Ubisoft por fin liberó Just Dance 2014, la entrega más reciente de la franquicia de videojuegos rítmicos y baile más popular en la actualidad. El título, disponible para Wii U, Xbox 360 y PlayStation 3 (y próximamente para Xbox One y PlayStation 4), viene con la promesa de varias mejoras sobre sus predecesores… Pero, ¿qué tan bueno es realmente para alguien que se acerca a la saga por primera vez?
Just Dance 2014
Si eres como yo, que has preferido pasar los años mozos de tu vida viendo las nuevas película de Stallone en cine y aplastando tortugas en el Reino Koopa antes de ir a la boda de la amiga de la prima, o a la fiesta de quinceaños de la sobrina del tío político, entonces compartimos el mismo miedo natural para cualquier cosa que en la cajita diga “juego de baile”.
Voy a ser sincera, lo primero que pensé cuando tuve en mis manos la copia de Just Dance 2014 para reseñar fue montar mi consola en el sótano y encerrarme cual vil calabozo para evitar miradas curiosas. Soy de esas personas que no sólo tiene dos pies izquierdos, sino la cadera dislocada y un eterno conflicto con el ritmo, por lo que más allá de algunos brincos agarrada del barandal en la Pump It Up, mi experiencia con títulos de este tipo era casi inexistente.
Pero aquí la dinámica es diferente. Persiste la idea de seguir los movimientos en pantalla, pero a diferencia de las PIU y DDR, el tipo de juego en la saga Just Dance es mucho más asimétrico. En la pantalla aparece alguien mostrándonos los pasos de una elaborada rutina de baile, mientras que en la esquina inferior derecha van turnándose algunos íconos que nos ayudan a anticipar más o menos cuál va a ser el próximo movimiento, pero varios modos de juego alternan nuestra experiencia.
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Mueve el esqueleto
El juego, compatible con todas las consolas con periféricos de mandos de movimiento, lo que mide en realidad son los movimientos de nuestra mano derecha y bastaría tal vez con agitarla para marcar la mayoría de ellos de manera correcta, pero no, no, no, te estarías perdiendo de lo más divertido: Intentar ejecutar a la perfección las rutinas mientras que en el proceso luces como todo un bailarín, o más entretenido aún, hacer el ridículo con torpes movimientos hasta que poco a poco le vas agarrando la onda. Y si te lo preguntas, la respuesta de lectura es muy precisa y no te sentirás frustrado porque juras que lo hiciste bien.
Mi primera y obvia elección en Just Dance 2014 fue darle a “Gentleman”, del coreano Psy. La canción no respeta del todo los pasos originales pero la rutina está súper chévere y antes de darme cuenta ya estaba metidísima intentando copiar los movimientos y sonriendo como enana al saber que las cuatro quintas partes de ellos los estaba ejecutando pa’l perro. Mi sonrisa se convirtió en carcajada cuando al final de la canción el juego me muestra un resumen de mi rutina y me doy cuenta de lo terrible que soy, pero lo divertido que es intentar realizarlo bien.
De ahí continué con “Get lucky”, de Daft Punk; “Where have you been”, de Rihanna, “Feel this Moment”, de Pitbull y Christina Aguilera, y, mi gusto culposo, “Follow the leader, de Wisin y Yandel con Jennifer López. Para este momento ya estaba bañada en sudor y agotada, pero venía lo mejor, pues mis amigos llegarían a darle un rato a la bailada.
¿Me concede esta pieza?
Si jugar Just Dance 2014 en solitario me pareció sorpresivamente cool, hacerlo en bola es morbosamente entretenido. El título nos permite tomar el escenario con hasta cuatro jugadores (seis en Xbox One) al mismo tiempo e incluso en algunas canciones nos da la opción de ser cierto bailarín, con rutinas elaboradas que incluyen pasos tipo “La víbora de la mar” y coreografías a la One Direction.
Bailar el tema de los Cazafantasmas fue increíblemente divertido, con alguien haciéndola de Pegajoso, y ejecutar un danzón en pareja con “Careless whisper” de fondo me hizo sentir como uno de esos concursos de baile de Televisa, con todo y tropezones incluidos (mi cotorro video subido al archivo de Ubisoft ya tiene varios likes). Al final, la pena o la falta de pericia se olvidan y uno se concentra (o se desconcentra) en sólo pasarla bien.
Picándole un rato más a Just Dance 2014 uno descubre opciones bastante interesantes para seguir con el ritmo más rato. Una de las mejores sin duda es un modo tipo rutina deportiva, donde ajustas tu sesión de baile continuo según el tiempo que quieras ejercitarte, pudiendo comenzar desde diez minutos.
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El modo World Dance Floor es el componente online del juego, y, después de personalizar tu avatar, nos permite hacer equipo y competir contra personas de todo el mundo para ir acumulando puntos U en mayor cantidad, los cuales puedes cambiar después por nuevas rutinas, dificultades más altas o modos distintos para las canciones existentes.
Algunos modos que puedes ir desbloqueando son el de Batalla, donde compites contra la IA o contra otros jugadores en varias rondas de canciones; el ganador de cada ronda elige la siguiente canción y al final se suman los puntos logrados. Hay otro modo llamado Sweat que, como dice su nombre en inglés, es para ponerte a sudar en serio (de hecho se van registrando tus calorías quemadas totales). En On Stage bailas al estilo concierto pop, con una persona siendo el líder de la rutina y otro par acompañándola.
No todas las canciones tienen modos extras y hay algunas con más de una rutina alterna, la mayoría de ellas se obtienen cambiando los puntos U que logras tras pasar cada canción, pero otras se desbloquean según la fecha del calendario. En general Just Dance 2014 tiene para ponerte a bailar todo un año con su selección de más de 40 canciones y cerca de 250 rutinas distintas, sin contar el contenido adicional que Ubisoft vaya liberando mediante descargas.
Hablando de DLC
Este punto en realidad no me agradó del todo. La mayoría de canciones tienen un valor unitario de 2.99 dólares, que me parece bastante alto considerando que si comprara 40 de ellas terminaría pagando casi el triple de lo que cuesta el juego originalmente. Sería mejor que estos paquetes incluyeran dos o más canciones a un precio más razonable.
Otro detalle no tan limpio en Just Dance 2014 es la interfaz, que fuera de la selección de canción me parece poco intuitiva. Por ejemplo, para salir del modo World Stage no hay un ícono vistoso que te diga que tienes que picarle ahí para terminar la sesión y el botón de cancelar no tiene efecto; en otras ocasiones tienes que navegar entre incontables menús y opciones antes de llegar a lo que buscas.
El apartado gráfico, aunque sencillo, es muy, muy llamativo. Las coreografías no sólo son divertidas, sino que lucen muy bien en tu televisor, con diferentes temáticas en cada nivel acordes a la letra de la canción o al concepto que uno tiene de la misma. Aaah, y si tienes ganas de cantar también puedes hacerlo, pues se te premia con algunos puntos por hacerlo bien, aunque no se te penaliza por hacerlo mal… Es un buen agregado, pero faltó por ahí darle más profundidad a esta opción si es que la iban a meter.
Just Dance 2014 se anota como mis videojuegos favoritos del año, y no crean que es un título que exclusivamente le va a gustar a las mujeres; ya sea que quieras echar relajo, aprender a bailar, pulir tu ritmo o ejercitarte, tiene mucho para todos. Es más, no importa si eres hardcore gamer, casual gamer o ni gamer eres, Just Dance 2014 es tan bueno que no reconoce clasificaciones ni estereotipos, diversión universal para todos.