El cómic Captain America: Steve Rogers #2 llegó a las tiendas y con él las esperadas explicaciones de por qué el superhéroe del escudo de vibranium habría sido todo este tiempo –sin darnos cuenta- un agende de Hydra.
El culpable de esta “traición” no podría ser otro que el máximo antagonista del Capitán América, Red Skull, quien mediante el uso del Cubo Cósmico moldeó de cierta forma los recuerdos de Steve Rogers para que este fuera desde siempre fiel a la organización que dirige el villano.
Captain America: Steve Rogers #2 es un largo flashback que narra cómo Red Skull logra acercarse a la forma consciente del Cubo Cósmico, una pequeña niña llamada Kobik, que queda separada en dos mitades, una en los laboratorios de SHIELD y otra en el cuartel de Hydra.
Desde Avengers Standoff, donde SHIELD crea la prisión Pleasant Hill para villanos y regresa un rejuvenecido Capitán América tras el asalto de un grupo de villanos dirigidos por Zemo, pudimos ver cómo el veterano Steve Rogers conoce a la pequeña Kobik, quien tiene increíbles poderes y confirma la teoría de que todos los cubos cósmicos están destinados a ser seres conscientes.
Red Skull se da cuenta de que esta niña puede modificar la realidad, al grado de imponerle nuevos recuerdos reales a cualquier persona. Mediante grandes historias de la organización terrorista y su líder, Red Skull hace creer a Kobik que “ser una mejor persona” es ser parte de Hydra y urdiendo un truculento plan que involucra poner al borde de la muerte a un anciano Steve Rogers contra Crossbones en el asalto a Pleasant Hill, logra que la niña se apiade de él y lo convierta en la mejor versión posible del Capitán América: joven y habiendo jurado lealtad a Hydra.
El motivo detrás de la lealtad de Steve Rogers a la organización terrorista ha sido recibida por el público con comentarios encontrados. Comentarios en redes sociales y foros agradecen de cierta forma no tener que esperar meses para saber por qué el Capitán América ahora es parte de Hydra, pero sienten que la explicación contradice en buena parte lo que su argumentista, Nick Spencer, había asegurado, respecto a que no era un clon un lavado de cerebro.
Ciertamente no es un lavado de cerebro, pero la explicación de que Kobik alteró la realidad de manera muy local, cambiando los recuerdos de Steve Rogers, es un recurso narrativo muy similar que nos lleva a que la salida más probable del embrollo infiere que la niña se dé cuente de lo que en realidad es Hydra y deshaga sin más éste y otros cambios introducidos a la continuidad.
Además del guion por Nick Spencer, Captain America: Steve Rogers #2 cuenta con ilustraciones de Jesús Saiz. El cómic ya puede ser adquirido tanto en formato físico como en plataformas de distribución digital.