Nintendo dejará de distribuir oficialmente videojuegos y consolas en Brasil, debido a las altísimos impuestos que la industria paga actualmente en dicho país.
Para ponerlo en perspectiva, las tarifas que les cobran a las compañías hacen que las consolas cuesten más de tres veces el costo que éstas tienen originalmente en Estados Unidos. La PlayStation 4, por ejemplo, se vende en el equivalente a 1,500 dólares, mientras que la Wii U anda por los 750 dólares.
La única consola que llega ligeramente a mejor precio –si pensamos que 800 dólares es un mejor precio- es la Xbox One, esto debido a que Microsoft tiene una fábrica en el Amazonas que abarata ligeramente los costos.
“Brasil es un mercado importante para Nintendo y hogar de muchos fans apasionados, pero desafortunadamente el ambiente local de negocios ha hecho nuestro modelo de distribución insostenible”, aclaró Nintendo en un comunicado de prensa. Poco después, Bill van Zyll, ejecutivo de Nintendo de América Latina, comentó al sitio UOL Jogos que esta retirada de Nintendo de Brasil no es definitiva, pero es difícil anticipar cuándo podrían volver oficialmente al mercado.
La decisión de Nintendo parece lógica, tomando en cuenta que Xbox y PlayStation ocupan las dos primeras plazas en las preferencias de los gamers brasileños, y el alto costo que alcanzan sus consolas no le permite competir en base a lo económico que supuestamente tendrían que ser sus productos.
La salida de Nintendo del mercado brasileño, sin embargo, no afectará la distribución de consolas y videojuegos en otros puntos de América del Sur.