No es lo mismo realizar un tiraje mínimo de cómics, a veces hasta con fotocopias, para distribuirlos entre tu grupo de amigos en México que encabezar una firma de autógrafos como una de las nuevas artistas más reconocidas del mercado estadounidense. Eva Cabrera lo sabe y lo aprecia. Su esfuerzo ha dado frutos y con su compañera de estudio, Claudia Aguirre, se han convertido en las primeras mexicanas en aspirar al Premio Eisner.
Eva Cabrera
“Desde chica me ha gustado contar historias a través de los dibujos. Me encantaba Archie; al principio dibujaba historias de Archie pero ponía a mis amigas en ellas. Luego empecé con mis propias historias y se las vendía a mis conocidos”.
Es curioso volver a cruzar a palabras con ella. Cuando la conocí, hace más de diez años, Eva se desempeñaba como diseñadora gráfica para la Universidad de Guadalajara y compartía su ya notable talento en foros de Internet donde subía sus trabajos para la crítica de los integrantes de aquellas comunidades digitales. Era un mundo pequeño pero no tan limitado, en el sentido de que fue en este mismo punto donde –recuerdo– la animaron a intentar profesionalizarse en el tema.
Y contrario a la lógica que dicta que una plaza dentro de una prestigiada universidad pública es un bien laboral para atesorar, Eva decidió mudarse a Monterrey en busca de consolidar el sueño de crear su propio estudio, un plan quizá no tan minucioso, pero plan a fin de cuentas, que hoy la tiene en el listado que aspirantes a recibir el Eisner, galardón considerado el Oscar de los cómics.
“Es emocionante”, se sincera Eva entre risas. “Es emocionante porque no sólo es por el hecho de que somos mexicanas, sino por el hecho de que somos mujeres mexicanas”, algo totalmente cierto para una actividad que suele asociarse, como lector o creador, con el mercado masculino.
Kim & Kim
Este año la histórica nominación está en manos Kim & Kim en la categoría de Mejor Serie Limitada, una aventura de cuatro tomos donde participan Eva Cabrera en los trazos y tintas y Claudia Aguirre dando color a la obra.
“Trata de una pareja de caza recompensas galácticas fallida, las cosas suelen salirles mal. Es una especie de Jem y los Hologramas (la caricatura) con Blade Runner (la película), tiene acción, comedia y un escenario futurista”. El ingrediente especial, y que aclara Eva, es que las protagonistas son una chica lesbiana y una transexual.
Pese a lo que uno pudiera pensar, más cuando se toma en cuenta que la guionista es Magdalene Vissagio, ella misma una mujer transgénero, Kim & Kim no gira en torno a retóricas invasivas de lo políticamente correcto ni subtextos en favor de una moderna identidad de género o preferencia sexual. Sin alardes del tópico, fuera de la trama central el trasfondo tiene pequeños elementos tangibles de la cotidianidad como los problemas familiares y la necesidad de pagar la renta, temas que quedan girando en la cabeza cuando uno da vuelta a la última página.
“El tema LGBT está siendo tratado en los cómics de una manera muy abierta y como algo muy natural. Es parte del éxito de Kim & Kim, porque la gente que lo lee ve las situaciones que les pasan a los personajes como algo que le puede suceder a cualquiera; no estamos estereotipando, satanizando nada ni poniendo que ese tipo de personas sufren un drama en la vida”.
Es aquí donde brilla el arte de la tapatía. Eva ofrece trazos alejados de la sobresexualización y la subasta de sangre los cómics actuales. Su estilo refresca la gastada baraja de diseños de personajes y evoca más bien a series de Cartoon Network y Disney XD, así como el desenfado de la animación japonesa. Las ilustraciones de Kim & Kim recuerdan a Steven Universe o a Gravity Falls, pero también en varias viñetas a clásicos como Shin Chan.
“Hicimos un clic muy chido en cuestión de saber qué imagen quería proyectar para su historia y qué tipo de personajes tenía en mente”, explica Eva Cabrera sobre su trabajo con la argumentista Magdalene Vissagio, a quien conoció gracias a su compañera de estudio, Claudia Aguirre.
“Claudia tiene una amiga, Tess Fowler, la que hizo las portadas de Kim& Kim, ella nos recomendó con Magdalene para hacer unas páginas de prueba antes de arrancar el proyecto”.
–¿Y qué le parecieron?
“Súper encantada”, contesta. “Y ya sabes, una cosa lleva a la otra: de ahí yo me fui a (las editoriales) Oni Press y Claudia con Legendary Comics”.
El éxito ha sido tal con sólo cuatro números que su editorial, Black Mask, ya les dio luz verde para trabajar en una “segunda temporada” de Kim & Kim y se plantea la idea de volverla una serie regular a mediano plazo, algo que contrasta con la dificultad que enfrentó el cómic para siquiera publicarse.
