Sony Computer Entertainment nos trae la edición anual del videojuego de béisbol que se ha mantenido ya por varios años como el puntero, MLB 14: The Show, que a pesar de no tener ya prácticamente competencia no han dejado de lado la oportunidad para para consolidarse como la única y mejor franquicia de su tipo. La reseña está basada principalmente en la versión de PS Vita, pero el título también está disponible en PlayStation 3 (y próximamente en PlayStation 4).
MLB 14: The Show
MLB 14: The Show mantiene prácticamente las mismas bases del año pasado, tratando de no modificar bruscamente para que el usuario se sienta lo más familiarizado posible, incluso la tipografía es la misma. Sin embargo, el primer cambio notable viene el diseño del menú, con una especie de foto mural relativo al deporte, con cuadros que fungen como botones para activar las opciones disponibles.
La música de fondo es relativamente más certera, sin tantos temas de relleno, sino más bien pensado en que la experiencia se sintiera más ágil. En sí, la banda sonora no es demasiado variada, pero sí refleja cierta animación y provoca en momentos querer mover la cabeza. Sobre los comentaristas, sólo escucharemos algunas frases diferentes, pero ningún cambio drástico. El sonido en general mantiene su nivel de calidad, captando detalles buenos como cuando el bate cae o más notorio cuando chocamos la bola, donde será más fácil reconocer qué tan buen contacto hubo y definir si es palo de vuelta entera.
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La cuestión gráfica tampoco es para brincar de la grada, ya que las mejoras notables se esperan en la consola de nueva generación: se mantiene la línea del bateador en turno, desde que se acerca a la caja, hasta el swing, el check, toque, mirar la bola y la continuación de todo el movimiento. Pasa igual con los lanzamientos de todo el cuadro, incluyendo al pitcher. Las animaciones del inicio del partido como la gente, umpires, carreras, robos de base, e incluso cuando los coaches de primera y tercera se mueven para esquivar un foul: todo es idéntico al año pasado, aunque esto no quiere decir que luzca mal.
Unas rolitas por el short
El béisbol es un deporte de reacciones muy rápidas -aunque digan que es de gordos- por la velocidad que alcanza la bola desde que es lanzada hasta que es atrapada o bateada. En MLB 14: The Show trataron exitosamente de plasmarlo con el control en tus manos. Este año el juego viene con una ligera mejora de la nitidez de la redonda, pues es más notorio desde que abandona la mano del pitcher y hasta que llega al plato, haciendo más fácil anticipar el tipo y ubicación.
Respecto a la zona de bateo, parece ser que agregaron un factor humano más marcado, pues antes el recuadro marcado era forzosamente strike, fuera como fuera la pelota, y ahora entre más se acerque uno a los límites de la zona, se va a marcar lo que el umpire “considere”. En ocasiones un pitcheo que cae en la zona será marcado como bola por dónde haya roto el plano, ejemplificando sería con un slider que abre en su trayectoria pero cae dentro, y pudiera ser considerado bola o viceversa. Esto es un detalle que podría no gustarle a algunos, pero en lo personal creo que el factor humano es lo que más sabor le da al béisbol.
Siguiendo con los pitcheos, los estilos en MLB 14: The Show siguen siendo iguales, pudiendo escoger los botones físicos o tocando la pantalla en la PS Vita para agregar exactitud a la ubicación con respecto al efecto. Similar también son las modalidades de los controles, usando ambos joysticks para dar ubicación y fuerza a la pelota, o presionando X si queremos utilizar el modo de toque, que consiste en atinar al presionar el botón cuando un círculo negro abre y cierra dentro de la probable ubicación de la bola. Ambos modos son difíciles de dominar pues requieren concentración y no hay manera de definir cuál es más práctico, solo cómodo.
