Al espectador siempre le han maravillado las historias fantásticas con batallas antagónicas entre el bien y el mal. Algunas veces en tierras medievales con dragones de por medio, bestias futuristas en planetas distantes, con anillos que controlan reinos enteros y, últimamente, usando a la mitología griega para alimentar sus historias. Inmortales es otra de esas cintas que recurren a los dioses del Olimpo para contar una historia, esta vez con el mito de Teseo y el Minotauro. ¿Una aventura en cine que vale la pena seguir o es sólo otra tonta película de Esparta?
Inmortales
Los primeros promocionales de Inmortales nos hacían imaginar que la película dirigida por Tarsem Singh sería una especie de secuela espiritual de 300, y aunque varios elementos de Inmortales nos traerán a la mente la Batalla de las Termópilas, la cinta también tiene mucho parecido a la más reciente Furia de Titanes al contar la historia de un semidiós que debe proteger a la humanidad de problemas míticos sin la intervención directa de los dioses del Olimpo.
La película comienza con un breve prólogo que nos narra la batalla entre los seres divinos de existencia eterna, por lo que eran llamados Inmortales, quienes se dieron cuenta que la única forma de morir era asesinándose unos a otros. Ésto llevó a una guerra que se decidió en gran parte por un arma de inmenso poder creada por Ares: el Arco Epiro. El grupo ganador se autonombró dioses y ascendió al Olimpo, mientras que los perdedores fueron llamados titanes y encerrados en el Monte Tártaro.
[youtube id=”t28cYVx1rnA” width=”600″ height=”350″]
Hiperión, Teseo y el Minotauro
Hiperión, interpretado por el actorazo Mickey Rourke, declara la guerra a los dioses del Olimpo cuando éstos no atienden la súplica del rey de Creta de salvar a su familia, así que planea a capturar a la pitonisa Faedra para que lo guíe a donde se encuentra el Arco Epiro y usarlo para liberar a los titanes… por obviedad, los titanes le darían en la madre a toda la fauna mitológica de los griegos y colaborarían en el nuevo reinado de terror de Hiperión. Ir contra los dioses por ende es ir contra la humanidad.
Teseo (Henry Cavill) es el protagonista de Inmortales, un joven guerrero que vive junto a su madre y ha sido entrenado para proteger su aldea. Teseo pronto conocerá a las huestes invasoras de Hiperión cuando ataquen su pueblo y sea apresado y mandado a las minas de sal por los soldados deformes del villano.
En las minas, Teseo conocerá a Faedra (Freida Pinto) y al resto de aliados que lo seguirán durante buena parte de la película, en una misión donde explícitamente Zeus le prohíbe a cualquier dios intervenir en el destino de la batalla ayudando a un bando u otro. Inmortales de aquí en adelante quizá se vuelva sencilla de predecir, con la aparición del famoso Minotauro de la mitología griega, varios dioses rompemadres del Olimpo y batallas que uno ve venir a kilómetros de distancia pero no por eso dejan de ser disfrutables.
Las actuaciones cumplen pero, como en casi cualquier película de este tipo, pasan entre desapercibidas y con poco interés. Uno espera más bien la siguiente secuencia de acción y no el próximo diálogo inspirador. De cualquier modo, Mickey Rourke logra representar a un excelente antagonista: despiadado, gacho, cabrón y que realmente impone. El resto de actores están ahí para qué él se luzca.
Olimpo cinematográfico
El apartado visual de Inmortales es ciertamente destacado. Desde la impresionante filmación para quienes la vean en 3D, hasta los efectos especiales de las peleas son un deleite para el espectador. La producción está sumamente cuidada y gran parte del atractivo de Inmortales está más en cómo se ve y escucha que en la historia que tiene de fondo. No se abusa de la cámara lenta, pero cuando es utilizada es porque el recurso queda perfecto; la sangre brota por borbotones pero nunca al grado de que sea más sangrienta que entretenida; y las coreografías de pelea son cortas pero brutales… como tipo God of War… aunque uno esperaría ver más de ellas cuando quedaron tan bien.
Eso sí, tenía la impresión de que la antigua Grecia era un poco más verde porque la mayoría de paisajes que se muestran son entre desiertos, acantilados y zonas devastadas por no sé qué cosa que pasó antes por ahí y acabó con cualquier rastro de vegetación. Sólo verás arena, agua con petróleo y montones de piedras.
Si quieres ir al cine a pasar un buen rato y no te molesta que mezclen el mito de Teseo y el Minotauro con el de la Titanomaquia y toda la libre adaptación que metieron en una licuadora aquí, Inmortales te parecerá una excelente opción. Una película palomera recomendable, con una producción destacada e historia fácil de seguir como para simplemente gozar de la magia del cine actual. Si quieres poner a trabajar las neuronas, busca en otra sala… y si eres fanático de God of War, apaga la computadora y corre a verla al cine: no es ni la mitad de épica que el videojuego, pero un fan siempre encuentra guiños entretenidos en este tipo de películas.
1 comentario
ahora los puntos malos:
– el protagonista tiene el mismo carisma que una papa cocida
– esperé toda la película una pelea contra un titán (gigantesco) y nunca llegó
– los dobles o actores de acción que mueren contra teseo son todos muy malos y se le ponen de a pechito
– fuera de la ola, no hay nada muy “épico”