Tras el trágico accidente automovilístico que les arrebató la vida a Paul Walker y a su amigo Roger Rodas el pasado 30 de noviembre, Universal Pictures decidió frenar hasta el momento la producción de Rápido y Furioso 7, entrega dirigida por James Wan, quien a través de su cuenta de Twitter expresó: “Estoy con el corazón roto. No puedo procesar nada”.
Días previos al accidente y a punto de terminar de filmarse, el rodaje de la película se había detenido por la celebración de Día de Acción de Gracias; fue durante esos días cuando Walker participó el sábado en un acto en beneficio de las víctimas por el tifón en Filipinas. Una vez concluido, el actor de 40 años de edad tenía previsto, junto al resto del elenco, regresar a Atlanta ayer 1 de diciembre para reanudar las grabaciones de Rápido y Furioso 7.
De acuerdo con The Hollywood Reporter, ayer por la mañana los responsables del estudio y James Wan habrían conversado sobre el futuro de la séptima entrega de la franquicia, en la cual discutieron sobre cuándo sería prudente retomar el rodaje, sobre la posibilidad de reescribir el guion y cómo llevar con respeto y de forma coherente la terrible muerte de Walker, noticia que tiene al elenco reacio para continuar con las grabaciones.
Prevista para estrenarse a principios de julio del próximo año, las grabaciones del largometraje ya estaban en un nivel avanzado, pues sólo restaba filmar las últimas secuencias del filme en Abu Dhabi este enero, donde participarían Paul Walker y el resto del equipo. Recordemos que el rodaje de Rápido y Furioso 7 fue programado con un calendario bastante ajustado para que la película estrenara justo un año después de la sexta, razón para que el original director, Justin Lin, abandonara el proyecto para ser sustituido por James Wan.
Trágico accidente
En el pasado mes de abril, Roger Rodas, amigo, piloto, empresario, filántropo y asesor financiero de Paul Walker se estrelló contra una pared en una sesión de práctica de la Pirelli World Challenge. Para que pudiera regresar a la carrera, Walker le prestó a Rodas su Ford Mustang Boss 302S para así conseguir el segundo lugar de la Copa del Conductor Pirelli.
Sólo bastaron ocho meses después para que Roger Rodas volviera a tener un accidente donde teniendo por acompañante a Paul Walker, se impactara contra un árbol en las afueras de Los Ángeles y ambos perdieran la vida al instante, según indican los reportes de la Policía.
Tras la explosión del Porsche GT, después del choque, los cuerpos de los amigos fueron catalogados como “no identificables”, por lo que los forenses requirieron la revisión de sus placas dentales para poder realizar la identificación oficial de los cuerpos.