Mucho ruido y no tantas nueces, así es como podría definir en pocas palabras PlayStation All-Stars Battle Royale, la versión Sony del popular Smash Bros. de Nintendo. Si bien la compañía se ha caracterizado en el ámbito de los videojuegos por imitar y copiar en varias ocasiones las ideas de otros, también es cierto que ha contado con el tino y la calidad necesarias para presentar “adaptaciones” que superan a la original y se vuelven en íconos de la industria, siendo quizá el caso más notable el de God of War -que nació a partir de Rygar-.
PlayStation All-Stars Battle Royale
En el caso de PlayStation All-Stars Battle Royale es más que claro de dónde viene la inspiración. Para crear esta epopeya de peleas juntando a varios personajes marca PlayStation y algunos invitados especiales, Sony le encargó la tarea al estudio SuperBot Entertainment (Ps3), quien se coordinó con BluePoint Games para el desarrolllo de la versión de PS Vita. Ambos estudios fueron supervisados muy de cerca por Sony Santa Monica, lo que daba esperanzas de un título divertido que explotaría al máximo el concepto.
Desgraciadamente, hay ciertas cosas que se no pueden copiar aún teniendo a los mejores creativos detrás de tu producto. En el caso de Smash Bros. son el carisma, la popularidad y la personalidad de sus licencias. Sony tiene actualmente varias de las franquicias más reconocidas de las industria, pero mientras es fácil imaginarnos a Donkey Kong, Link, Kid Icarus y Super Mario conviviendo el uno con el otro, no pasa lo mismo al poner en perspectiva a personajes como Nathan Drake, Kratos y Parappa.
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Armando la fiesta, seleccionando los invitados
El primer problema de PlayStation All-Stars Battle Royale viene con la selección de personajes, y es algo que durante su momento hizo mucho eco, siendo presa de burlas y cartones graciosos que ejemplificaban el problema ante el que se encontraban los desarrolladores.
No quiere decir que PlayStation no tenga una amplia baraja de personajes de donde escoger, sino que por la misma naturaleza -disímil- de cada una de sus licencias, era difícil concebirlos juntos y que encajaran con la misma facilidad que podemos encajar a todo Nintendo en un sólo juego, ya sea de karts, de futbol o de peleas. Aún así, la idea de usar a Kratos para patear el gordo trasero de la Fat Princess seguía sonando prometedora, siempre y cuando concretaran una selección adecuada de los invitados a esta fiesta golpes y cachetadas. Algo que al final no lograron del todo.
En PlayStation All-Stars Battle Royale hay personajes obvios, como los ya mencionados Nathan Drake y Kratos, así como Sweet Tooth y Radec, sin embargo el número final de contendientes es pobre para un videojuego de este tipo: 20, de los cuales uno está repetido en versión héroe/villano (Cole McGrath), cuatro pertenecen a compañías invitadas (Raiden, Dante, Big Daddy y Heihachi) y uno más es la pedorra mascota de Sony con la que nadie quiere jugar, o sea que de la extensa librería de videojuegos PlayStation sólo tenemos una representación de catorce personajes. Para ponerlo en comparativa, la más reciente secuela de Smash Bros. contó con 37 personajes y es para una consola “menos poderosa”.
Los desarrolladores bien pudieron elegir no uno, sino dos o hasta tres personajes de algunas franquicias, sobre todo porque cuenta con algunas estilo caricaturesco que se prestan a la hora de los catorrazos en bola, como Sly Cooper, Jack & Daxter y Ratchet & Clank. Si se querían ver oscuros, en lugar de meter de invitado al insípido Toro pudieron rescatar personajes de antiguos y casi olvidados RPG como Legend of Legaia y Legend of Dragoon.
¿Una copia de Smash Bros.?
