¿Un pájaro? ¿Un avión? No, es otra película de adolescentes con súper poderes en Poder sin Límites, un filme que retoma el tema de los superhéroes (o similares), combinando la acción en que directamente desemboca el tener un kilo de habilidades cósmicas, con un manejo de cámaras estilo documental y un drama problemas de adolescentes.
Poder sin Límites
Tras ver el tráiler de Poder sin Límites quizá lo primero que viene a la mente es que el producto final sería una especie de híbrido entre Soy el Número 4 y Proyecto de la Bruja de Blair… y no está muy lejos de la realidad de esta película dirigida por Josh Trank. Sin embargo, no hay que clasificar tan crudamente y por adelantado a este filme, ya que aún encierra algunas sorpresas.
En lo personal, todo lo que huela a una cinematografía tipo documental me parece ya entre cansado, nefasto y falto de imaginación. Películas como Actividad Paranormal terminan siendo experiencias aburridas, con más ganas de salirme de la sala que de ver a qué hora viene la parte de miedo; pero, a pesar de ello me llamaba la atención la propuesta de aplicarla a una historia más cercana a lo que leo en cómics que a lo que veo normalmente en cines, en este caso narrando los sucesos desde la perspectiva de uno de los protagonistas (Andrew Detmer) que tiene por costumbre siempre cargar con una cámara y filmar su día a día.
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Chronicle
El argumento de Poder sin Límites puede pecar de simple. Tres preparatorianos, Andrew Detmer (Dane Dehaan), Steve Montgomery (Michael B. Jordan) y Matt Garetty (Alex Russel) son agraciados con el don de los súper poderes después de examinar una extraña cueva. Al salir de la misma se dan cuenta de que pueden mover objetos con la mente y realizar algunas proezas similares a la telequinesis. La trama no vuelve a hacer referencia alguna a este suceso y nunca intenta ahondar en el origen de los poderes, sino en el uso que los protagonistas les dan a los mismos.
La historia simple, en este caso, pasa a ser una fortaleza de Poder sin Límites. En lugar de enfocar la narrativa hacia extraños orígenes con raíces alienígenas, anillos de poder o descendencia de los dioses, la película se centra en que no importando la naturaleza de tus habilidades, las tienes y te pone de platillo la clásica pero interesante pregunta: ¿qué harías tú con ellas?
El aprender a controlar sus nuevos poderes se convierte en el motor de buena parte de Poder sin Límites. Nuestros protagonistas los descubren y empiezan a entrenarlos, pues tienen la idea de que son una especie de músculo: mientras más los ejercitas, más fuertes son. Mover objetos pesados, resistencia física a heridas, doblar metales e incluso volar empieza a ser posible para los tres protagonistas.
Para evitar problemas, Andrew, Gary y Steve deciden poner reglas para sus nuevas habilidades: nada de apariciones en público, no aplicarlas contra otro ser vivo y, la más importante de todas, nunca usarlas en un momento de ira o enojo. Esto también lleva a estrechar sus relaciones a pesar de sus personalidades tan opuestas: un retraído, el tipo rudo y el chico popular. Sus poderes también construyen un nuevo lazo de amistad, se vuelven unos confidentes de los otros, se apoyan para aprender a manejar sus poderes y pasan juntos lo que ellos mismos califican como “los mejores días de sus vidas”.
Alerta, final abrupto a la vista
Desgraciadamente, para la segunda mitad de la película su director, Josh Trank, se salió por la puerta más sencilla y en lugar de seguir experimentando con el día a día de unos adolescentes con poderes, decide que, como en la mayoría de cómics y películas del género, es necesario un antagonista, un villano que conmemore una épica y cruenta batalla final que ponga a prueba lo aprendido en los momentos de ocio de estos chavos. Desde el tráiler se puede anticipar el giro de la película y Poder sin Límites pierde casi toda la capacidad de sorprendernos en los momentos en los que más debería hacerlo.
A esto le sumas que el uso de tomas al estilo documental son más una manera de disfrazar su limitado presupuesto (15 millones de dólares) que un recurso narrativo válido. Es cierto que en algunos momentos el estilo documental que maneja ayuda a conocer el lado íntimo de los personajes, pero en otras parece que la acción queda más afuera que adentro de la pantalla. No está tan mal ejecutado el recurso como en otras películas, pero a veces es ridículo que con tal de mantener las tomas de documental “usen” hasta las cámaras de vigilancia y de testigos.
A pesar de ello, los encargados de efectos visuales armaron una batalla final de proporciones colosales, con autos, helicópteros, postes de luz, edificios y personas volando por los aires, demostrando que poco presupuesto no significa por fuerza sacrificar la calidad de producción (¿me lees, Última Noche de la Humanidad?)
Acompañado de estos efectos visuales bien logrados viene un sonido a la altura. Ciertamente la mayor parte de este festín audiovisual es hacia el final de Poder sin Límites y tampoco es algo que no se haya visto antes, pero funciona bien y ayuda a maquillar la predecible conclusión.
Por otra parte, las actuaciones son entre regulares y buenas. Cada uno de los protagonistas cumple con la tarea básica de representar personalidades muy disímbolas que se conectan en el mejor momento de sus vidas, pero fuera ello, muchas veces te parecerá que los personajes rayan en los estereotipos de la comedia colegial norteamericana; aún así el director de Poder sin Límites se las ingenió para que los tres irradiaran cierta magia, sobre todo en el proceso de aprender a manejar sus poderes.
Desgraciadamente, a la hora de ponerse serios es difícil tener la mínima empatía con alguno de los dos bandos, no sé si por lo forzado del final, porque las actuaciones se caen junto con la historia o porque poco te importa qué vaya a pasar mientras sigan haciendo pedazos la ciudad.
Sí, a fin de cuentas, y a pesar de una premisa relativamente original (al menos en el cine), Poder sin Límites no llega a cerrar con la misma fuerza con la que inicia. De cierta manera la batalla final compensa la caída de la historia con un cierre visualmente atractivo, pero narrativamente abrupto y poco satisfactorio… a pesar del buen rato que se pasa uno viéndola queda la sensación de que faltó algo más y de que en algún momento de la película tomaron el camino equivocado. Recomendable para los amantes del cine de acción y súper poderes. No exigirás tu dinero de regreso, pero difícilmente te darán ganas de volver a verla.
3 comentarios
siempre lo digo, pero no importa otra vez esta buena tu reseña, Poder sin Límites no da mucho como para ahondar en la historia, pero coincido contigo no es la gran obra maestra, pero no es mala.
Al menos a mi me entretuvo bastante, aunque en algún punto de la historia ya odiaba a Andrew, cuando empezó la película me estaba cayendo bien y sentía feo al ver los problemas de su familia y etc, pero conforme fue avanzando la trama llegó a caerme realmente mal.
La mejor parte es cuando aprenden a usar sus poderes, lo demas si esta medio aburrido
¿Cuántos puntos le das?