El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro es la ¿esperada? secuela de la película estrenada en 2012 y que coartó las esperanzas de los fans de una cuarta parte con Tobey Maguire bajo el traje, pero trajo una propuesta distinta con el director Marc Webb y un Spider-Man diferente, tal vez mejor tal vez peor, al de la exitosa trilogía de Sam Raimi, que vio la luz en los cines entre 2002 y 2007.
El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro
Si no te enteraste, la trama de esta nueva saga del trepa muros gira totalmente alrededor de OsCorp, súper compañía creadora y principal enemiga de Spider-Man, que le quitó a sus padres y sigue siendo como la Equidna de los mitos griegos, progenitora de una legión de monstruos.
Con esta ambiciosa propuesta, si la primera se dedicó previsiblemente a narrar otra vez la transformación de Peter Parker en superhéroe, la segunda parte tenía que convencer al público de que esta nueva serie fue el camino correcto para continuar las aventuras del Hombre Araña… ¿Logra hacerlo?
OsCorp, Gwen y la vida un año después
El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro nos sitúa un año después del final de la primera entrega, Peter Parker (Andrew Garfield) continúa su “trabajo” heroico en su identidad de Hombre Araña y asimismo su relación con Gwen Stacy, a pesar de su promesa de no ponerla en riesgo que hizo a su padre al final de la película pasada.
Este es uno de los debates que tendrá el personaje a lo largo de toda la película: ¿Continuar su relación con Gwen y lograr ser feliz, o sacrificarse para dejar de ponerla en riesgo? Con una actriz tan bomboncito como Emma Stone creo que todos estaríamos en el mismo dilema.
Por otro lado, las cosas en OsCorp dan un salto al siguiente nivel cuando el fundador de la compañía, Norman Osborn, muere de una enfermedad degenerativa y su hijo Harry Osborn (Dane DeHaan) hereda la compañía. Por desgracia, a Harry le agobia el mismo mal de su padre y parece ser que la única esperanza de curarse está en recuperar uno de los más importantes productos de la compañía; adivinaste: al Hombre Araña.
Y sin importar que Peter y Harry hayan sido amigos de la infancia, los atrapa otra tormenta de problemas cuando un empleado de la compañía, el desadaptado Max Dillon (Jamie Foxx) un empleado torpe, resentido con la vida y obsesionado con Spider-Man, sufre un terrible accidente que lo convierte en algo más que humano. Encima de todo, Peter intentando entender todo está ya determinado a descubrir lo que pasó realmente con sus padres y por qué lo dejaron al cuidado de sus tíos.
Como puedes ver, la trama de El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro es bastante complicada, pero a su favor podemos decir que la idea de los escritores de relacionar todo el elenco de personajes con la empresa de OsCorp facilita las cosas y las vuelve más creíbles. No tenemos científicos locos y accidentes fortuitos por todos lados, sino una sola empresa monopolizando las investigaciones peligrosas, a través de la cual los personajes se relacionan y conectan.
Con un guion bien engrasado, la trama de El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro se desenvuelve de forma entretenida en todo momento, incluyendo escenas en que prácticamente todos los personajes de la película se conocen y dialogan entre sí, facilitando el set-up necesario para lo que sigue y desarrollar los siguientes conflictos. La química de los actores ayuda mucho, tanto para explicar la amistad del protagonista con Harry, la relación entre éste y la tía May, e incluso de Gwen con los villanos de la cinta.
También es una película romántica
Caso aparte, el noviazgo de Peter con Gwen en todas sus etapas, una relación llena de momentos incómodos pero también de entendidos de pareja con los cuales resulta difícil no simpatizar e identificarse. Además del desgarriate de ciencia ficción y peleas con súper poderes, puede decirse que El Sorprendente Hombre Araña 2 es una historia de amor, y cumple muy bien en ese sentido al mantener siempre el interés.
También, la acción arácnida está de regreso y probablemente mejor que nunca, ya que tanto las “columpiadas” de Spider-Man, las coreografías de batalla, el uso de las redes y los efectos especiales, lucen veloces, eléctricas, claras y brillantes. Ninguna de las trepidantes tomas decepciona y si lo que buscabas era acción comiquera, la acción hiperquinética de esta cinta va un paso más adelante.
En cuanto al espíritu del protagonista, hay críticas de un sector de que es un Peter Parker muy distinto al de los cómics. Y si bien lo es en algunos elementos, como reinvención para el cine y más ajustado a la juventud contemporánea (una indecisa, inmadura y en constante aprendizaje), agrada y funciona muy bien, y en su identidad de Spider-Man es el héroe clásico al que estamos acostumbrados.
El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro sufre de varios agujeros en la trama, algunos de ellos bastante tontos, pero que no impiden disfrutar de la película. Otros invitados, como Aleksei Sytsevich (Rhino) o Felicia Hardy, parecen metidos con calzador aunque son apenas una introducción a la adaptación que tendrán en esta saga. ¿Hubiera sido mejor idea ahorrárselos hasta más adelante? Diría que probablemente, aunque aquí se vale diferir.
Si bien para algunos la película es demasiado larga y con demasiadas subtramas amontonadas, la manera en que resuelve los “misterios” que la primera película evitó explicar es satisfactoria y da pie para mucho más en un futuro. Además, la inspiración de los comics está ahí, incluida una escena particularmente dramática que cualquiera que sepa un mínimo de las historietas identificará.
¿Es la saga El Sorprendente Hombre Araña la forma correcta de reinventar a Spider-Man en cines? Con un enfoque más cercano al público, una correcta sinergia entre los actores y sus personajes, una trama más enfocada, un universo mucho más grande y ambicioso y nivel de producción a la altura, creo que El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro lo demostró en todo sentido.