En cuestión de gameplay, PlayStation All-Stars Battle Royale sigue casi como una copia al carbón lo establecido por Nintendo… casi. Se mantienen los movimientos simplificados con un sólo botón más alguna dirección; tenemos un botón de barrera, que al mismo tiempo nos permite evadir junto con la cruz direccional; también hay varios ítems (aunque no tantos) para darle cierta variedad a la batalla, como lanzas, pistolas y un riel magnético, y claro, escenarios interactivos.
Ciertamente PlayStation All-Stars Battle Royale incluye algunas novedades sobre lo que ya conocíamos, y por ejemplo los escenarios cambian totalmente de forma y fondo, teniendo algo así como dos o hasta tres arenas de batalla en una. Los súper poderes, aunque ya presentes en Super Smash Bros. Brawl, acá llegan con hasta tres niveles, mismo caso de los botones de ataque, ya que contamos con tres botones de este tipo para este juego de PlayStaton 3 y PS Vita.
Este último apartado es en donde vienen los cambios más sensibles en la mecánica de juego, ya que al usar tres botones y combinaciones de estos con la cruz para ejecutar ataques, tenemos más variedad de movimientos por personaje. Más movimientos también significan más y mejores opciones para crear combos, cadenas y secuencias interesantes para golpear y rematar a tus adversarios.
Para nuestra mala fortuna, el gameplay de PlayStation All-Stars Battle Royale tiene lo que considero un grave error de cálculo: para eliminar a tu rival sólo puedes hacerlo mediante un súper poder. Sí, así es, los ataques y combinaciones regulares sólo te sirven para ir llenando una barra de AP; una vez que esté llena puedes descargar tu súper, si lo conectas tu rival perderá una vida (o varios de tus rivales si haces un múltiple hit). Mientras de mayor nivel sea el súper, más efectivo será, ya que hay algunos que te permiten encadenar hasta cuatro o cinco muertes en una partida.
Lo malo de este sistema es que si llegas a fallar tu poder especial, tendrás que empezar nuevamente a cargar tu barra, y la verdad que no es tan difícil evitarlos.Puede darse el caso de que llenes dos o tres veces tu barra de poder y sin poder conectar el súper y tu rival lo haga en la primera oportunidad que tenga, esto aunado a la efectividad de cada personaje y su respectivo ataque especial deja un extraño vacío de balance en el juego, ya que al final no importa cuántos golpes reciba tu enemigo, no muere y no tiene ningún efecto al respecto.
Esto también es notable en las partidas multijugador de PlayStation All-Stars Battle Royale. Esos clásicos enfrentamientos de hacerle bola a un jugador perdieron algo de magia al no tener una especie de daño acumulable, pues el jugador que está solo puede llenar más rápido su barra de AP al contar con tres rivales a quienes golpear, mientras que los otros jugadores llenan por separado sus respectivos medidores.
Antes de adquirirlo pensaba hacer una reseña por personaje para destacar las ventajas y desventajas de cada uno, así como sus estilos de pelea y técnicas para presionar al rival, pero dado que la única forma de ganar es pegarles el súper, esto reduce diametralmente la estrategia de batalla y las diferencias en el roster.Eso sí, el que pegue más siempre tendrás más posibilidades de llenar su barra de AP (y de vencer), y en este aspecto la diferencia entre los personajes “buenos” y los no tan útiles es notoria. Tip: para empezar agarra a los que tienen espada (Dante, Kratos, Raiden y Nariko)
Caray, SuperBot Entertainment, si ya le habían copiado prácticamente todo el concepto a Smash Bros., hubieran adaptado la parte más vital del juego: cómo vencer a tu rival. ¿De qué sirve tener un mayor arsenal de golpes y cadenas si al final vencer a tu oponente se reduce a siempre usar el súper poder?
Por si fuera poco, el tirar a tus rivales del ring tampoco ayuda mucho, ya que simplemente reaparecen mareados. Eso sí, en cuestión de reglas son las mismas, ya que ganan quien acumula cierto número de eliminaciones o quien junte más rivales derrotados durante cierto tiempo.
