La producción de Iron Sky fue larga, arrancando en 2006, pero no pudiendo ver un tráiler del filme hasta el Festival de Cine de Cannes 2008. Apenas en fechas recientes fue estrenado gracias a Disney de Finlandia este filme donde nuevamente los nazis toman el escenario, ahora desde la luna.
Iron Sky
Pero debido a varios retrasos y tropiezos, la filmación en forma de Iron Sky comenzó apenas en noviembre de 2010 para terminar poco después, en febrero de 2011; una historia de tintes surrealistas donde nuevamente se utiliza el recurso de los enemigos nazis, aunque desde una perspectiva disparatada que llamará la atención de más de uno. Si les interesa, la cinta cuenta con una precuela en formato de cómic digital, Iron Sky: Bad Moon Rising, escrito por Mikko Rautalathi (Alan Wake) e ilustrado por por Gerry Kissell.
Dirigida por Timo Vuorensola y escrita por Johanna Sinisalo, se trata de una coproducción entre Finlandia, Austria y Alemania que desde su primer teaser mostró una idea bastante singular llena de platillos voladores, naves gigantescas con forma de dirigible y bases en la luna habitadas por nazis que escaparon de la Tierra en 1945, y que generación tras generación concentraron sus esfuerzos en una sola visión, la de regresar un día para conquistar el mundo. Bueno, ya saben, la historia de toda la vida, pero ¿cuántas veces hemos escuchado de nazis en la luna?
https://www.youtube.com/watch?v=ROPLRJlAcXA
Iron Sky comienza su historia hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando un grupo de científicos alemanes realizan investigaciones para viajar al espacio exterior; dando así lugar al lanzamiento de naves dirigidas al lado oscuro de la Luna, donde posteriormente construyen una base militar, “Schwarze Sonne”, que después de décadas se ha convertido en hogar de varias generaciones nazis que llegado el momento sueñan con su regreso a la Tierra.
La mala noticia es que la gente que está en las esferas de alto poder sólo desea regresar para destruir el planeta; finalmente, en el 2018 una inmensa flota nazi se dirige a nuestro planeta para “terminar lo que sus predecesores empezaron”, mientras los habitantes y gobernantes de la Tierra no saben si tomarse la situación con seriedad o en son de broma.
Los nazis llegaron y no llegaron bailando cha-cha-chá
A pesar un largometraje de corte independiente y alejado de la gran carpa de Hollywood, lo primero a destacar en Iron Sky son los efectos especiales y trabajo en CGI, detalles que en varios momentos no envidian en nada a los blockbuster de cada verano y que nos muestran el interior de las bases en la luna y más adelante largas secuencias de acción en el espacio y en la Tierra con distintas naves espaciales, aviones de guerra y más, imágenes que mantienen al espectador siguiendo la historia hasta su final.
También de resaltar su impecable fotografía de tonos fríos y un formato digital muy limpio; Iron Sky cumple en este sentido, al entregar lo que venía prometiendo prácticamente desde 2008 cuando el primer teaser fue mostrado en Cannes; es decir, una calidad visual impresionante y apegada al diseño y la línea de la trama.
Sin embargo, Iron Sky es una comedia que pese a tener sus grandes momentos, desaprovecha otras oportunidades en su narrativa; las actuaciones en general son decentes (estelarizan Julia Dietze, Christopher Kirby, Götz Otto, Peta Sergeant, Stephanie Paul y Udo Kier) y con muchos instantes llenos de ironía que refuerzan la idea de los nazis en la luna, pero los personajes fueron diseñados al borde de parecer casi caricaturas de sí mismos.
Incluso, la película hace parodia de una escena de cuatro minutos muy conocida a estas alturas de Internet y que originalmente (sin invenciones de subtítulo) forma parte de la película del director Oliver Hirschbiegel, La Caída. A algunos les hará gracias, otros preferirán los videos que circulan en YouTube.
Al final, Iron Sky es una hora y media que entretiene hasta su desenlace, cargada de efectos visuales y llamativos diseños retrofuturistas, pero no despega para ser algo más. No es un filme malo ni mediocre, pero desperdicia esta idea de nazis que vienen a invadirnos desde la luna, dejando al público indiferente y volviéndose más en un clásica comedia de acción que en un cine clase B de culto. A pesar dello, es excelente para un rato libre y nunca presume de “inteligente y asombrosa” como algunas otras producciones, que siendo igual de malas se la toman demasiado en serio.