Con poco ruido llegó a algunas selectas salas de cine de México y todo el mundo Ruby, a Chica de mis Sueños, un largometraje donde se tocan ideas como la pareja perfecta, el control de comportamiento, la inseguridad y la fragilidad del ego masculino, todo envuelto en un curioso paquete de una simple comedia romántica con moñito de drama de la mano de los directores Jonathan Dayton y Valerie Faris, los mismos de Pequeña Miss Sunshine.
Ruby, la Chica de mis Sueños
Muy bien esta es otra de esas ocasiones en las que la gente suele decir “es bonito” y yo suelo contestar, “¿vimos la misma película? porque a mí se me hace de lo más enfermo”, más no por ello esta cinta deja de ser una cinta entretenida a su propio modo. Vamos a darle fondo al comentario dando una breve sinopsis de Ruby, la Chica de mis Sueños.
Calvin (Paul Dano) es un escritor que con su primer novela alcanzó altos niveles de reconocimiento, sin embargo, en estos momentos de su existencia tiene un bloqueo mental y no es capaz de escribir nada, por lo que decide asistir con un terapeuta, quien le recomienda que por el momento escriba algo personal, algo para él mismo. Calvin entonces termina conceptualizando a Ruby, quien es esencialmente la chica de sus sueños y no es otra cosa que una combinación de su ex novia y él… pero cuando un par de semanas después se encuentra con que la chica que creó en texto se encuentra sentada en su sala, se asegura una película hilarante.
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Paul Dano realiza de nuevo el papel del hombre extraño, socialmente discapacitado y con el corazón roto, probablemente este último rubro sea nuevo, pero digamos que es como su taza de té y son el tipo de roles que generalmente interpreta. De cualquier forma, Calvin está muy bien escrito y el señor Dano realiza un estupendo papel, dándole casi siempre un toque de comedia situacional al asunto, un toque sutil pero atinadísimo que logra empatía con el espectador a pesar del grado de incredulidad del personaje.
Ruby Tiffany Sparks, la chica traída de las palabras a la vida se puede describir básicamente como el modelo de chica indie proporcionado por Zooey Deschanel en un cascarón un poco más plausible, sin dar a entender que Zoe Kazan, la actriz que le da vida, no es una chica atractiva, pero logra dar esa sensación de que su personalidad es muy similar a la de Ruby, lo cual no sería raro, pues la misma Zoe Kazan escribió el guion de Ruby, la Chica de mis Sueños y uno puede suponer que está fuertemente basado en ella o en alguien que conoce.
Harry, el hermano de Calvin (Chriss Messina), es con facilidad el personaje más creíble en Ruby, la Chica de mis Sueños y, para mi gusto, el mejor actuado. Harry es de hecho quien por momentos mueve los hilos de la trama de una manera muy discreta, ya que se vuelve en el confidente de Paul y la única persona que conoce la verdadera naturaleza de Ruby Sparks.
Ruby, la Chica de mis Sueños, como buen indie flick digno de mencionarse, tiene un excelente guion, con diálogos increíblemente fluidos que permiten obviar la imposibilidad central de su premisa, la chica saliendo de las páginas de un cuento para materializarse en la vida de su autor. Curiosamente el guion nunca gira sólo en torno de la peculiar pareja, sino que le da la oportunidad de ser personajes centrales al resto del elenco, que como Harry, son quienes en realidad mueven la película.
Absolutamente lo mejor de la película es esa lectura que hace Zoe Kazan sobre la fluctuación de poder en las relaciones humanas y responde la pregunta de qué pasaría si se tuviera completo control sobre el otro de una manera muy agradable. Aunque Ruby, la Chica de mis Sueños mantiene varios momentos de divertida comedia y personajes hasta cierto punto entrañables, la premisa nunca sostiene suficiente credibilidad… pero al final de cuentas puede ser mi perversidad flotando.