Si hay una saga en cine que película tras película intenta derrochar escenas de acción y subir tu adrenalina al máximo, ésa es Misión Imposible. Cada nueva entrega tiene más disparos y persecuciones que la anterior y Misión Imposible: Protocolo Fantasma prometía superar a las precuelas. Y ahora también en Blu-ray.
Misión Imposible: Protocolo Fantasma | Crítica
Tom Cruise vuelve a interpretar a Ethan Hunt, el protagonista de la saga Misión Imposible. Si tu primera pregunta es algo como “¿Tom Cruise aún puede interpretar este tipo de papeles cargados de derroche físico y explosiones?”, respìra tranquilo, parece que con cada nueva entrega, Ethan Hunt lleva sus capacidades a nuevos límites y Misión Imposible: Protocolo Fantasma no es la excepción.
La primera secuencia muestra al agente Hanaway de la IMF intentando escapar con unos documentos de un grupo de empistolados perseguidores; varios disparos y maromas después, el agente es muerto por una rubia asesina, quien huye con el maletín, empezando así la maraña de intrigas y espionaje.
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Para Protocolo Fantasma, Ethan Hunt será acompañado de la agente Jane Carter (Paula Patton) y el agente Benji Dunn (Simon Peggs), quienes antes deben “reclutarlo” de una cárcel a donde fue confinado por una razón sin definir. Ethan dirige a este equipo para identificar al posible comprador del maletín que le fue arrebatado al agente Hanaway y para ello se infiltrarán al mismísimo Kremlin, en Rusia, para obtener los archivos del principal sospechoso.
Para su mala fortuna, durante su misión el Kremlin es bombardeado, Rusia culpa a los agentes de la IMF y lo asume como una provocación de guerra por parte de Estados Unidos de América. El presidente norteamericano no tiene otra opción que desbandar a la IMF, por lo que activa el Protocolo Fantasma, mediante el cual el equipo es disuelto y los agentes quedan sin apoyo de su gobierno.
Ethan Hunt y el Protocolo Fantasma
Tu misión, si decides aceptarla, es seguir durante 133 minutos las peripecias del agente Ethan Hunt y el grupo de agentes renegados en su búsqueda por esclarecer el caso, limpiar sus nombres y capturar a los verdaderos culpables. Una misión que, puedo adelantar, vale totalmente la pena para los amantes del cine de acción y las secuencias policiacas. Y es que desde el primer minuto de la película sabes que su director, Brad Bird, no se va a andar por las ramas. Si tú entraste a la sala de cine para ver acción, acción es lo que verás en uno de cada tres minutos de la cuarta entrega de Misión Imposible.
Creéme, la palabra “Imposible” no está de adorno en el nombre de esta película. Protocolo Fantasma ofrece al espectador varias de las escenas de acción más trepidantes que hayas visto en la pantalla grande (o en la de tu casa), con persecuciones en medio de una tormenta de arena, infiltraciones imposibles, carros que vuelan en pedazos, tecnología de quien sabe qué futuro y las increíbles escenas cuando Ethan Hunt tiene que escalar el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo.
La producción en este aspecto está increíblemente realizada, al grado de que la secuencia de la torre realmente te llena incluso de una sensación de vértigo y ansiedad. Esta escena seguro se volverá la nueva secuencia icónica de la franquicia, superando a aquella donde Ethan Hunt se quedaba suspendido a pocos centímetros del suelo en la primera película de Misión Imposible (1996).
La clásica película de acción
Aquí se nota la gran influencia de Brad Bird, pues es un experimentado director de filmes de animación, como Los Increíbles y Ratatouille, y se nota su atinado manejo del espacio visual, las bromas y los momentos clave. Es cierto, algunas secuencias y gadgets te sacarán la expresión de “no mames” porque realmente se ven fuera de toda proporción medianamente realista, pero nunca deja de ser una película entretenida y con una producción cuidada hasta el último detalle.
Lo que no encaja en la misma proporción es la historia, que suele ser accesoria en esta clase de cintas, pero que en Misión Imposible: Protocolo Fantasma avanza a un paso tan fragmentado que la narrativa prácticamente avanza a cuentagotas.
Esto puede tener un lado bueno y uno malo. El bueno es que la historia en realidad no es tan atractiva y hasta se podría decir que es una copia de otras chorromil películas, así que el espectador concentra toda su atención en cómo se resuelve el problema que está viendo en ese momento y no piensa a futuro o en cómo terminará la película.
El lado malo es que si eres muy exigente con la trama pues… te adelanto que no es muy original, no es muy buena y parece como tipo videojuego viejito: cada nivel te enteras un pedacito de la historia y que no altera gran cosa el rumbo de Protocolo Fantasma. Cada 30 minutos es un nuevo nivel, con una forma de resolverse y que apenas te encamina hacia otra parte de la historia… y agárrate, porque la trama tiene que ver con misiles nucleares y un intento por que se enfrenten Rusia contra Estados Unidos.
Otro punto bajo es que la mayoría de problemas que enfrentan los agentes son más bien consecuencia de la poca ayuda que reciben, que por un villano inteligente, meticuloso y preparado. La sensación de que falta un antagonista más fino queda flotando durante gran parte de la película… es un mafioso bastante simplón y sin chiste, a decir verdad.
Pese a la historia plana, los personajes están muy bien interpretados y llegan a caerte bien… menos la agente Carter que si yo fuera el jefe de la IMF la hubiera despedido a los cinco minutos de haber comenzado el filme. Su papel es muy sin chiste, muestra pocas emociones para ser el personaje que más debiera mostrarlas y al final te vale un pepino si la matan o sólo la hacen pedacitos los malos.
El resto de los actores realiza una labor entre buena y muy destacada, aderezada con algunas bromas en los momentos justos, que bajan un poco la tensión y te hacen ver que a pesar de que andan colgando a 130 pisos de altura, los agentes son personas que igual ríen, sufren y patalean cuando no les salen las cosas. Una mención honorífica para Tom Cruise, quien no sólo realiza al mejor Ethan Hunt de la saga, sino al más intrépido, al ser él mismo quien pone su vida en riesgo en las escenas del Burj Khalifa: cero dobles, puro profesionalismo.
Para cerrar la crítica de Misión Imposible: Protocolo Fantasma, hay que decir lo justo: ésta es la mejor película en su género del año… y de muchos años. Cierto que la historia no es original ni tan interesante, pero lo que guía cada minuto de este filme son sus increíbles secuencias de acción, un espectáculo como pocos en el cine. Misión Imposible: Protocolo Fantasma es la mejor entrega en la saga de Misión Imposible: una cinta 100 por ciento palomera, pero también 100 por ciento entretenida.
1 comentario
Buena reseña, ya vi la peli pero me puse a leer por curiosidad