La editora Katy Rex primero tocó puertas en Boom Studios, que suele estar abierta a proyectos independientes, pero “Kim & Kim no iba con el estilo de lo que ellos publicaban”. Después fue a Dark Horse, “y también la batearon, porque ya había un cómic muy parecido llamado Bounty“.
“De hecho, cuando las dos series salieron sí empezó ahí una polémica de como que eran muy parecidas… pero al final nos ganamos la nominación. Ya nadie se acuerda de Bounty. Está bien padre eso”, remata entre risas que no puede ocultar.
La realidad es que el proyecto catapultó no sólo sus carreras, sino también la de la misma editorial, que ya publica varios proyectos más de manera regular, entre ellos Quantum Teens Are Go!, otra narrativa con enfoque para adolescentes y adultos jóvenes en la que participa la artista mexicana Claudia Aguirre.
No puede aguantar la broma: “Ya el ojo de Saurón está en Black Mask”. Eva reconoce que eso también las ayuda a ellas como dibujantes. “A partir de Black Mask mi carrera como artista subió muchísimo. No puedo creer que voy a estar en una ceremonia así (los Eisner). Nuestro trabajo ha sido bien aceptado: cuando fuimos a Baltimore había una fila enorme que quería nuestro autógrafo de Kim & Kim“. Es evidente la emoción.
Archie Comics y Open Earth
La emoción continúa al compartir que ya firmó también para la cuasi legendaria Archie Comics. De pequeña Eva hacía sus propias ficciones en el mundo de Archie, donde colocaba a sus amigas en dibujos similares a los de la célebre historieta. “Siempre quise dibujar Archie. Me escribieron, firmé con ellos contrato el año pasado y andamos ahorita en pláticas para ver en qué proyecto entro, pero lo más seguro es que sea la serie New Riverdale“.
Pero no sólo el segundo volumen de Kim & Kim y su cita con el galán de Betty y Verónica ocupan el tiempo de Eva, otro de sus próximos trabajos es Open Earth, un tomo único de 96 páginas para Oni Press que trata de una chica que vive en una estación espacial ya que la Tierra desapareció, sin embargo, buscan mantener algunas normas tradicionales; la heroína se involucra en una vida abiertamente poliamorosa pasando por momentos tanto divertidos como dramáticos. “Es una historia de ciencia ficción bastante entretenida”, promete.
“Ya te imaginas cómo ando de trabajo, ando así como con ocho brazos porque sale en otoño del próximo año, aunque nosotros debemos entregar el libro terminado para enero (entrante)”.
Es justo el tipo de historias que le llaman la atención a la mexicana. Eva considera que la gente que adquiere los trabajos donde participa prefiere sucesos más casuales, igual que ella: menos superhéroes, más gente normal, aunque confiesa que le gustaría tener una “manchita en su currículum” con Marvel o DC Comics, especialmente dibujando a la Mujer Maravilla o Batman.
El brinco a la Comic Con
Pero antes de todo ello, hoy regresa a la San Diego Comic Con para presentar el segundo volumen de Kim & Kim y asistir a una ceremonia donde no parte como favorita pero sí con mucha ilusión de que todo el equipo del que ella forma parte se lleve el Eisner.
Como si fuera un ciclo que tiene que cerrarse o reencontrarse con su origen de alguna forma, Eva retorna al punto que quizá detonó su carrera sin que ella lo notara. Tras mudarse a Monterrey, su idea era formar un estudio similar a Clamp, popular estudio de animación en Japón que produjo Sakura Card Captor y cuya principal particularidad es que está integrado sólo por mujeres.
El plan no tuvo inmediato éxito y se topó con la pared de la falsa ilusión de que dibujar cómics es sencillo cuando intentó encontrar gente que la apoyase. “Hay algunas personas que cuando empiezan a hacer cómics y ven el trabajo que es, desisten. Se necesita demasiada pasión y ganas de hacerlo para dedicarte a esto. Mucho sacrificio porque es muy demandante”.
Pero gracias a ello conoció a Claudia Aguirre, talentosa ilustradora, autora del web cómic Catscratch y cómplice de la formación de su propio sello, Boudika Comics. Sin recordar el año exacto, Eva platica que con ella fue que pensaron en presentar su portafolio de la manera más profesional posible en la Comic Con de San Diego, donde tuvieron buena respuesta sin necesariamente concretar proyectos en aquella ocasión.
Al siguiente año, y ya con más novelas gráficas de Boudika, regresaron a San Diego ahora como expositoras en su propio stand. “Investigamos, lo pagamos y vimos que no era tan imposible como pensamos”. De hecho costearon por estar en una zona más cara donde estaban ubicadas las editoriales más grandes.
