Los haters no fallan en decir que los videojuegos son para niños, pero no todos lo son. Sin embargo sí hay muchos hechos pensados en ellos. A pesar de que prefiero veinte veces un juego más maduro donde haya peleas, tiros, sangre y navajazos, de vez en cuando algo infantil siempre es bien recibido. Digo, jugué Super Mario 3D World y me enamoré de todas sus características. Con mucho orgullo puedo decir que mi niño interior no ha muerto, no lo he olvidado y cada día lo alimento más, para que no se me olvide ser feliz e impresionable. Y el banquete de esta vez fue Octodad: Dadliest Catch, que puedes jugar en PlayStation 4 y PC (Windows, Linux y Mac, vía Steam).
Octodad
Octodad: Dadliest Catch es un juego de la compañía Young Horses. Y llanamente es la historia de un pulpo que se hace pasar por humano, simplemente porque no siente que vivir en el mar sea lo suyo. El relato suena más loco de lo que se ve en pantalla, pues está casado, tiene dos hijos, un trabajo y realiza todas las actividades que un padre de familia podría hacer: hamburguesas, servir leche, podar el césped, hacer café y hasta quedar bien con la esposa dándole regalos.
Octodad: Dadliest Catch tiene varios escenarios que nos explican todo el guion, e inicia con la boda, y después continúa con su vida común ya con su par de hijos, que son enteramente humanos. No me pregunten cómo, y no quiero saberlo. Más tarde y por una idea de la esposa, deciden ir al supermercado donde no paré de reír en varios cometidos. Acepto que el diseño del juego no es el mejor, pues nadie se enoja a menos que ese sea su trabajo, y con esto quiero decir que hacer un relajo con las compras de una señora, no provocaron reclamos ni nada por el estilo. Fui libre de tirar absolutamente todo lo que pude y quise. Y también hice trampa.
Tentáculos
El verdadero nudo de Octodad: Dadliest Catch, se lleva a cabo en el acuario, donde conocemos el cómo y el por qué nuestro pulpo amigo llegó a estar en su posición. Sin embargo esta escena es la que más hace apegarnos al personaje principal, pues entre que hay que salvarlo de un tiburón, un cheff loco y unos biólogos marinos muy raros, veremos también su pasado, y ahí es donde todo toma sentido. Donde el tren de los sentimientos hace su aparición y bajarnos cuesta trabajo.
No quiero decir que me tiré al piso y lloré dos horas, pero sí es emotivo ver sus razones para tratar de ser humano, y de la forma en que desenlaza la historia. Sentí que fue un buen ejemplo para mostrar que uno puede ser lo que sea que quiera, aunque exista alguien que se empeñe en que no sea así.
Por ser un juego para niños, no esperen lógica en el desarrollo, o dentro de la que existe, sepan que es muy extraña. Octodad: Dadliest Catch se centra en lograr pequeños objetivos, muy específicos y que están relacionados enteramente con la historia, y permiten tanto como mejorar nuestra habilidad para controlar al pulpo, como para encariñarnos con él. Estos objetivos van desde vestirse, encontrar llaves, comprar una manzana, hasta salvar a tu propia hija de ser rostizada. Precisamente estas acciones hacen el juego más entretenido, pues como son retos muy pequeños y simples, mantiene el dinamismo y evita mucho el aburrimiento. No me cansé, es un hecho, cada objetivo lo fui logrando de una u otra manera pero siempre me divertí por el tiradero que fui dejando a mi paso. Creo que fue una buena movida para que los niños no dejaran el control. Yo, niño Andrés, no lo hice.
Los trofeos de PlayStation son muy especiales, y aclaro que no tienen platino, sin embargo deben de leerlos bien pues no se limita a recolectar objetos, sino a realizar acciones que el mismo juego solicita, pero siendo muy rápido, o exacto. Incluso a veces ir contra la historia como dejarse morir, o hasta hacer las mismas cosas pero de manera diferente. Entonces es probable que deban pasarlo una vez más o reiniciar el punto de control anterior. Octodad: Dadliest Catch es un juego muy rápido, pues cuatro horas me bastaron para terminarlo pero yo solo. Ya que en multijugador podría ser que lleve un poco más de tiempo.
Los huesos del invertebrado pulpo
Lo divertido de Octodad: Dadliest Catch no está en la historia, ni en los niños o los chistes. Tampoco en los diálogos, se encuentra en su jugabilidad, en la manera de controlar los tentáculos y no destrozar todo en el intento, o más bien, en que no nos descubran.
Para movilizarnos dentro de Octodad: Dadliest Catch, tenemos de dos sopas: en modo individual o multijugador. El primero consta en usar el dualshock 4 y utilizar los gatillos R2 y L2 para activar el movimiento de los tentáculos derecho o izquierdo respectivamente. Al presionar el botón, podremos mover la extremidad con el joystick derecho, mientras que automáticamente se levanta, así cubrimos todo el espacio tridimensional. Solo es posible mover uno de los tentáculos como si fuera brazo, usando la palanca derecha para que vaya a la diestra o a la izquierda, y con el otro joystick, de adelante para atrás. El botón R1 permitirá agarrar y soltar cualquier objeto, los cuales se iluminan en verde al estar más cercano a uno. Cuesta mucho trabajo acostumbrarse al principio, sobre todo caminar pues tiraremos absolutamente todo lo que esté a nuestro paso, así como lo que no. Pero solo es cuestión de practicar y practicar, y sobre todo reír de nosotros mismos, pues es la única manera de no enojarnos, de lo contrario será un juego terrible. Y no lo es.
