El año 2013 va a ser recordando en la historia de los videojuegos por ser mucho más que glorioso, y no es mi intención menospreciar o desprestigiar a otras épocas en donde hayan salido consolas y videojuegos de carácter histórico, es sólo que después de ver todo lo que aconteció tanto en hardware como en software, es difícil llamarle de otra manera.
2013 presumirá entre sus vitrinas otro regreso más de Zelda, la resurrección de Killer Instinct, los tristes decesos de Tom Clancy e Hiroshi Yamauchi, la salida de la Xbox One, Nintendo 2DS y la PlayStation 4, entre otros muchos otros eventos de la industria; podría pasar la noche entera escribiendo desde mi cuarto de hotel recapitulando en que se nos fueron estos once meses, pero hoy vengo a tratar de un suceso que marcaría la historia de los videojuegos. Estoy plenamente seguro que muchos lectores estarán de acuerdo conmigo y otros tantos no: El 2013 vio nacer a The Last Of Us.
The Last of Us, rompiendo a la nueva generación
Naughty Dog había reinventado el hilo negro con Uncharted, una increíble saga donde Nathan Drake explora junto con nosotros cientos de lugares, historias y además encontraría tesoros de todo tipo; el mayor de ellos fue nuestra fidelidad hacia él. Pero con todo y Drake, ellos querían más que eso, y decidieron crear The Last Of Us.
No voy a mentir: yo también fui de los renuentes a creer que algo fuera tan perfecto como lo estaban describiendo, y más al ver que era de zombis… En un mundo ya plagado de zombis, con zombis en la tele, zombis en cada renglón y zombis en las películas. Sí, creí que habían llegado tarde para vendernos un juego poco original donde lo más probable era que el tipo de la portada tuviera que proteger a su hija de que se la comieran.
Me equivoqué en todo, hasta en la parte donde ella es su hija. No se trata de no juzgar a un juego por su portada, lo juzgué por su despliegue mercadológico, por creer que sería una forma de ganar dinero por el tema de moda, por tener a Santaolalla en la música, e incluso por encontrar cierto parentesco del protagonista con su mina de oro, el mencionado Nathan Drake.
Lo reconozco y lo repito, me equivoqué en cada parte que por momentos no toleré por como lo inflaron. Resultó que cada crítico, cada gamer que lo había jugado, cada blog y cada tienda de videojuegos confirmaba lo que me temía: Estaba ignorando una joya. Las ventas hablaron pero fueron de inmediato calladas por los halagos alrededor del mundo. No me seguiría equivocando y entonces lo probé por mi mismo. ¿Qué más me quedaba?
Lo Jugué.
The Last Of Us es un juego exclusivo de PlayStation 3, y salió cuando ya era inminente la llegada de la nueva generación de consolas, más nunca anunciaron una versión para el PlayStation 4. El título está ambientado en un futuro a no tan largo plazo donde un hongo (el Cordyceps unilateralis) con mutaciones extrañas se esparce por los Estados Unidos creciendo en el cuerpo de las personas para infectarlas y nunca más curarse.
El hongo en cuestión crece en el cerebro del huésped y va modificando el comportamiento y el físico del mismo, siendo la primera etapa la de los Corredores y Acechadores, la segunda de los Chasqueadores, mejor conocidos como Clickers, y la última representada por los Hinchados quienes terminan siendo cadáveres inservibles pero que infectan por su continua expulsión de esporas al ambiente.
The Last of Us inicia con una serie de sucesos que por respeto al gamer no contaré, pero que desemboca en el verdadero inicio de nuestro camino con Joel, un hombre al que las circunstancias lo han convertido en alguien muy duro, muy frío pero sobre todo, un sobreviviente, tanto de la situación, como de sus propios sentimientos.
Es prácticamente imposible establecer una relación de inicio con él, pues a pesar de que entendemos su comportamiento, es este mismo el que nos crea una dualidad que poco a poco se desvanece, y con “poco a poco” me refiero a saltos paulatinos pero muy firmes; no existen matices intermedios. El diseño del personaje de Joel no era tan diferente en su inicio a como lo vemos en el producto final: sus rasgos de cansancio y desesperanza eran muy marcados. Joel es eso, un sobreviviente, que no sabe porqué lo hace.
Sentir desapego por Ellie es fácil, más cuando apenas la conocemos y sentimos que efectivamente es un estorbo y una mala razón para emprender la misión por la cual yo también me desanimé al principio. Simplemente no encajaban juntos, ni sentía que las cosas estuvieran en su lugar; algo faltaba y gracias a que continué jugando es que supe que en realidad todo era como un rompecabezas: Al principio la piezas están revueltas y conforme las acomodemos entonces la imagen será más clara.
Es inevitable acabar el juego, y sí, un 90 por ciento por lo bueno que es, y un 95 por ciento por querer saber en qué acabaría todo. 185 por ciento es poco para definir a The Last of Us. Y el final de la historia lo hace aún mejor por la controversia y sentimientos encontrados que abandona en todos los que acabamos, dejando en cada uno la decisión de juzgarlo como malo o bueno. The Last of Us es una de las más grandes historias que he podido jugar y que hasta la fecha me sigue erizando la piel.