Ahí plantó la bomba, su trabajo empezó a llegar a las personas adecuadas y las oportunidades de trabajar en la industria a la que desde niña soñó pertenecer se dieron. “Varios editores pasaron por ahí y nos contactaron los interesados. Fue una inversión de como cuatro mil pesos, debe estar más caro ahora por el dólar. Tuvimos que pagar también un permiso especial de venta para declarar impuestos en California”.
No sólo fue el pago. Primero tuvieron que pasar un filtro de calidad para ver si su trabajo y el de Claudia podía estar en esa zona. Ahí presentaron The House of Dreams, una compilación de historias cortas principalmente de terror, y Mavi, su debut en novela gráfica y que considera “su primer trabajo ya más en serio”. Muestra del compromiso fue la necesidad de traducir sus obras al inglés para poder pasar los filtros.
Con las miradas del mercado estadounidense sobre ella, Eva comenzó a rotar en diferentes editoriales: con Boom Studios trabajó tres portadas de Adventure Time, una de Bravest Warriors y otra Lumberjanes, esta última serie, ganadora de un premio Eisner que sin embargo no recayó en la mexicana al figurar ella como ilustradora invitada para un solo número.
Capstone, que publica literatura clásica en formato de novela gráfica, la contrató para ilustrar Romeo y Julieta, Robinson Crusoe y Los Tres Mosqueteros. “Debo enfatizar que Los Tres Mosqueteros es una de mis novelas clásicas favoritas de todos los tiempos, me fascina la obra de Alejandro Dumas, he sido muy afortunada en dibujar historias que me súper encantan”.
Hasta llegar a Kim & Kim y el estatus actual de su estudio, ya que Boudika pretende diversificar su ramo de operaciones con la creación de videojuegos con estilo retro.
De regreso a México
Y regresar a Boudika y publicar cómics de autor, sus propios relatos, sus propios proyectos, es algo que piensa hacer en algún momento, cuando el tiempo y cierta estabilidad económica se lo permitan. Al mismo tiempo Eva Cabrera reconoce lo que ya se sabe: el cómic mexicano tiene muy poca difusión en nuestro país y las editoriales suelen dejar colgados a los artistas con sus pagos.
“Trabajé con la editorial que publicaba DibujArte y Conexión Manga y todas esas revistas. Ellos sacaron un libro de colorear para niños con cosas didácticas y yo les hice un montón de cosas”. Una breve pausa: “Yo estaba bien mensa, todavía no sabía qué onda y quería publicar donde fuera. Ya ves, el clásico ‘no pues te voy a pedir más trabajo’, ‘te voy a recomendar’, todos esos clichés que te dicen y tú te los crees. Al final no me pagaron completo”.
–¿De plano?
“Sí, no me pagaron todo, y yo así de ‘¡hey, qué pedo!'”.
Tras volver a bromear por lo que ahora ya son sólo anécdotas no pierde tiempo. “Me pasó con otra persona de Monterrey… lo voy a quemar”; vuelve a reír en la charla. “Con Carlos Campillo, para un superhéroe acá que ellos habían lanzado hace muchos años y como que lo remasterizaron. Me pidieron que lo dibujara, no sé qué editorial se los iba a publicar pero como quien dice a mí me subcontrató para él sacar el jale… Y no me pagó”. Lección aprendida: nada apalabrado.
Ahora siempre pide un contrato donde le den fechas de entrega y la cantidad a pagar. “Curiosamente en México les pides un contrato y se ofenden”.
También es curioso que considera buenos los apoyos del gobierno como el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, y critica más bien a los especialistas, a los conocedores de la materia y organizadores de eventos. “El problema de los apoyos es que es mucho papeleo. Al mexicano no le gusta el papeleo, pero esos fondos te permiten publicar tu libro, darte a conocer y seguir haciendo lo que te gusta”. En cambio, las convenciones se esfuerzan por presentar autores y cómics que no necesitan ese impulso (cita el eterno ejemplo de Humberto Ramos y Spider-Man).
–¿Existe cierta discriminación?
“Pues no es tanto discriminación. Eso a todos nos ha pasado. El tabú de las mujeres leyendo o haciendo cómics ya no existe, es más bien una cuestión de no apoyar lo local”.
–¿Qué opciones quedan?
“Me va mejor en las ferias de libro, como en la de Guadalajara, que en las convenciones especializadas”. En las primera hay público con un genuino interés por nuevas historias sin importar el medio narrativo, mientras que en las otras el asistente va a consumir en su mayoría los personajes y revistas de siempre.
Desde su trinchera, la originaria de Veracruz busca cambiar el panorama a través de talleres y charlas en distintos escenarios. Con cierta veteranía ya en sus trazos, una histórica nominación al Eisner y un futuro prometedor como ilustradora, Eva Cabrera no se ve haciendo otra cosa que no sea cómics y responde a quienes le piden que comparta su fórmula del éxito: “Desde chica me ha gustado contar historias a través de los dibujos”.