Llega Los Croods, el primer estreno animado del año (porque Tadeo, el Explorador Perdido es en realidad de 2012). El filme animado por computadora de Dreamworks costó 150 millones de dólares y contó con más de un año de retraso, aunque al ser estrenada en una época que podríamos llamar “baja”, no cuenta con la expectativa de otras animaciones. ¿Vale la pena pagar o mejor nos quedamos con Pedro y Vilma?
Los Croods
El nombre de Chris Sanders seguramente le sonará a los fanáticos del cine animado. El cineasta tiene una larga carrera participando en diversos filmes de este tipo y se encargó de dirigir Lilo y Stich, para Disney, y Cómo Entrenar a tu Dragón, para Dreamworks. El visionario hombre de 51 años regresa ahora el rol de director y guionista de Los Croods, cinta en la que comparte su labor con Kirk DeMicco.
Los Croods, a su vez, es un regreso a la prehistoria, una de las épocas que más risas y buenos dividendos ha sacado en la animación, desde la popular caricatura Los Picapiedra hasta El Valle Encantado y un montón de largometrajes con los cuales podemos encontrar ciertas similitudes.
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Claro que la fuerza de Los Croods no está únicamente en el periodo que representa en pantalla, sino en los valores familiares y las ingeniosas bromas que siempre logra imprimir Chris Sanders. La película resalta los valores y los lazos familiares en una historia donde una familia de cavernícolas se ve obligada a salir de su cueva para enfrentarse un mundo desconocido.
Sin duda, la estrella del show es Grug, un padre sobreprotector que se ha dedicado a inculcarle el miedo a su familia como principal método de sobrevivencia. La familia Croods vive en una pequeña cueva sellada a piedra y lodo de la que sólo salen algunas horas al día para lo más esencial, como estirar un poco los pies y conseguir comida.
Pero Eep, no piensa de la misma forma. La hija mayor tiene un espíritu aventurero y quiere descubrir lo que hay más allá de los 500 metros de terreno que conoce. Una noche, Eep se escapa de su cueva y conoce a Guy, un cavernícola nómada que le advierte que una catástrofe que “abrirá el suelo y creará ríos de lava” se acerca. La chica le informa su familia, que parece no tomarse muy en serio la amenaza hasta que ven cómo su cueva y todo lo que conocen se desmorona en pedazos y son obligados a escapar y buscar un nuevo hogar… que para la visión de Grug, tiene que ser otra cueva aún más pequeña.
Yaba Daba Doo
Desde los primeros minutos de Los Croods se nota el ritmo que llevará la película: comedia con situaciones de acción desenfrenada y chistes casi cada tres minutos, todo combinado de manera magistral, dando paso a divertidas secuencias rápidas de persecución que te asombran con la atención al detalle en la parte técnica, así como a estarte carcajeando y mantener una sonrisa en la cara durante los 98 minutos que dura la película.
La mayoría de bromas tienen que ver con intentar sobrevivir en el ambiente más hostil posible, enfrentar a curiosas bestias, en las relaciones familiares y en la personalidad de cada integrante de los Croods, todos cayendo en algún estereotipo divertido que es fácilmente asociar con lo que vivimos en el día a día. Mención especial para el chiste de “hazte el muertito”, que si existiera una categoría a Mejor Broma en los Oscar, seguramente la ganaba de calle, literalmente esta escena te mantendrá riendo por más de cinco minutos después de haberla visto.
Grug
El líder de los Croods. Un padre de familia no tan cariñoso, sobreprotector y chapado cavernariamente a la antigua. Ubica su cueva como el único lugar seguro sobre la tierra, teme a lo nuevo y evita ser curioso: curiosidad igual a muerte. Necio, fuerte, de léxico limitado, pero con corazón de tiranosaurio, Grug es sin duda el personaje más entrañable de todos.
Ugga
Amorosa y comprensiva, Ugga es también la primera madre moderna de la prehistoria. Esta mujer cavernícola es la esposa de Grug y confía (casi siempre) en que sus decisiones son las mejores, sin embargo, ante la llegada de Guy se cuestionará si realmente el camino que sigue su familia es el mejor ante nuevos tiempos y la búsqueda de felicidad de su hija.
