Con la salida de la película ET, el Extraterrestre, Atari vio la oportunidad de convertir el éxito de taquilla en un éxito de videojuegos, por lo que lanzó en 1982 E.T. the Extra-Terrestrial, para su consola Atari 2600.
Padres de familia se dieron a la tarea de adquirir el juego que pronto se convirtió en el regalo de Navidad más buscado de todos los tiempos. Atari produjo millones de copias para satisfacer una demanda sin precedentes en lo que anticipaban como el lanzamiento más sonado de la industria hasta el momento. Y lo fue.
Atari entierra a ET
ET the Extra-Terrestrial fue, en una palabra, injugable. Las noticias de lo terrible que era este producto corrieron como reguero de pólvora y millones de juegos se quedaron apilados en las tiendas y en las bodegas de Atari, que además tuvo que recibir la devolución de cientos de miles de copias y resarcir a los desafortunados compradores. ET the Extra-Terrestrial hizo perder dinero y credibilidad a la industria de los videojuegos, a la que puso literalmente de rodillas y al borde de la extinción tras su fracaso.
Cuenta la leyenda que Atari necesitaba deshacerse de todas las copias, mercancía y consolas derivadas de este juego después de que la industria quebró en 1983, así que firmaron un contrato para cargar al menos nueve camiones repletos desde El Paso, Texas, y mandarlos a un tiradero de basura en Alamogordo, Nuevo México, en septiembre de ese mismo año.
Periódicos locales esparcieron la noticia, pero nunca se supo qué fue enterrado ni el lugar exacto. Nadie había intentado localizar el botín. Hasta ahora.
Teléfono, mi casa
El martes pasado, el comisionado de Alamogordo firmó un trato con la productora canadiense Fuel Industries para que tengan acceso durante seis meses a los 100 acres donde supuestamente está enterrado el cargamento de Atari, todo con miras a un documental para recordar los 30 años del suceso que casi desapareció de la faz del entretenimiento a los videojuegos.
La gente de Alamogordo confía en que este suceso atraiga algo de atención a la pequeña ciudad y varios visitantes y curiosos se sumen a la tarea de intentar encontrar el cargamento perdido.
Analistas consideran que si el material enterrado no fue triturado con anterioridad y la compañía decidió deshacerse no sólo de las copias de ET, sino de todo su catálogo, el hallazgo podría estar valuado en varios millones de dólares. Claro, si la leyenda confirma ser real.