Con el estreno de la reciente película Iron Man 3, Marvel México publicó una compilación tipo Monster Edition de Extremis, uno de los clásicos modernos del personaje, que tuvo sus orígenes en las páginas de Invincible Iron Man (volumen 4), concretamente los números 1 al 6, publicados entre 2004 y 2005.
Iron Man: Extremis
Como puedes imaginarte con el título, la trama de este cómic inspiró en cierta medida a Iron Man 3, sin embargo, para quienes deseaban ver esta célebre saga adaptada fielmente a la pantalla, el filme fue una decepción, debido a que dejó fuera los puntos importantes y alteró todo lo demás hasta volverlo algo irreconocible.
De cualquier modo, luego de ver Iron Man 3 definitivamente se antojó hacer una relectura de este arco en cómics, más cuando hay que tomar en cuenta que Iron Man: Extremis no sólo sirvió de inspiración directa para la tercera cinta, sino que sentó las bases del universo fílmico del Hombre de Hierro. La pregunta es, ¿qué tan bueno resulta en comparación con el largometraje y como obra propia?
La trama en Iron Man: Extremis presenta al multimillonario Tony Stark, quien se encuentra sufriendo una crisis de identidad, aquejado por sus dilemas y su involucramiento en tecnologías de guerra. Por otro lado, un problema surge cuando una antigua colega de Stark, Maya Hansen, sufre un robo en sus laboratorios y sustraen una fórmula bioelectrónica llamada Extremis, capaz de reescribir “el sistema operativo genético humano” y convertir al cuerpo de un humano común en una máquina de matar indestructible.
Como es de esperarse, Iron Man confrontará al ladrón, que ha escalado sus habilidades a un nivel donde el traje mecánico de Tony por momentos se siente más como un estorbo que como una ayuda, por lo que tendrá que “evolucionar” para poder estar al nivel de la situación.
Otras subtramas, que en realidad ni son tan “sub” sino que tienen la misma importancia que la del “héroe contra villano” involucran el pasado y la carrera de Tony Stark como ingeniero, los vuelcos de su vida como armamentista y su trabajo con los Avengers, así como la relación con sus mentores y compañeros con los que se formó. A través de flashbacks y conversaciones, también se nos exponen diferentes temas, algunos prácticamente tangenciales, pero que enriquecen y dan mucho más perspectiva e interés a la historia de ciencia ficción que enmarca todo este combate entre dos maravillas de la tecnología.
Temática y personajes
Durante Iron Man: Extremis se crean debates internos entre una variedad de temas, poniendo distintos puntos de vista en boca de los personajes que interactúan con Tony Stark. Su autor, Warren Ellis, lo logra con singular enfoque y agudeza como siempre, mientras que todos los nuevos personajes que introduce, como el ex mentor de Stark, Sal, son memorables y se sienten excepcionalmente creíbles y realistas, con características e ideales que reflejan las de varias personas célebres del mundo real.
El dilema principal en Iron Man: Extremis es si la ciencia y la tecnología tienen mayor capacidad de salvar al mundo que de destruirlo. Desde humanismo, crítica corporativista con una gran dosis de ironía, hasta cuestiones de revisionismo histórico relacionada con la psicodelia, la serie aborda sendos caminos que dan mucho que pensar al lector. Ellis sigue siendo un maestro en cuanto a aprovechar sus historias para traernos datos y hechos científicos en extremo interesantes.
La fascinación de Warren Ellis con el transhumanismo, corriente científico filosófica que señala que a través del contacto con la ciencia el ser humano se está convirtiendo y se convertirá en mucho más, no está ausente en Iron Man: Extremis. En este caso, la encontramos en el personaje de Sal Kennedy, un psicodélico ex científico vuelto al new age y empapado de posmodernidad; un personaje en demasía interesante en este aspecto y que da ciertas lecciones a Stark y Maya.
El comentario social tampoco deja de estar presente, esta vez en la figura de Mallen, el villano, que representa el pasado trastornado de las guerras y la violencia social ya casi inherente en nuestra forma de vida. Aún así, ninguno de los personajes de Iron Man: Extremis se siente en absoluto como una simple “bocina de ideas” de su autor; todos ellos cuentan con una cualidad humana, sus propios dilemas y defectos de personalidad, y reaccionan de formas complejas al interactuar con los demás actores del cómic.
Y respecto a Tony Stark, el protagonista de la historia, no esperen ver al encantador playboy que tal vez hayan conocido por el cine. En esta historia, previa a la película con Robert Downey Jr., nuestro protagonista se encontraba aún bien instalado en su papel del ingeniero confundido, ligeramente ansioso y torturado por su vida e identidad.