Ahora que si queremos jugar con alguien más, ya sea hasta tres amigos extra, podremos hacerlo igualmente con la misma cantidad de controles y seleccionando qué extremidad controla cada uno. Yo tuve la oportunidad de jugar con mi mamá y fue muy divertido, pues ella manejaba la parte derecha de Octodad, y yo la izquierda, entonces dirigirnos a un lugar empieza por “te toca, me toca, alza la pierna” y termina con una coordinación que solo las repeticiones otorgan. La comunicación es básica para lograr siquiera abrir una puerta.
¿Tienen PlayStation Move? Aquí depende mucho de la paciencia y sobre todo concentración de uno. Jugarlo con esta herramienta requiere dos controles para cada hemisferio del pulpo, e igual el gatillo nos ayuda a levantar piernas y moverlas. Sin presionar nos servirá para mover los brazos -si es que se le pueden llamar así-. Este es el modo más demandante y requieren jugarlo cuando en verdad tengan ganas. De preferencia no hacerlo con el Move cuando no se sientan al 100 por ciento, o de lo contrario terminarán con una pantalla y un control atravesado como adorno. Pero se reirán al final. Se los garantizo.
Durante todo Octodad: Dadliest Catch, nuestro HUD mostrará el objetivo en curso, y una barra morada que no significa la vida del pulpo, sino el grado en que los demás notan que no eres humano. Ésta se va vaciando cada vez que golpeamos a alguien y desprendemos tinta, o cuando un científico del acuario nos ve. Según el juego, estos hombres de lentes y bata detectan de inmediato a cualquier especie marítima en cuanto la ven, por eso es un peligro constante andar cerca de ellos.
Unas marcas semitransparentes nos indicarán cuando alguien nos está viendo, señalando en su dirección, así dándonos cuenta si estamos siendo exitosos al escondernos, pues repito, no podremos ser vistos por ciertos personajes. Aunque la mayoría de veces evadirlos es muy fácil, nomás es cosa de buscar objetos o lugares que obstruyan la vista.
El detalle que lo hace mucho más un juego de niños, son los gráficos de dibujos animados, nada serios y diseñados para gustar, y aunque todos están muy bonitos, Octodad es el mejor de todos. Su color amarillo, la flexibilidad y poco control de sus tentáculos, así como de su ropa y su peculiar manera de hablar -en realidad balbucea- lo hace un personaje que sí gusta. A mi me encantó el papá invertebrado. Sin embargo no puedo dejar de admitir que falla en varias partes, y no se salva de varios glitches que más de dos veces me pusieron los pelos de punta.
Resulta que un par de veces al finalizar un capítulo, el juego se trabó por completo, y para ser más exactos, precisamente cuando acaba el juego y aparece el trofeo de “Mejor papá del mundo”, se pasmó y hay que volver a jugar el final para ver los créditos, los cuales valen la pena. Son como un extra, tipo una película de Marvel. También tiene la mala costumbre de fallar el sistema de músculos que mueven a los tentáculos, omitiendo lo que uno le ordena, afectando la experiencia de juego y obvio restando puntos a favor.
¿Han oído la canción oficial del juego? En Anim-Arte habemos dos fans de ella por ser tan pegajosa, de hecho les pongo el link para que la oigan. Mientras les platico acerca de la música en general. Mi palabra favorita del año la describe: desenfadada. Es relajada, con algunas flautas o silbidos que completan el entorno tranquilo en el que se desenvuelve nuestro pulpo. Por momentos logra bajar el ánimo por las escenas tristes y en otros agrega suspenso en esas veces que debemos correr -o nadar- por nuestra vida. No es como que me compraría el soundtrack entero, pero no desentona con el juego.
Pulpo en su tinta
Con cada video que observé antes de comprar el juego, incluso con las notas que he subido a su página de noticias por excelencia, Anim-arte.com claro, renuentemente me decía “no Andrés no lo compres, es un juego que carece de un buen control”. El diablo en el hombro izquierdo me convenció y no me arrepiento. Estoy en pleno uso de mis facultades y acepto que sus errores en cuanto a programación, diseño de niveles y control de Octodad no fueron mi máximo. Pero aquí apliqué la filosofía de las mamás “hijo/a, si te hace feliz, quédate con él/ella”. Y así fue, reí como hace mucho no lo hacía con un juego, olvidé por completo la seriedad que le doy siempre a un título, de cualquier plataforma y presupuesto, pues consiguió lo que un juego debe de hacer, que es relajarme después de un día de Godínez.
Estoy muy consiente que Octodad: Dadliest Catch es para jugarse máximo tres veces: solo, con un amigo más, y con niños. Listos los primeros dos, y ahora a buscar a mis sobrinos para armar un desbarajuste de proporciones épicas. De eso se trata ¿no?
No voy a recomendar a Octodad: Dadliest Catch como un juego obligado en su colección, ni como una inversión o uno de los éxitos del año. No puedo decirlo, pues no cumple con todos los requisitos que en mi opinión debería de tener, empezando por el control, que a pesar de ser el factor primordial para hacerlo divertido, no está hecho para todos los gustos. He leído y escuchado diversas opiniones del juego, y la mía apunta a que entretiene y hace reír a quien está dispuesto a burlarse de sí mismo, entendiendo que no es cosa seria esto. Es un juego para niños, y como tales, hasta la botella de frutsi servía como balón: pues Octodad: Dadliest Catch sirve como diversión.