Directamente de la escuela de gameplay simplificado estilo Ico llega Rain, un juego descargable exclusivo para PlayStation 3 donde la lluvia y el agua son parte crucial de la aventura de un niño por buscar sobrevivir en un mundo donde nadie lo ve, hasta que conoce a alguien igual que él.
Rain
Todavía recuerdo la primera vez que vi aquél magnífico trailer con Clair de Lune, de Claude Debussy, presentando los visuales: solitarias calles de estilo europeo llenas únicamente de melancolía y una interminable lluvia cuyo sonido acompaña armoniosamente a la música. Después, una silueta. Un niño, su figura sólo se vuelve visible mientras camina bajo la lluvia. De repente, extrañas criaturas de las que debes escapar y la imagen de una niña, con el mismo problema que tú.
Al igual que en ese vistazo previo al juego, desde los primeros minutos de Rain con su agradable escena de créditos inicial, sabes que estás a punto de experimentar un videojuego emocional como pocos.
La historia trata acerca de un niño que un día simplemente se vuelve invisible, sin explicación aparente, y la única manera en que puede mostrar su silueta es al ser bañado por la lluvia. Pero el niño no está solo, pues el diluvio descubre también la figura de un terrible monstruo que persigue a la única otra persona que se encuentra en las calles de la ciudad. Tu misión es encontrar a esta niña, y conocer el porqué de su situación y de la aparición de estos engendros.
Los primeros capítulos de Rain los pasas esquivando monstruos y corriendo por tu vida, al mismo tiempo que intentas alcanzar a la niña. Una vez que la encuentras, tu misión es que ambos sobrevivan y lleguen a un lugar seguro, mientras formas un poderoso lazo emocional con un personaje que prácticamente no conoces y con quién has hablado escasamente, pero que al mismo tiempo te encuentras unido por extrañas circunstancias.
Salido de la misma escuela de gameplay minimalista de Fumito Ueda (Ico, Shadow of the Colossus), Rain es un juego mitad survival horror, mitad stealth, con mecánicas muy simples. Con el protagonista puedes correr y brincar en un mundo en tres dimensiones en donde ocasionalmente encontrarás objetos con los que puedes interactuar. Con estas simples herramientas debes mantenerte a salvo de las criaturas que merodean y te persiguen por las calles. Debes prestar atención en los escenarios en que te encuentras, y evaluar si es más conveniente correr, escalar alguna estructura para alejarte del piso o, por ejemplo, empujar esa caja que se encuentra a la vuelta para cerrar el paso a los monstruos.
Aunque puede parecer algo muy simple, Rain continuamente te presenta diferentes escenarios a resolver, por lo que rara vez te encontrarás realizando las mismas acciones para avanzar de un área a otra. En especial cuando encuentras a la niña y desde ese momento debes estar al pendiente de ambos personajes.
En cuanto a la presentación del juego, ésta es impecable. Los gráficos por si mismos no son nada espectacular, pues muchas veces encontrarás modelos que jurarías estarían adecuados para un juego de PlayStation 2. Sin embargo, es en la excelente dirección de arte que CAMP ha decidido darle al juego en donde Rain brilla.
Con una paleta de colores algo apagada y un estilo de texturas que se aleja lo suficiente de los gráficos fotorealistas que encuentras en la mayoría de juegos contemporáneos, las calles de la ciudad reflejan ese sentimiento de soledad y desesperación del universo en que te encuentras, resaltando cada ventana, cada maceta, cada pared, y cada uno de los objetos que conforman los obstáculos que debes superar. Además, los ángulos de cámara estáticos de cada toma traen a la memoria aquellos paisajes prerrendereados que encontrábamos en los primeros títulos de PSOne como Final Fantasy VII o Resident Evil.
Otro aspecto que resalta de Rain son los efectos de sonido. Mientras estás jugando, a veces podrías jurar que está lloviendo afuera de tu casa o en la ventana de al lado, pues a cada cambio de intensidad y/o ambiente le corresponde un sonido adecuado, y sucede lo mismo con cualquier otra interacción con el agua. Pisar un charco de agua en un juego jamás me pareció tan significante.
En cuanto a composición musical, no puede ser mejor. Desde el tono ambiental que asienta la música clásica en la introducción, las composiciones tienen un estilo completamente europeo, y van desde las más bellas melodías hasta las más obscuras y tensas, pero siempre acompañando a la perfección cada fragmento de historia que se va revelando mientras avanzas. Quizás mi única queja es con el tema principal, que usa de fondo la misma composición clásica y le aumenta una voz femenina. No sé si es mi afición por la obra de Debussy, pero creo que no va ni en tono ni en ritmo.
Aún con todas estas cualidades, no puedo evitar sentirme un poco decepcionado de Rain. Quizás se deba a que no es un juego largo. La primera vez que lo jugué pude conocer toda la historia y llegar al final alrededor de seis horas de juego, y aunque pueden intentar la “segunda vuelta” para conocer los antecedentes de los sucesos, no aumenta mucho el valor de juego. O quizás también se debe a que Rain es algo sencillo, y pocas veces encontrarás algún obstáculo o acertijo en el que no sepas qué hacer o en que los controles no respondan como deseas.
Al final de todo disfruté bastante el juego, y siento que Rain puede ser mejor comparado con experiencias breves pero emotivas y significativas como The Unfinished Swan y Journey. Si se identifican con estos títulos, no pueden dejar pasar la oportunidad de adquirir Rain, sobre todo en esta semana que está en oferta en la PlayStation Network. No es un juego perfecto por los detalles que ya mencioné, pero es uno que estoy seguro nunca se me va a olvidar, y me mantiene a la expectativa de lo siguiente que vaya a sacar CAMP.