Eep
Esta divertida, rebelde, greñuda y corpulenta jovencita de espalda ancha se convertirá en la chispa motor de Los Croods. De espíritu aventurero y temerario, Eep cae enamorada de Guy cuando lo conoce e intenta que éste le enseñe su visión moderna del mundo, por lo que hará hasta lo imposible para que su familia lo “adopte”.
Thunk
Este pequeño mastodonte de más de dos metros de alto y 2oo kilos de peso es apenas un chiquillo de nueve años. Thunk representa la ingenuidad e inocencia de su edad con una fe ciega hacia su padre. Normalmente es quien da inicio a las labores de cacería para cansar a la presa. Un tipo torpe que maneja varias de las mejores bromas del filme.
Sandy
“Suelten a la niña” es la frase que suena cuando todos los demás intentos para atrapar comida fallan. Sandy es una máquina de guerra con apetito insaciable que no cede terreno ante nada y ante nadie. Podría decirse que esta pequeña niña es el vivo retrato infantil de Grug. No habla, pero vaya que gruñe y siempre anda acompañada de un osito de felpa.
Abuela
Esta respetable anciana (de 45 años de edad) es el segundo personaje más carismático de Los Croods. Con sus rabietas y su eterno pleito con su yerno, Grug, da paso a sonrisas y carcajadas cada que sale a cuadro. A pesar de su edad, esta señora termina siendo la más hambrienta de la familia y es mejor tenerla lejos cuando la comida ya se terminó.
Guy
De apariencia más esbelta y atlética, Guy representa lo opuesto a los Croods. Su idea es vagar siempre libre, no temerle a nada y usar el cerebro antes que los puños. Este joven usa zapatos, paraguas y varios inventos que vuelven su vida más cómoda y moderna. Como es de esperarse, empieza a desarrollar sentimientos por Eep.
Brazo
Brazo es una de las múltiples criatuas seudo prehistóricas que aparecen en Los Croods, una especie de perezozo que pasará a la historia como la primera mascota. Aparte de servir de compañía de Guy, le ayuda en situaciones comprometidas y a que no se le caigan los pantalones.
Además de sus bien desarrollados personajes, Los Croods también es un logro en materia técnica, con una vívida, colorida y fluida animación por computadora que nunca cesa de maravillarte. Si decides verla en 3D tampoco hay pierde, pues el filme hace buen uso de este efecto para acentuar más que nada las tomas dramáticas.
El sonido y la música están en el mismo nivel, pero sin duda lo que más resalta es el doblaje al español latino: increíble. Siempre me he quejado cuando las traducciones incluyen demasiados modismos y acentos muy regionalizados, sin embargo, tengo que decir que todo esto funciona muy bien en Los Croods.
La familia tiene un aire de “chilango” con el típico acento marcado tepiteño, siempre usando palabras y frases “modernas” que provocan hilaridad y quedan muy ad hoc, dado el concepto de una familia cavernaria con un lenguaje muy limitado. Más allá de la línea de doblaje, la interpretación de los actores que prestan su voz a la versión en español es estupenda. La voz de Humberto Solórzano encarnando a Grug es la mejor de todas, pero no quedan atrás Eiza González (Eep), Alfonso Herrera (Guy), Arturo Castañeda (Thunk) y Ángeles Bravo (la abuela); en general, me cuesta trabajo recordar un doblaje más divertido que éste en cine animado.
Pero no todo es broma y risas, Los Croods, como decía, encierra un mensaje final sobre el valor del núcleo familiar. La conclusión de la película da paso al drama y al sentimentalismo, mientras invita al espectador -niño, adolescente o adulto- en pensar en lo difícil que por momentos resulta la labor de un padre y el compromiso de quedar bien con sus seres queridos por encima de todo.
En resumen, Los Croods es una cinta animada muy, muy entretenida para todo público, con una trama simple e incluso genérica, en la que no nos salvamos de la típica moraleja de la historia, pero que al menos la presenta de una manera tan divertida/emotiva que es difícil pasarla por alto. La alta calidad técnica y el inspirador doblaje son otro punto a su favor y es prácticamente imposible salir de la sala sin una sonrisa de oreja a oreja.