El bateo puede ser análogo, de toque, de zona o de tiempo. Lo único que ha cambiado es la dificultad que ofrece, pues “Principiante” genera un reto a pesar de requerir solo tocar el botón de swing normal o de poder. Tendremos la posibilidad de incrementar el reto de manera gradual, que se basa en los logros obtenidos en los turnos al bate, que calculan sobre la marcha qué tanto hemos mejorado al momento de hacer swing. Los modos están relacionados con la precisión que se requiere para colocar la bola en el diamante, pues puede o no obedecer al joystick izquierdo el cual determina la manera en que agarramos el bate al chocar con la pelota. Este detalle no debe de pasar por alto cuando sabemos que en la zona de strike, el lugar donde esté la esférica repercute directamente en el producto final de batazo. Permanece la manera de adivinar los lanzamientos, con el gatillo derecho y la palanca izquierda, y presionando el botón del tipo de pitcheo, o en su defecto tocando la pantalla.
Fildear -correr hacia la bola en el intento de atraparla- ha agregado mucho más realismo a la mecánica del jugador. Los jardineros correrán igual que antes, pero un movimiento brusco al tratar de controlarlo genera que sus trayectorias se vean modificadas de forma más agresiva, haciendo que pueda perder foco de la pelota y a su vez, no atraparla. Es importante mantener una línea continua y calcular bien la zona que se nos marca, pues un descontrol cuando el jugador está encarrerado, puede desembocar en fallar y por lo mismo de la inercia que lleva, lastimarse.
También quedó sin mayores cambios el modo para el robo de bases en MLB 14: The Show, que se controla de igual manera con los gatillos y las palancas para señalar si todos los corredores van, o solo alguno en específico.
Hace unos párrafos, hablamos de la animación en el lanzamiento y que se mantenía igual, pero la mecánica sí mejoró. Ahora existe un medidor iluminado gradual en rojo-verde-rojo que requiere mantener presionado el botón X antes de que la pelota sea atrapada por el jugador, y soltarlo cuando la aguja alcance la parte media del color verde para asegurar precisión. Deberemos de tener cuidado con los tiempos: muy tarde y el lanzamiento no llegará en buen momento para hacer el out, o muy temprano y soltará la bola. La precisión depende del medidor, pero también de la habilidad del que lanza, pues no es genérica.
Ahora, cuando mandemos llamar a algún pitcher de relevo, una vez que esté sobre el montículo, tendrá ocho oportunidades para calentar, que nos ayudan cuando no estamos tan acostumbrados a él, o ya agarramos confianza con el que estaba. Podremos declinarlo, pero es recomendable tomar los chances necesarios ya que influye directamente en lo listo que esté para iniciar.
Road to the Show: “Levelear” a un pelotero
MLB 14: The Show mantiene los modos de juego rápido, entrenamientos, playoffs y temporada completa, no han cambiado y mantienen sus mismas funciones, sin embargo esta edición cuenta con dos modificaciones muy importantes, uno en el modo Road to the Show y otra en la opción Quick Counts.
El modo Road to the Show consiste en crear un jugador novato a nuestro gusto. Es posible decidir el equipamiento, las características físicas, manera de pararse, hacer swing, caminar al plato, seguir el bateo y algunas habilidades dentro del juego. Para estas últimas se cuentan con pocos puntos, dándonos la posibilidad de crecer hasta el máximo nivel permitido. El jugador pertenecerá a cuatro posibles equipos: Oeste, Centro, Este e Internacional. Participaremos en un total de tres partidos en la posición deseada, en los cuales sólo podremos desempeñarnos como nuestro jugador, tanto en el plato, como en el campo.
La posición de cátcher nos permite colocar el guante y pedir el lanzamiento, pero deberemos mover el joystick izquierdo al lugar donde la bola va a caer, de lo contrario podríamos no atraparla y resultar en un error. Pasa lo mismo a la hora de fildear cuando haya una falta. Cada decisión acertada o no, nos generará puntos para calificarnos al final del partido y recibir reprimendas o felicitaciones del manager.
Cuando estemos bateando, se usa el sistema regular de MLB 14: The Show, pero al lograr llegar a alguna base tendremos pleno control del jugador, pudiendo decidir si intentamos robo, adelantar o retroceder para confundir al pitcher, regresar a la almohadilla cuando traten de sacarnos o correr cuando un compañero choque la bola. Aquí es cuando debemos de tener cuidado porque la cámara se centrará en el jugador pudiendo ver la trayectoria de la pelota, más no de la zona en donde va a caer, lo que dificulta la decisión de esperar o continuar corriendo. No siempre entraremos a la defensiva, solo cuando lo deseemos o la situación del partido sea difícil.
