La palabra “manga“, haciendo referencia al género de cómics japoneses, no era una palabra en forma por la Real Academia Española (RAE) hasta hace cosa de horas, en que la Academia incluyó la palabra en su más reciente actualización del diccionario, junto a otras como acojonante, billonario, culamen y clitoriano.
Sin embargo, la inclusión de la definición de manga parece no ser la noticia de beneplácito que muchos esperaban, sino un motivo de controversia, polémica y hasta indignación de los aficionados al género, que la consideran falsa y falta de respeto.
La nueva definición de manga dice que es “género de cómic de origen japonés, de dibujos sencillos, en el que predominan los argumentos eróticos, violentos y fantásticos.”
Al grueso de fanáticos hispanoparlantes la definición le parece una mentira, y en cierto modo luce casi como una traducción literal de lo que define Oxford (algo así como la contraparte anglosajona de la RAE): “A Japanese genre of cartoons and comic books, having a science-fiction or fantasy theme and sometimes including violent or sexually explicit material“.
Lo que es una realidad es que la definición de la Academia dice claramente “predomina”, de lo que se infiere que no son los únicos argumentos en el manga los eróticos, violentos y fantásticos, pero sí una clara mayoría. ¿No es cierto eso? Desde mi punto de vista, no tiene que ser precisamente ni bueno ni malo, los mangas más famosos cumplen casi siempre alguna de estas premisas y es algo que incluso autores japoneses han resaltado en el pasado.
Sobre la parte de dibujos sencillos, y aunque efectivamente no es la generalidad, los mangas, por su propia concepción casi siempre de historias capitulares semanales y terminadas prácticamente al filo de la edición, no tienen un espacio de tiempo de producción similar a los cómics europeos y americanos, que se refleja (aunque no siempre) en una presentación más elaborada. Quizá “dibujos en blanco y negro” hubiera sido una definición más al gusto de los fanáticos.
Por cierto, la palabra anime sigue estando fuera del diccionario de la RAE.