Left Behind
The Last Of Us se estrenó en junio del año en curso, con menos de seis meses para que la PlayStation 4 saliera a la venta, y siendo que Naughty Dog se ha convertido en uno de los consentidos de Sony, es de imaginarse que ya sabían del lanzamiento de la consola de nueva generación o del desarrollo de la misma. Siendo esto o no cierto, los desarrolladores decidieron hacer un juego para PS3 que hiciera del género survival horror algo más comercial, llevado de la mano con una narrativa impecable y un guion fuera de lo común en esta industria.
Sin duda el equipo pensó en cada detalle para no hacer un videojuego que abusara de todos los recursos y estuviera en perfecto equilibrio, y además no decepcionara a quienes disfrutan de explorar o aventurarse en entornos abiertos que por más que contenga limitantes, nos hace pensar que podemos recorrer de pies a cabeza.
Pero la aventura no terminó ahí. El 21 de noviembre, en la fiesta previa a la venta del primer sistema PS4 en el mundo, Sony y Naughty Dog anunciaron el primer contenido descargable de The Last of Us, un capítulo con la historia antes de que Ellie conociera a Joel, con el propósito de hacernos entender cómo es que ella se mete en el lío que la lleva a acudir a él.
Para quienes pretendan jugar el nuevo capítulo (y aquellos que hayan acabado The Last of Us seguro lo harán) podría ser un buen material complementario el cómic de American Dreams, un cómic de cuatro tomos que deja la mesa puesta para Left Behind.
La precuela de The Last of Us habla de la relación que Ellie tiene con Riley, a quien conoce en el cómic gracias a una pelea con un grupo de bullies, los cuales intentan quitarle sus pertenencias. Riley aparece de la nada y la rescata. Por el carácter desconfiado de Ellie, no expresa ningún agradecimiento y prefiere mantenerse al margen de ella.
Pero por un walkman viejo, Ellie se la vuelve a encontrar y pronto se convertirían en amigas por las experiencias cercanas a la muerte que les toca vivir. Pronto encontrarían al líder de las Luciérnagas para explicar una parte importante de la historia que todos ya conocemos: este grupo observará y cuidará a Ellie todo el tiempo que sea necesario. La respuesta al “por qué” la encontrarán en el juego.Teniendo este respaldo, es más fácil entender lo que nos aguarda para el 2014.
Si hay más, queremos jugarlo.
Se ha hecho una moda mundial la de crear precuelas para explicar lo que ya sabemos y así tener una visión más exacta de como fueron los eventos previos a historias que tanto nos encantaron. Siempre me pregunté cuál era la razón para grabarla después, y aunque se alegue que responde a lo interesante que es, entonces vuelvo a cuestionar: ¿Por qué no se hizo antes? A veces no es nada atractivo ver el “antes” cuando el “después” es suficientemente impactante, pero esta vez, Left Behind es una de esas pocas precuelas que sí merece ser contada. Razones podrían ser muchas pero encuentro dos más fuertes que las demás: nunca nos enteramos cómo es que Ellie llega a su situación, y la segunda es porque nos quedamos con ganas de más.
El final de The Last of Us es amargo. Así de sencillo. No hay forma de no sentir extrañeza e incluso por momentos, experimentar decepción. Esto hace para mí que el juego sea más glorioso, pero no quise quedarme ahí, pues haber leído los cómics me dio una visión más amplia de esos sentimientos que Joel y Ellie tienen durante el desarrollo del juego. Con sólo cuatro tomos pude entender aún más el guion, pero invariablemente mis ganas me abrieron la oportunidad a conocer todavía más. Ésta es una historia que motiva a incrementar el conocimiento en gran parte por lo bueno y por lo mismo que es confusa en ocasiones.
Left Behind no será otro capítulo más que descargar y terminar, es a mi parecer un complemento más que necesario; entender las complicaciones que Ellie arrastra, hace más digestible el contexto con el que el juego original inicia, se desarrolla y termina. Es quizá innecesario continuar de donde se quedaron los personajes, pues casi sería lo obvio: seguir sobreviviendo y matando infectados. O tal vez agregar algún grupo rezagado de Luciérnagas que quieran “proteger” nuevamente a Ellie. No lo sé, pero por lo pronto no veo una continuación y sí estoy esperando ansiosamente a que nos revelen esa parte intermedia de la cual sabemos su idea principal, y viendo el juego, sé que será un deleite, por no decir “estrés”.
En el 2014 Naughty Dog nos trae una razón más para no deshacernos de nuestro PlayStation 3, para continuar jugando un título que cambió la manera en cómo se platica una historia, se juega y se racionaliza. The Last Of Us: Left Behind, podría ser la cereza en el pastel del sin duda alguna, el mejor survival horror de los últimos años y me atrevo a decir, un videojuego que pronto tendrá el mote de clásico por ser quizá, el mejor de 2013.