El anteproyecto presentado por el Senado en materia de telecomunicaciones despertó una ola de controversia al tocar en uno de sus artículos el tema de los videojuegos.
Dentro del artículo 32, quinto transitorio, la iniciativa plantea que los espacios para la promoción de videojuegos en medios masivos de difusión concesionados por el gobierno deben ser regulados mediante un sistema de clasificación de los mismos.
“Los concesionarios de radiodifusión y de televisión o audio restringidos no podrán promocionar video-juegos que no hayan sido clasificados de acuerdo a la normatividad aplicable, misma que deberá expedir el Ejecutivo Federal dentro del plazo referido en el párrafo anterior [180 días naturales después a la expedición del decreto]”.
Este párrafo inmediatamente levantó polémica en redes sociales que ven en la iniciativa un (nuevo) intento claro de censura y de controlar el contenido y la venta de los videojuegos. Antes de prender las antorchas y querer quemar en leña verde a los responsables, es necesario destacar algunos puntos:
- La iniciativa, en caso de ser aprobada, sólo afectaría los anuncios comerciales que contraten las compañías para sus videojuegos, principalmente en televisión abierta (no recuerdo anuncios en radio).
- Dependiendo de la clasificación del juego, se determinaría si son aptos para tal o cual horario/programa/canal. Algo similar a lo que sucede con los estrenos en cine hoy en día.
- La Ley de Telecomunicaciones no toca ni pretende tocar las ventas directas en la relación tienda-cliente.
- Medios impresos e Internet no entran dentro de esta regulación.
¿Es realmente malo que un Instituto Verificador establezca los horarios, programas y canales más aptos para las pautas publicitarias de los videojuegos? Desde el punto de vista de las compañías y los estudios desarrolladores muy probablemente sí, pues sus estrategias de mercadotecnia son las que deberían dictar esta pauta, sin embargo, hay que reconocer que títulos como Pokémon y FIFA no tendrían problema, mientras que otros como Halo e Infamous quizá se verían obligados a adaptarse a las disposiciones aprobadas.
Desde la óptica del televidente esto podría ser incluso benéfico, ya que otros de los puntos de las Leyes Secundarias de Telecomunicaciones plantean sacar de televisión abierta anuncios “disfrazados” de información relevante (como los de Lolita Ayala), publicidad engañosa y limitar la aparición de productos nocivos como el alcohol y el tabaco en horarios infantiles (y con algo de suerte hasta a “la señorita Laura”).
¿Un sistema de clasificación realmente alienta la censura como especialistas han mencionado? No, de hecho puede ser todo lo contrario, pues la censura normalmente viene cuando se desconoce realmente el contenido de la obra. Un sistema de clasificación bien establecido tendería a fortalecer la industria y el mercado interno al respecto, brindando mayor información al consumidor final y a los padres que muchas veces desconocen del tema. El cine, la televisión y la literatura no se han visto afectados en México por la censura tras sistemas de clasificación, al contrario, la oferta es mucho más abierta ahora que antes de que fueran establecidos.
¿Implementaría el gobierno mexicano su propio sistema de clasificación de videojuego? No por fuerza, pero es posible. El anteproyecto maneja la palabra “expedir”, que en términos reales quiere decir “dar a conocer”. El gobierno mexicano tendría 180 días para aprobar y determinar cuál sería el sistema de clasificación, ya sea crear uno propio, adoptar el ESRB, que se usa en Estados Unidos y Canadá, o el PEGI, que ya fue sugerido incluso en 2012 por el Partido Verde Ecologista.
Sin embargo, lo más lógico sería que de momento se adoptara un sencillo sistema de clasificación como el que dictaminó la Secretaría de Gobernación (Segob) en marzo de 2007, y que funciona exclusivamente para determinar el tipo de público y los horarios de transmisión de películas, documentales, series, novelas y programas nacionales o extranjeros en las estaciones de televisión abierta.
El decreto establece las clasificaciones A, B, B-15, C y D, de acuerdo con el nivel y uso de violencia, adicciones, lenguaje y sexualidad en los contenidos de los materiales.
- A – podrán transmitirse en cualquier horario a todo el público; carecen de escenas con violencia física o sicológica, sexo, lenguaje obsceno y presencia de drogas.
- B – A transmitirse de las 20:00 a las 5:00 horas, aptos para mayores de doce años. Cuenta con escenas ocasionales de violencia y desnudos sin mostrar genitales.
- B-15 – Similar a la anterior, pero para mayores de quince años, incluye escenas con consumo de alcohol y drogas. Puede transmitirse de 21:00 a 5:00 horas.
- C – Para mayores de 18 años; contiene escenas con violencia (justificada), relaciones sexuales, palabras obscenas y consumo de drogas; debe transmitirse de las 22:00 a las 5:00 horas.
- D – Clasificación autorizada a mostrar, aun sin justificación, violencia, sexo, drogas y lenguaje obsceno, y debe ser transmitida de 0:00 a 5:00 horas.
Contrario a lo que Players Link menciona en una de sus notas, esta clasificación mexicana no representaría un altísimo costo y de momento única y exclusivamente tendría validez para efectos de pautar los espacios en televisión de las compañías que quieran promocionar sus videojuegos, no para la venta y distribución de los mismos.
¿Entonces cuándo puedo pararme a dar de sombrerazos y repartir súper hadokens? Por ahora no hay justificación para hacerlo. En Anim-Arte estamos convencidos que para que la industria de los videojuegos crezca en México se le tiene que ver como tal, y mientras la libertad de elección a la hora de comprar un videojuego debe ser un “derecho inalienable”, un sistema de clasificación oficial que oriente a los consumidores directos e indirectos, aunque sea por medio de anuncios en televisión abierta, no es una mala idea.
No, ya en serio, ¿cuándo puedo asustarme? Bueno, si bien el tema sobre la clasificación de videojuegos (re)apareció el día de hoy, este anteproyecto de ley no supone mayor peligro. Pero no hay que olvidar que el 11 de diciembre de 2012 el senador del PVEM Carlos Alberto Salas presentó un proyecto titulado Ley Federal de Clasificación de Videojuegos bastante más agresivo, que prohibiría la venta de juegos con material maduro a menores a no ser de que fueran acompañados de un adulto, entre otras varias disposiciones.
El proyecto de ley con sus antecedentes, justificaciones y la clasificación propuesta lo puedes consultar en la página del Senado de México. La iniciativa se turnó a las Comisiones Unidas de Gobernación donde ha permanecido detenida y parece muy poco probable que se apruebe como tal. El sistema de clasificación que sugería (AA, A+7, B+12, B+16, C y D), sin embargo, podría también servir como base en caso de ser aprobadas las Leyes Secundarias de Telecomunicaciones.