Nintendo aceptó por fin la semana pasada que las ventas de sus consola de videojuegos Wii U fracasaron, lo que lleva a un tercer año consecutivo de pérdidas y plantea un signo de interrogación sobre el futuro de la compañía en un mercado mundial dominado cada vez más por Sony y Microsoft, quizá con la única excepción de Japón, donde de todos modos las ventas de Sony y sus PlayStation 3 y PlayStation 4 son muy superiores.
La compañía, que brincó a la cima del mundo tecnológico con el Nintendo Entertainment System a mediados de los 80, recortó su pronóstico de ventas globales de unidades Wii U para el año hasta el 31 de marzo en casi un 70 por ciento, unas 2.8 millones de unidades.
Además, Nintendo redujo su estimado de ventas para su portátil 3DS, bajándola de 18 millones a 13.5 millones de unidades. El presidente de Nintendo, Satoru Iwata, que en 2013 se comprometió a que la compañía volvería a tener ganancias este año financiero, pidió disculpas a los accionistas y compañías third-party (estudios externos), aunque aclaró que su fracaso en cumplir su promesa no significaba que debía renunciar.
“No habrá una reestructuración gerencial importante a corto plazo”, aseveró Iwata a periodistas. Es probable que aumente la presión sobre el arquitecto del exitoso Wii para que dé un paso al costado o cambie de dirección a alguna estrategia que permita a la compañía generar dinero con su consola actual, algo que ya adelantó, aunque se ve difícil que Nintendo publique juegos en otra consola que no sean las suyas.
En el pasado, la compañía culpó a la falta de títulos por el fracaso de las ventas, pero incluso sus juegos populares y de casa están vendiendo menos que juegos multiconsolas para un mercado más adulto, como Grand Theft Auto V, disponible en para PlayStation 3 y Xbox 360, sin mencionar que los propios juegos exclusivos de Sony y Microsoft ya los superan en ventas.
“El hecho de que la estrategia Wii U haya fallado es decepcionante”, dijo Makoto Kikuchi, presidente ejecutivo de Myojo Asset Management. El revolucionario control tipo tableta falló en ser lo inmersivo que prometían y varios desarrolladores se han quejado de la falta de apoyo de Nintendo y el poder inferior de una consola, pensada principalmente para no hacer ruido con sus ventiladores internos y no para competir con la nueva generación de dispositivos, que presentan gráficas más realistas, mayor poder de procesamiento y la capacidad de crear aventuras más largas.
Para su buena suerte, la portátil 3DS, pese a la rebaja en su expectativa de ventas, sigue siendo líder mundial, vendiendo más unidades y juegos que las mismas plataformas de sobremesa, lo que impide que la compañía prenda los focos rojos en cuanto a una eventual quiebra.