Cuando uno gasta varios cientos de dólares en una consolas de videojuegos de nueva generación, gran parte del entusiasmo es ver aquellos títulos que con su belleza gráfica nos dejan con la mandíbula dislocada de admiración, y quizá de todo el catálogo de lanzamiento para Xbox One y PlayStation 4 no hay otro juego más sexy que NBA 2K14.
NBA 2K14
Tengo que admitirlo, no había tocado un simulador de basquetbol en años. Crecí, como muchos otros, amando el gameplay arcade y agresivo de NBA Jam y Street Hoops, pero mi mayor experiencia con un simulador data de NCAA Basketball, un clásico deportivo de la venerable SNES (1992). De ahí en fuera probé un poco de varios juegos, entre ellos la serie NBA 2K, pero nunca con la seriedad que se requería.
El choque generacional me tomó desprevenido. Cuánto habían cambiado la franquicia en todos estos años. Ya no sólo es correr, pasar, brinca y tirar, el gameplay de NBA 2K14 es algo que me tomó semanas siquiera dominar a un nivel intermedio, pero nada de eso me importaba pues quería explotar esta belleza que hacía vibrar mi pantalla con sus modelos humanos híper realistas.
http://www.youtube.com/watch?v=9cKrP49GlKE
Estúpido y sensual NBA 2K14
Sensual. Esa es quizá la primera palabra que se me ocurre para describir NBA 2K14. Dicen que el amor entra por la vista y jamás pudo ser más cierto, en cuanto la introducción arranca con sus animaciones de millones y millones de polígonos uno se percata cuánto han cambiado los videojuegos, cómo hemos pasado de los pixeles y modelos de burdos caricaturescos a personajes que parecen casi clones exactos de su contraparte real.
LeBron James dribla, se enfila a la canasta y celebra tal como lo hace el jugador del Miami Heat, y no estoy queriendo sonar como una hipérbole cansada, pero es que realmente la belleza gráfica del juego es indiscustible. Olvídate de FIFA, deja a un lado Madden y mejor ni te acerques a NBA Live, si quieres un título deportivo que te haga sentir desde el primer segundo que tienes una poderosa consola de nueva generación, NBA 2K14 es el indicado.
No sólo los jugadores son dobles digitales, los entrenadores, los árbitros y hasta el público se conjugan a bien diseñadas tomas y ángulos para hacernos sentir parte de una transmisión en vivo de un partido de baloncesto. A esto hay que sumarle recursos inteligentes y bien trabajados, como entrevistas a nivel de duela y vistosos intermedios con estadísticas, resumen y las mejores jugadas hasta el momento. Puede entrar tu madre, el vecino, el tío o tu amigo que no juega y sentarse a mirar emocionado pensando que se trata de un encuentro de verdad.
Más allá de los modelos de los personajes, hay que resaltar de sobremanera la atención en hasta el más pequeño detalle. Desde la textura de la tela, el sudor, los tatuajes, el brillo de la madera o hasta los tics nerviosos de los jugadores, todo está aquí. NBA 2K14 reproduce con una fidelidad monstruosa el deporte ráfaga y a sus protagonistas, y con sólo su presentación visual nos engancha para intentar salir campeón.
El sonido tampoco desencaja: cantos, ruidosas tribunas, el rechinido de los tenis en la duela y hasta clips de voz grabados para las entrevistas completan la inmersión. En el apartado musical contamos con bastante temas musicales licenciados, aunque la mayoría de ellos pasarán desapercibidos ante la intensa acción en cancha.
Aprende el deporte, domina el control
Más allá de los gráficos y ya dentro de la jugabilidad, NBA 2K14 demuestra que la evolución también se transporta al control. Es cierto, hace años que no dedicaba tanto tiempo a un título de este tipo y quizá por eso me abrumó más el abanico de posibilidades, pero es sorprendente como cada apartado de esta disciplina se transporta a un botón o una combinación de botones para presionar. No sólo es pasar y tirar, o las jugadas defensivas como el tapón y el robo de balón, una gama más compleja de movimientos está -literalmente- en la punta de nuestros dedos.