Una vez que hayamos terminado los tres juegos, entraremos al draft para ser seleccionados e ir a jugar a un equipo de Ligas Mayores. Podremos optar por decir a cuál nos gustaría ir y es probable que se concrete, pero mayores son las probabilidades de ser contratado para jugar en el equipo de AAA, donde tendremos que demostrar en temporada completa que podemos jugar en la MLB. Para quienes disfruten de mejorar o “levelear” a un personaje, puede ser entretenido, pero para quienes prefieren las grandes ligas, puede no agradar. Una opción que trae esta modalidad es la de declinar el contrato para regresar a la universidad y jugar otro año más -en realidad son únicamente tres partido más- en busca de mejorar el rendimiento y aumentar las oportunidades de ir a un equipo mejor.
El otro cambio es en Quick Counts. En un principio la idea se vendió como una forma de acelerar el juego y cortar su duración, que podía llegar a ser hasta de 45-50 minutos, para reducirlo a unos quince. Quick Counts consiste en iniciar cada uno de los turnos al bate, tanto del contrario como los propios, con una cuenta generada en automático, ya sea con dos bolas y un strike, tres y dos, dos y dos, uno y dos. Todas las posibles podrán aparecerse, sin embargo con mayor porcentaje de probabilidades aquellas que ponen al bateador en ventaja, como tres bolas y un strike o dos y uno. Las cuentas con las que aparezcamos al plato, influyen en el número de lanzamientos y en el cansancio del lanzador, por lo que mantiene su ritmo de fatiga. Es claro que este modo disminuye el tiempo invertido en un partido e incrementa la emoción por el hecho de estar alerta en cada jugada, pero desventaja es que podría no engancharnos con el momento. Esta opción puede ser activada en cualquier modo de juego, pero invalida cualquier trofeo de PlayStation que se busque obtener.
Para la parte de los trofeos, no son tantos, pero todos tienen un grado un poco elevado de dificultad, aunque en niveles bajos, podrían desbloquearse en pocos intentos. Para poner algún ejemplo, está el trofeo por conseguir un par de cuadrangulares por jugadores consecutivos, hacer un grand-slam, o hasta ponchar a un bateador sin que haga swing en el último strike. Y también están los específicos, que buscan lograr partidos casi perfectos con ciertos peloteros, donde exigen cierta cantidad de carreras impulsadas, porcentaje de bateo, ponches o batazos de vuelta entera.
Para MLB 14: The Show, que como les comenté estará para las tres consolas de Sony, existe la posibilidad del cross-save, que es guardar nuestro avance en la nube para poder continuar jugando en cualquiera de los otros sistemas. Eso sí, antes de empezar cualquier modo de juego que requiera más de un partido, es recomendable revisar los cambios en los rosters, pues como cada año, con las contrataciones, algunos jugadores ya no están en el primer equipo, pero podría ser que se encuentren en las ligas menores.
Se vuela la barda
MLB 14: The Show, sin cambios tan prominentes en PS Vita y PlayStation 3, es una mejora al año pasado para los fans de la franquicia. El modo Road to the Show agrega una característica idónea para quien en verdad le gusta empezar de cero, de un vil cero a la izquierda, mientras que Quick Counts es sin duda la cereza del pastel, nos tiene en tensión constante durante el partido pues se acabó la táctica de ser pacientes en el plato: Es batear o morir.
Para quienes gustan del béisbol y entienden a fondo el deporte, MLB 14: The Show puede ser uno de los mejores títulos del género e ideal para dedicarle varias horas. Y quienes no sean fanáticos, podrían divertirse al tratar de sacar los trofeos, sobre todo por su dificultad. Imperdible juego que ya no es posible tacharlo de aburrido. Así que si me permiten, voy a recordarle a esos Red Sox quienes son los bombarderos del Bronx… El “Babe” mediante.