¿Esto quiere decir que PlayStation All-Stars Battle Royale no es divertido? No, para nada, pero sí quiere decir que no es tan divertido como la competencia ni como el mismo videojuego pudo serlo. Uno se siente atrapado entre la misma y repetitiva mecánica para derrotar a sus rivales y el sentido de competencia se reduce bastante. Que uno se la pasa chévere repartiendo caña con los cuates es cierto, pero no tanto como esperabas.
Cross… ¿qué?
Un extra importante es la capacidad del crossplay, para jugar y competir entre usuarios de PlayStation 3 y PS Vita. Mejor aún cuando compras la versión de PS3, pues incluye de manera “gratuita” la descarga digital del juego para la consola portátil. Hay que mencionar que aunque ambas versiones tienen exactamente los mismos trofeos no son transferibles, así que tendrás que sacarlos dos veces si estás en eso de ser trophy hunter (aunque son bastante sencillos). De la misma forma, PlayStation All-Stars Battle Royale actualiza el nivel de tus personajes ente las dos consolas, pero los datos de guardado son individuales.
Aparte del modo de historia, que incluye un subjefe distinto para cada personaje y una boss battle final bastante olvidable, tenemos el clásico modo de práctica, el tutorial y una opción para practicar y conocer los combos de cada personaje. También están los modos multijugador ya sea para batallas rankeadas o amistosas, Todos contra Todos o Batalla por Equipos, en modo cooperativo local o buscando rivales por Internet, siendo este último el único aspecto donde Sony presenta una mejora palpable sobre la competencia.
Por su parte, el sonido de PlayStation All-Stars Battle Royale tiene sus altibajos. La música en lo personal pasó desapercibida, no sé si era porque estaba muy metido intentando ganar los combates o porque realmente no tiene mucho que aportar, aunque el tema de entrada me agradó bastante.
Las voces se mantuvieron fieles a las originales en inglés y español… sí, en ambos idiomas, así que notarás que si tu consola está configurada para el español podrás escuchar las voces latinas de algunas de las estrellas de Sony como Sly y Ratchet, mientras que para otras que no han tenido doblaje castellanizado las escucharás en inglés: WTF!. Cuando ves que previo a la batalla Cole y Raiden hablan en distinto en idiomas te das cuenta que se pelean no por algún fin personal, sino porque simplemente no se entienden.
En el apartado gráfico también hay sinsabores. Mientras que los personajes lucen bien (bien a secas), la calidad visual es inconstante en al menos la mitad de las arenas de batalla e incluso en algunos casos me parece que no le dieron a la esencia del título original, como el de Chop Chop Onion Master o el de Twisted Metal, mientras que otros lucen muy bien, como el de Hades/Patapon y el de BioShock Infinite.
Por si fuera poco, el diseño general del juego en menús y pantallas es poco menos que horrendo. Hay una sutil diferencia entre minimalista y simple, y parece que los diseñadores de PlayStation All-Stars Battle Royale no la conocen. El ver la presentación y selección de personaje con los menús en cajas planas, imágenes estáticas y ausente de toda la vivacidad que una fiesta de este tipo ameritaría, nos da la sensación de que estuviéramos ante la versión demo del juego y no el producto comercial finalizado.
Y me parece que esta es la razón la desazón general con PlayStation All-Stars Battle Royale. Mientras que no se puede negar el buen rato que se pasa en algunas batallas, el producto general parece sólo una demostración, un videojuego al que evidentemente le faltó (mucho) tiempo para ser pulido, no sólo en mecánicas de batalla sino hasta en la presentación del mismo.
Si tienes muchas ganas de jugarlo te recomiendo que lo rentes o lo pruebas antes para evitar decepciones, pues es muy probable que como a mí, te termine pareciendo apenas arriba de regular, no tanto porque All-Stars Battle Royale sea un juego malo en sí, sino porque al intentar copiar a otro título de rebosante popularidad, nunca pudo hallar un camino que balanceara gameplay, presentación, copiar/adaptar lo necesario e innovar donde se debía.
1 comentario
la mejor reseña que eh leído. Felicidades!!