NBA 2K14 introduce un sistema de pase rápido asistido, que al mantener presionado un botón nos da una rápida colocación de todos los jugadores en pantalla, así podemos decidir enviar el balón a nuestro compañero libre. Las fintas con el segundo stick, los cambios de ritmo y las coladas requieren precisión y habilidad. En cuanto nos toca estar a la defensa podemos colocarnos como chicle a quien marcamos y decidir si intentamos robar, estorbar o simplemente hacer presión. Existen todavía más jugadas y técnicas de pizarrón para explorar, dominarlas todas te llevará varias temporadas.
La curva de aprendizaje es muy empinada, no esperes ganar tus primeros partidos siquiera en dificultad normal, anotar y defender certeramente se vuelve una labor titánica y aunque hay algunas pantallas de tutorial y entrenamientos, empezar a obtener triunfos puede tardar un rato. El juego además está diseñado para que pienses tus jugadas, los rompimientos rápidos o intentar subir inmediatamente el balón a la parte ofensiva generalmente va a terminar con un balón interceptado. Tómate tu tiempo y aprende de tus errores. La dificultad siempre es alta, pero justa.
Más allá de lo que podamos hacer dentro de la cancha, también están las órdenes que podamos dar afuera de ella o en los tiempos muertos. Sustituciones, estrategias, uno contra uno, hay decenas de profundas opciones para darle ese toque tan personal a nuestro equipo y detener a la estrella rival, hacer tiempo o presionar para que no puedan disparar con comodidad antes de que se agoten los 25 segundos. Si bien podemos delegar gran parte de estas opciones a un entrenador controlado por la inteligencia artificial, en momentos claves querrás tener la decisión -y la culpa o el éxito- en tus manos.
El modo de “historia”
Los modos de juego son variados y al mismo tiempo los clásicos ya para un simulador deportivo. Podemos encarar partidos amistosos, practicar, jugar una liga, hacerla de manager del equipo -compras, ventas, alineaciones, estrategias- y encarar al mundo en línea. Sin embargo el modo que más destaca es uno de “historia”. Sí, historia. Aquí podremos crear a nuestro jugador y empezar desde ceros siendo elegido como novato en el draft de equipos previo a la temporada, hasta intentar terminar siendo una estrella.
Nuestro camino en NBA 2K14 empieza literalmente desde la banca, y desde ahí estaremos viendo toda la acción del partido atentos a tener algunos segundos que le empiecen a dar confianza al entrenador para incluirnos como relevo de lujo o incluso en la quinteta oficial. Pero no todo es meramente deportivo, como todo buen modo de historia, hay un drama de por medio y aquí está en forma de la carrera del novato. Nuestros compañeros nos felicitarán tras el partido y convivirán con nosotros, nos darán consejos o hasta armarán pleito tras una triste noche de nuestra parte al señalarnos como culpables de la derrota (o de cosas tan triviales como no cederles la pelota).
Mejores sueldos, caprichos, entrenamiento, la visita de apoderados, todo entra para intentar darle un giro nuevo, y lo logra de cierta manera, pero aunque es muy entretenido la primera vez, no me dieron muchas ganas de crear un segundo personaje y repetir el proceso. Otro punto negativo es que mientras nuestro jugador tiene voz, cooequiperos y el resto de jugadores “hablan por medio de subtítulos”, algo que por momentos asesina la experiencia.
En cuanto al juego en línea, NBA 2K14 tiene un amplio y robusto apartado que imita un parque con varias canchas de basquetbol y retadores esperando su turno de entrar en acción. Podemos competir en partidos tradicionales, así como en algunos modos de sólo media cancha con menos integrantes por bando. Desafortunadamente no hay opciones para clanes o creación de equipos con tus cuates, por lo que a veces cuesta trabajo quedar de acuerdo con ellos.
A pesar de estos “peros”, no hay duda que NBA 2K14 es por mucho el más sorprendente simulador deportivo en años y uno de los mejores pretextos para presumir tu Xbox One y PlayStation 4. Con un estilo de juego muy profundo, pero a la vez gratificante y varias opciones novedosas de campaña y estilo manager, este títulos nos dará semanas, si no es que meses de intenso basquetbol.