Si bien se siente tal vez como el personaje más débil de la obra, la idea de un Tony sensible y vulnerable, que solo en los momentos climáticos es capaz de mostrar su verdadera convicción, supera al supuesto estado de vulnerabilidad que quisieron imprimirle en algunas partes de los filmes.
Arte in Extremis
El artista bosnio Adi Granov le hace la comparsa a Warren Ellis en cuestión de la ilustración. Su estilo de dibujo, fotorrealista e impresionista al trazar a los personajes, y sobrio casi al punto del minimalismo en cuanto a los fondos, es sencillamente adecuado para Iron Man: Extremis, que corre con el mismo cálculo de timing y narración que una buena película. Los ángulos mismos en que se toma cada viñeta son perfectamente cinematográficos y crean en el lector esta sensación.
Pero aunque muy bueno, no puede calificarse precisamente de espectacular. Al lector acostumbrado al vibrante dinamismo y plástica del cómic de superhéroes le parecerá aburrido; y para el lector general parece un poco o bastante tieso. Todo el énfasis está centrado en la figura de los personajes y, por lo mismo, los escenarios se sienten muy poco trabajados.
No obstante, el trabajo de arte en Iron Man: Exremis no deja de ser bueno y obviamente requirió una labor estupenda de planeación y coordinación artística entre escritor, narrador e historia de parte de la editorial.
Cuestiones editoriales
Iron Man: Extremis está a punto de cumplir unos diez años de publicación y definitivamente se siente un poco obsoleto, nos guste o no. La controversia entre Tony Stark y sus “contratos con militares” se menciona prácticamente cada dos páginas, y aunque en plena era Bush Jr. por aquellos años era un tópico en boguísima, a las nuevas generaciones que sólo recuerdan la vida bajo el ala de Obama todo esto les parecerá ridículo.
Del mismo modo, aunque pocas, las referencias a tecnología “moderna” alcanzan extremos absurdos. Stark discutiendo sobre su “red ultramoderna” que “te permite descargar un mp3 a tu celular en 30 segundos” nos dan ganas de excavar un agujero y morirnos.
Como todo, es comprensible. Sin embargo, en ese aspecto creemos que Marvel México debió cuando menos añadir una aclaración al principio del cómic explicando en qué año se creó y publicó originalmente; pero buscando por todo el libro… ¡No hay ni una referencia a esta corrida original, ni siquiera en los créditos! Del mismo modo, tampoco se encuentran en la edición de Televisa números de página, ni los créditos de las portadistas, que a veces vale la pena revisar. Marvel México tendrá que seguir mejorando y poner atención a esto en sus próximas ediciones.
Imperdible Iron Man
Tratándose de una historia como la es, Extremis no hubiera podido traducirse íntegra y exitosamente al medio del cine, o más bien, del blockbuster al que Marvel Studios nos tiene acostumbrado. Si lo que esperan es un festín de acción y efectos como en la película de Iron Man 3, lo que encontrarán en su lugar es una historia íntima y cerebral, en la que eso sí la acción y el dramatismo de las batallas no desmerece en lo más mínimo y se sienten como un auténtico, único y concentrado clímax, donde además desembocan todos los temas abordados en la trama.
Por si fuera poco, el final de Iron Man: Extremis supone un cambio drástico al estatus del personaje, y no sólo dentro del título propio sino de todas las líneas de los cómics de Marvel, acabando de realinearlo para el siglo XXI.
Infinitamente mejor construida que la película que vieron en los cines, Iron Man: Extremis es una de las historias esenciales de Iron Man que nadie se debe de perder, te gusten o no las películas y/o los cómics. Sin embargo, desde la última vez que lo leímos pierde media estrellita, ya que su tema principal ha perdido interés (que no vigencia) con los cambios políticos que se han dado desde entonces.
1 comentario
A mi tambien me encanto ese comic a pesar de que no soy muy fan de Iron man. Tu critica es muy correcta y solo disiento en algunos aspectos. El arte me parece sumamente adecuado dada la tematica del comic, pues las grandes batallas y explosiones o los combates no son realmente la idea central de esta historia. Y aunque como dices Televisa no se tomo la molestia de por lo menos decirnos en que fecha se publico esta historia originalmente, si realmente eres seguidor de Marvel comics te debes dar cuenta que la historia es seguramente antes de Civil War (yo de hecho la ubicaria antes de House of M, quiza), pues las referencias a la tecnologia extremis se dan en muchas ocasiones en historias posteriores a esa saga. Ademas de que ahi todavia la gente no sabe que Tony y Iron man son la misma persona.