Sixto Valencia Burgos, el dibujante estelar y “padre” del popular cómic mexicano Memín Pinguín, falleció el día de hoy a los 81 años, a causa de un infarto. El personaje fue creado por Yolanda Vargas Dulché en los años 40, pero Sixto ganó a Editorial Vid (fundada por Yolanda y su esposo) en 2010 una demanda por derechos los de autor sobre el personaje y su diseño.
Desde 1963, el caricaturista y dibujante realizó en total 366 historias del personaje de oscura piel y labios prominentes, las cuales, debido al abrumador éxito, se reeditaron hasta la primera mitad de los años 80 en tonos sepia. Se estima que semanalmente Memín Pinguín vendía un millón de ejemplares.
En 1983, la Secretaría de Educación Pública (SEP), imitando los pasos de diversas instituciones en Europa, reconoció a la historieta como el octavo arte y adoptó un programa de difusión de Memín Pinguín. El caricaturista fue invitado por la SEP a participar en un proyecto de historieta de la literatura mexicana en donde se resaltaba el papel del cómic en la cultura nacional.
Para ese entonces La Familia Burrón, de Gabriel Vargas; Kalimán, de Rafael Cutberto Navarro y Modesto Vázquez González; Brujerías, Hermelinda Linda y Aniceto Verduzco, de Oscar González Guerrero, José Cabezas y Fausto Buendía; El Pantera, de Daniel Muñoz Martinez y Juan Alba, así como Memín Pinguín, ya habían marcado un antes y un después, volviéndose productos de consumo masivo por todos los estratos sociales.
Con la entrada de nuevos tebeos al mercado nacional que asemejaban más el formato del cómic estadounidense, Editorial Vid le encargó a Sixto Valencia rehacer las 366 historietas, pero en esta ocasión a color y en un formato impreso de mayor tamaño, aunque el principal cambio se dio quizá en el nombre, al que se le agregó una diéresis para quedar en Memín Pingüín.
En 2006, la SEP retomó el proyecto de historieta de 1983 y volvió a llamar Valencia Burgos para ilustrarlo, publicación que tuvo un tiraje de 27 millones 500 mil ejemplares que fueron distribuidos en las escuelas públicas a nivel primaria de todo el país de manera gratuita.
En diciembre del año pasado, el artista originario de Villa de Tezontepec, Hidalgo, recibió un homenaje en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde irónicamente podemos recordar sus palabras: “Espero que el fin de mi existencia no me sorprenda repentinamente, sin realizar un par de proyectos muy avanzados. Pero si está escrito, me daré por bien servido. Espero se me recuerde como un dibujante que brindó su arte para el sano entretenimiento de las familias y que dejó un legado cultural a México”.