Actualización con las mejoras para PlayStation 4
Tardé un rato, es verdad. Pero aquí les traigo la actualización de la reseña, pero con las mejoras que podemos apreciar en MLB 14: The Show, pero corriendo en la potente y hermosa PlayStation 4.
En breves palabras comentaré que no existe cambio en la parte de la jugabilidad, ni del bateo, lanzamientos, hud, menús. Pero hay varias razones para presumir que la experiencia de juego se amplificó bastante. El primero es la mecánica de movimiento de los jugadores, que de por sí ya era buena en la PS Vita, ahora mejora significativamente con gestos muy similares a los que un experimentado pelotero realiza: arqueos en los lanzamientos para calentar, ese pequeño salto antes de los tiros, gestos de cansancio en los pitchers, mañas de los jugadores de cuadro. Detalles tal vez, pero que hacen más completo al juego, más realista, y eso es lo que pedimos en cada título deportivo.
La audiencia está para ponerse de pie. No ellos, nosotros. Acepto que encontré dos ó tres errores de duplicación, sin embargo son imperceptibles con tanta multitud. Para empezar, de lejos se ve eso precisamente, multitud, no un conjunto de personas puestas en las gradas. Los brazos, cabezas, ropa, gorras, movimientos son casi sin un patrón marcado, el cual sí lo hay, pero no se nota. Se puede observar cuando una bola de foul, es buscada por la gente a su alrededor. Cuando se ponen de pie en una jugada importante, y la algarabía de un ponche, o home run. Todo eso se plasma. Es difícil encontrar ropas idénticas y aledañas en la afición. Están incluso mezcladas personas de un equipo, y de otro, creando diversidad en el público.
Podremos seleccionar qué tanto invade la transmisión televisiva, a nuestro encuentro, permitiendo ver escenas de las mejores jugadas, introducciones a los partidos, jugadores calentando, entrevista a mejor jugador del encuentro y hasta cuando emparejan la tierra del cuadro. Todo acompañado de nuevos comentarios de los narradores, que se agregan a los ya existentes, pero que ahora son mucho más atinados con lo que sucede dentro del juego, y respecto a lo que pasó en el desarrollo del mismo. Las tomas extra nos dejan ver el dugout con los managers, jugadores y hasta al bateboy, quien también tiene buenos movimientos y va por cada bola que caiga detrás del plato.
Gráficamente hay muchos más aciertos que errores, estos últimos se encuentran la ropa que presume de excelente mapeo y texturas, pero desgraciadamente carece de una gran animación al ser moldeada con los movimientos, sin embargo no es algo que afecte la calidad. Los rostros tienen por momentos buenos gestos de esfuerzo, y su punto más alto llega con las expresiones de Joe Girardi: nulas. Sin embargo por momentos veremos buenas muecas de los bateadores, sin llegar a ser buenísimas. Los escenarios se sacan cuatro estrellas y media, siendo sumamente realistas, y pierden esa mitad de estrella con el no tan buen efecto de la tierra al saltar con un pelotazo. Pero el pasto, paredes, pantallas y demás elementos que forman a los estadios, hacen de ese detalle, uno pequeño. Creo que explotan muy bien la potencia gráfica de la PlayStation 4.
Por la parte técnica, amé la utilidad de guardar mi avance en la nube. Ahora ya que tengo las versiones para la nueva consola de Sony y la PS Vita, me llevo mi temporada de una consola a otra, así que en estos días que estaré fuera de la ciudad, aprovecharé para seguir dando bambinazos en el Bronx.
Terminaré mi actualización, añadiendo que no estamos hablando de un juego que venda consolas, ni tampoco de la última maravilla en deportes, solo que se siente muy bien MLB 14: The Show en PlayStation 4, explota el poder de ésta, nos mete mucho en el juego, y nos regala bastantes momentos muy emocionantes a los que amamos a un deporte tan devaluado como el béisbol. Vale la pena su compra, en definitiva, pues es una bocanada de aire fresco para los que les gusta la estrategia que demanda el rey de los deportes, y de paso, para dar batazos y ponchar a diestra y siniestra.