener los medios para vencerlo.
Esta nueva entrega, además de su obvia similitud con el amado clásico de 16 bits, destaca en su jugabilidad, ya que a diez minutos de haber ver comenzado nuestra aventura podremos recorrer grandes extensiones del mapa. Esto se debe al nuevo sistema de rentas, donde en vez de obtener ítems especiales en los calabozos, ahora Link podrá rentarlos de la tienda de Ravio.
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Rentas, pinturas y mundo abierto
La nueva mecánica te da acceso a todos los objetos que te permitirán resolver los distintos acertijos o cruzar por donde tú quieras, pero si llegas a caer en batalla, todo lo que habías alquilado regresa a la tienda y se tiene que pagar (otra vez) por todo lo que quieras tomar de nuevo. Lo bueno es que hay muchas oportunidades para ganar rupias, así como elaborados acertijos que llevan a cientos de ellas. Más adelante en el juego se te da la opción de comprar y mejorar estos ítems, aunque el costo es considerablemente más alto.
Otra innovación en The Legend of Zelda: A Link Between Worlds, y quizá la más notable de todas, es la capacidad de Link de transformarse en pintura. Esta habilidad le permite a nuestro héroe “combinarse” con cualquier muro para poder pasar entre grietas, evadir enemigos, cruzar por grandes precipicios, entre otras cosas, agregando otra perspectiva a la fórmula ya conocida y una parte integral de cómo podremos ir progresando.
El diseño de calabozos es muy diverso, cada uno con sus propias y muy particulares mecánicas para poder ser superados, junto a varios momentos de ingenio que dejarán satisfechos a gamers de todos los niveles. Los jefes al final de cada castillo o mazmorra son dinámicos y agresivos, y aparte de traer el equipo adecuada para combatirlos, tendrás que ser hábil con el control y discernir bien sus patrones de ataque.
Las ventajas en 3DS
En cuanto los gráficos y el tipo de vista, todo es muy similar al clásico A Link to the Past, una vista cenital con secciones que requieren subir o bajar entre distintas alturas, un par de mundos para recorrer y explorar dando saltos de uno al otro y enemigos que pueden resistir muchos golpes con el equipo básico. Otro punto que me gustó, pese a que fue algo acostumbrado en las últimas iteraciones de la saga, es que ya que no hay personajes diciéndote cómo avanzar o aconsejándote sobre el reto en turno, a menos que quieras.
The Legend of Zelda: A Link Between Worlds también aprovecha la funcionalidad de 3D, con ciertas secciones que requieren distinguir la profundidad de plataformas y pisos a diferentes alturas, y otros efectos más curiosos, como los proyectiles detenidos con el escudo, y más que nada le dan dimensión al juego por su diseño de vista superior. La banda sonora es excelente con arreglos clásicos y varias piezas nuevas que le dan variación y personalidad a cada rincón.
Otra funcionalidad de la 3DS que se utiliza es el StreetPass. Tras activar esta función en Kakariko Village, uno puede pasar su versión de Link con el equipo que tenga a otros usuarios y hacer que se enfrenten contra un Shadow Link cargando esta información (no es necesario tener puesto el juego en la portátil).
El Hyrule de hace unos años…
Si bien The Legend of Zelda: A Link Between Worlds está muy bien diseñado, su principal carencia para muchos jugadores será la simplificada narrativa, así como depender mucho del esquema de A Link to the Past, con un mundo y progresión muy similares. El juego no es idéntico pero puede ser muy, muy familiar. También el manejo del dinero podría mejorar si es que volvemos a ver el sistema de rentas más adelante, ya que es muy fácil ganar grandes toneladas de rupias y no se siente tan mal perder todo tu equipo al morir, pues seguro podrás conseguir todo de nuevo fácilmente.
Comparado con otros capítulos de la serie, A Link Between Worlds se enfoca más en el aspecto de juego que en contar una historia, los personajes son más planos y la apuesta de la trama sólo tiene peso al final. Hay que tomar en cuenta además que el mundo es más abierto, y como se puede tener acceso a muchos de los ítems de forma inmediata, se pierde el mejor pretexto para el backtracking. Eso sí, el combate es superior a Phantom Hourglass y Spirit Tracks debido a su esquema de control más tradicional
Algunos también notarán una dificultad más accesible. Los calabozos son menos complejos que los Zelda de consola, pero varios son inventivos, principalmente en el uso de la mecánica de volverse pintura. Mi recomendación para los veteranos sería esperar a desbloquear el Hero Mode antes de buscar todo, ya que los objetos no cambian de lugar y el reto es significativamente mayor.
En corto, The Legend of Zelda: A Link Between Worlds es un retorno triunfal al esquema básico que hizo a esta franquicia única: exploración e invención. Puede resultar breve para los veteranos de la franquicia, pero aquí hay varias ideas frescas que le dan una sensación distinta, sin contar la atractiva dificultad de modo héroe. Un juego bastante recomendable que toma lo mejor de sus elementos clásicos, aunque irónicamente lo retienen de ser una obra magistral.