Mugen Souls Z es el más reciente RPG en la larga estirpe de juegos de rol de NIS America. Aquí tomaremos el control de Syrma, una diosa que conoce a Chou-Chou, una niña con delirios de grandeza. Ambas terminarán, sin querer queriendo, embarcándose en una aventura para salvar al universo que sólo podemos encontrar en exclusiva para PlayStation 3.
Mugen Souls Z
Lo primero que tengo que aclarar es que al contrario de mis compañeros en el sitio, yo no soy una gamer clavada y entrenada para matar metódicamente en cada videojuego que me presenten. Como es normal en muchas mujeres, nos divertidos con una gran variedad de títulos, pero en términos de coordinación mano-ojo no solemos ser tan diestras, por lo que recurrimos a opciones con baja dificultad o que no requieran habilidad de malabarista con todos los botones.
El género RPG, y en específico el JRPG, es uno de los que nos ofrece este tipo de posibilidad, nos permite tomarnos un poco de tiempo entre cada decisión y la dificultad presente no tiene que ver directamente con qué tan rápido y coordinadamente apretamos los botones. Y en cuanto a dificultad, Mugen Souls Z es uno de los RPG más complejos que me ha tocado probar.
Lo segundo que tengo que destacar es que este juego se trata de una continuación, y nunca tuve la oportunidad de probar el primero, Mugen Souls, que al parecer no le fue tan bien en las reseñas y tiene conexión con la historia de éste, aunque lo que sí les puedo asegurar es que no se necesita conocer previamente a los personajes para agarrarle a la onda a esta nueva aventura.
En lo que se refiere al argumento, Mugen Souls Z nunca se toma muy en serio a sí mismo y mi primera comparativa es que es muy similar a las comedias ecchi de anime que tanto gustan. Nuestro objetivo es ayudar a Chou-Chou, una pequeña niña ultra narcisista, que aparte de bonita se siente la dueña del universo (al parecer, ya lo quiso conquistar en la primera parte).
Pero los planes de dominación tienen un ligero desvío cuando es atrapada en un cofre/ataúd que le quita gran parte de sus poderes (y la reduce de tamaño), por lo que para el resto del juego tendrá que verse socorrida por sus compañeros, principalmente, Syrma, quien sirve como una especie de guardiana para el ataúd.
Lo que no saben es que el ataúd es también la clave para “hacerse” de nuevos aliados y para salvar al universo de una gran amenaza, ya que así como Syrma despertó de su sueño, en total doce diosas harán lo mismo… y, bueno, tienen que jugar el resto. La misión será obviamente recuperar los poderes de la loli protagonista y de paso tomar el control de doce planetas, cruzándonos en nuestro camino con un montón de personajes curiosos, ya sean aliados o enemigos.
Todo sube de nivel
Mugen Souls Z realmente nunca se toma muy en serio este asunto y la mayoría de veces el diálogo trae bromas -muchas de carácter sexista,-, sátiras, parodia y montones de gags que disfrutarán sobre todos los amantes de la animación japonesa. Las personas que no somos tan aficionadas también nos reiremos en muchos momentos, pero varias de las referencias y chistes serán más oscuros.
Pero como decía, la idea es conquistar los doce mundos y para ello tenemos un sistema de combate por turnos similar Hyperdimension Neptunia Mk2 y a Final Fantasy X. Nuestro equipo en batalla se compone de tres integrantes, y en el campo podremos movernos para flanquear al enemigo, rodearlo o simplemente acercarnos y después atacar.
Mugen Souls Z usa dos círculos como indicadores en combate cada que le toca el turno a nuestro monito. El primero indica la distancia qué podemos recorrer avanzando y el segundo el rango de nuestra arma. Las armas varían desde las clásicas dagas y espadas de corto alcance, hasta las lanzas, arcos y pistolas que nos permiten golpear desde más lejos.
En este sentido, son parte súper especial de la clave para avanzar en Mugen Souls Z. Como en otros juegos de NIS America, no sólo personajes pueden subir de nivel, sino que las armas mismas pueden ser mejoradas y tienen diferentes estadísticas que se pueden elevar. Lo interesante es que no siempre escogeremos las armas por su poder o alcance, sino por su nivel tope, ya que a veces las más débiles son las que nos permiten subirle de nivel muchas más veces y que a largo plazo terminan siendo más rentables.
En realidad el menú está repleto de cositas para equipar, vestir y adornar a nuestros avatares en el juego. Las armaduras van desde pesadas y poco útiles armaduras, hasta verdaderos ítems legendarios de la protección como el brassier blanco y la panty rosita adornada con figurita de corazón.
El nivel de personalización es muy amplio para los personajes que nos acompañan y más allá de su equipo, también podremos cambiarle el estilo de cabello, el tono de piel, ponerles, lentes, corbatas, moños y muchos detalles que se notarán físicamente cuando los veas a la hora de las patadas.
Coqueta como Pokémon
Pero fuera de los ataques clásicos con armas, el elemento más innovador de Mugen Souls Z es el de los peones, criaturas que puedes “atrapar” y “convencer”, para que peleen a tu lado. Para ello se usa un sistema llamado Afinidad, donde podemos dotar de cierta personalidad (bipolar, masoquista, sádica, etc) a nuestro monito y con ello intentar seducir a la criatura que nos interesa. Cada tipo de carácter es poderoso contra otro tipo, más o menos como estilo Pokémon, pero más loco y complejo.
Y sí, puede leerse muy complejo a primera vista, pero Mugen Souls Z hace un buen trabajo introduciéndonos con todos estos sistemas y subsistemas. Los tutoriales son sencillos y no tan extensos, la práctica va haciendo a la maestra… o maestro, como vean.
Los gráficos son sencillos, no precisamente feos pero sin grandes detalles en texturas ni un esfuerzo marcado en que parezca un anime en movimiento. Los escenarios pueden parecerles algo tristones en cuanto a decoración, pero al menos son súper variados. El diseño de los personajes vacila entre lo cute y lo sexy, con figuras de ojos saltones, caras coquetas y muchachas con escotes que invitan a presenciar cada una de las escenas de baño de burbujas que aparecen como premio al finalizar cada mundo.
La música me gustó mucho, me recuerda tonaditas de juegos clásicos, sin tantos arreglos orquestales y más bien pegajosas porque las estaremos escuchando mucho rato. Y cuando digo mucho rato me refiero a muchísimo rato. Para poder avanzar se requieren al principio unas tres horas por planeta, pero la dificultad aumenta de manera grosera con cada nuevo nivel, así que será necesario andarle pastoreándole para subir de nivel, desbloquear habilidades, comprar equipo y subirle de poder a todo lo que se le pueda subir.
El doblaje de Mugen Souls Z viene con opción para escogerlo en inglés o japonés, y aunque personalmente no soporto las voces chillones originales japonesas, anticipo que será la elección de la mayoría. Las voces en inglés también se escuchan bien y le brindan personalidad a Chou-Chou y cada uno de sus lacayos, pero tampoco esperes un trabajo excelso en este apartado. Es simplemente atinado y divertido.
Si te gustan los RPG con reto y montones, realmente montones de hora de juego por delante, de verdad tienes que darle una oportunidad a Mugen Souls Z. La simplicidad de sus gráficos no te debe engañar porque la historia atrapa con sus cómicos diálogos y momentos inesperados, además de que el sistema de batalla es lo suficientemente profundo para no sentirlo cansado de tanto “levelear”. Nivel 9,999 y ataques de billón de puntos de salud de daño esperan a los más clavados.