Nazis, momias, tumbas, tesoros, trampas, mercenarios, ladrones, científicos y arqueólogos, Deadfall Adventures es un videojuego desarrollado por Nordic Games y publicado por Farm 51 para Xbox 360 y PC que mezcla elementos de algunos nombres muy conocidos, comenzando por Indiana Jones y Uncharted. Una experiencia con buenos, malos y feos momentos.
Deadfall Adventures
El año es 1938 y la búsqueda por un antiguo tesoro ha puesto a héroes y villanos en viajes por todo el mundo, es de esta forma que conoceremos a James Lee Quatermain, descendiente del famoso explorador Allan Quatermain, personaje creado por H. Rider Haggard, que tuviera su primera aventura en el libro Las Minas del Rey Salomón, publicado en 1885.
Con él recorreremos Deadfall Adventures, un juego de disparos en primera persona lleno de peligros y algún que otro giro en la trama, vuelcas de tuerca que que si bien mantienen rodando la historia, no aportan sorpresa alguna al tratarse de una gran serie de clichés ya muchas veces vistos en este género: la damisela en peligro y arriesgada mujer, el profesor, el científico, los malos y un héroe un tanto sarcástico que de forma casi accidental, le salen bien las cosas al final del día… Incluyendo el amor de la chica.
Sí, de esto y un poco más está conformado Deadfall Adventures, algo así como una mezcolanza de detalles que han funcionado en otras aventuras, sin embargo aquí existe una falla: la falta de carisma en los personajes. Las frases típicas de un héroe descuidado se convierten en simples clichés con un doblaje sin chiste, poniendo una comparativa, se podría decir que James Lee Quatermain es como el hermano perdido y poco popular de Nathan Drake, incluso se le puede ver cierto parecido en el diseño de su rostro, la vestimenta y hasta el humor, aunque sin la misma chispa.
Tesoros, tumbas y rescates
El control de Deadfall Adventures vienen en el clásico esquema de tu FPS favorito (sea cual sea), Movimientos como saltar, cambiar de arma y un ataque cercano (muy efectivo contra momias) están integrados en tu repertorio, y no tendrás problemas pues ya sea con joystick o teclado, la respuesta a lo que dictan tus manos es sólida.
Algo que abunda aquí es la búsqueda de tesoros. Los niveles construidos de forma lineal esconden en recovecos figuras y estatuillas de diferentes culturas antiguas, que al descubrirlas permitirán que el personaje pueda subir de atributos como la capacidad de regeneración de la vida, estamina o hasta la velocidad de recarga de armas.
Claro que encontrar dichos objetos pronto se vuelve una actividad de alto riesgo, pues normalmente están colocados en partes donde encontraremos trampas mortales a lo Indiana Jones, tipo paredes que se estrechan, techos que bajan con picos, suelos que se derrumban, rocas que nos perseguirán en caída y una de mis favoritas, el encuentro con momias, criaturas que sólo pueden ser detenidas alumbrándolas con la linterna o el reflejo de una luz, más contundentes disparos de nuestras armas (¿alguien dijo Alan Wake?).
Es importante decir que la mayoría del tiempo sólo se pueden cargar dos armas diferentes, más cinco granadas y en algunas ocasiones un lanzacohetes de un alcance bastante dudoso, exigiendo así al jugador el saber escoger bien el tipo de pistola, rifle o metralleta para la ocasión pues a pesar de ser de la misma clase, cada una de ellas tiene un rango, alcance y magnitud de daños diferentes, sin olvidar el tiempo de carga entre cartucho y cartucho.
Además de todas las peripecias por descubrir las partes divididas de un legendario tesoro, en Deadfall Adventures James también tiene la tarea de rescatar más de una vez a la chica en peligro, la arqueóloga Jennifer Goodwin, quien tiene una habilidad natural para ser secuestrada por cualquier villano.
¿Inteligencia artificial? Sí… Un poco
Algo que inmediatamente llama la atención de Deadfall Adventures es la casi nula inteligencia tanto de nuestros acompañantes como los diferentes enemigos que enfrentaremos a lo largo del juego; los soldados y mercenarios simplemente están allí para repartir tiros y recibirlos por igual hasta que alguien muera, por otro lado las momias pueden llegar a ser un verdadero dolor en el trasero, como he mencionado, es indispensable alumbrarlas mientras las atacamos, además de que son el doble de ágiles -o torpes, como desees pensar- que nuestro personaje, se lanzarán enfrentando los disparos y correrán rápidamente hacia nosotros como si no hubiese un mañana.
Durante la segunda mitad del juego las cosas se pondrán más difíciles, pues estas criaturas estarán equipadas con escudos y en ocasiones con armas de fuego, y mejor no comienzo hablar de los “orangutanes”, que prácticamente vuelan de forma enfurecida igual que los Berserkers de Gears of War; así que un tip, tengan lista la escopeta y conozcan bien su entorno para saber hacia dónde correr mientras les pisan los talones.
Algo típico de los videojuegos y que siempre me ha llamado la atención es la torpeza con que actúan nuestros acompañantes en momentos de peligro, y que al menos en Deadfall Adventures es tan absurdo que llega a ser cómico, por ejemplo cómo Jennifer se esconde a medio campo de batalla o dispara a la nada, pero mejor que eso, verla caer de puentes colgantes al tratar de seguirnos el paso para luego escuchar sus gritos de agonía y de pronto verla (re)aparecer frente a nosotros. Bugs que dependiendo como los tomes, podrán alegrarte la partida o simplemente hacerte una mueca de frustración y enojo.
¿Pero qué sería de un juego de aventuras sin acertijos? Como es clásico en este género, avanzar por un nivel o pasar al siguiente se maneja por la resolución de rompecabezas tipo la combinación de botones para activar puertas, la habilidad para disparar al blanco en diferentes objetivos y saber cruzar caminos llenos de trampas, en la mayoría de las veces problemas que se pueden resolver casi por mera lógica y observación, aunque existen algunos donde no tendrás ni idea de lo que se debe hacer, dejando a la experimentación y el azar como única vía del éxito.
Pero no todo son malas noticias, el aspecto más memorable de Deadfall Adventures y el que te mantendrá jugando, es el apartado gráfico y el alto cuidado en detalle; lugares como selvas, cuevas y templos son muy vistosos y llenos de vida, la paleta de colores es muy variada entregando a cada zona una personalidad muy diferente. Viajar desde Egipto hasta Guatemala tiene definitivamente su chiste, mostrando escenarios que no solo se diferencian en colores, también en los elementos que contienen como diseño de pilares, paredes, y diferentes objetos. Aún en PC lucen muy bien sin necesidad de una súper tarjeta gráfica.
En lo personal las ruinas en Guatemala son el punto más alto del juego y un balance entretenido entre historia, diseño de niveles y gameplay, tanto es así que por momentos se pueden olvidar las fallas mencionadas antes, sin embargo estoy hablando casi del final de la aventura. ¿Cuánto te toma completarlo todo? Bueno, hablamos de unas 25 horas para sacar todos los logros.
Referente al online, Deadfall Adventures cuenta con varios modos entre el que está el clásico Survival, donde nos las veremos contra hordas de enemigos en modo cooperativo, de esta forma ganando experiencia y skins para el juego dejándonos escoger a más personajes. También tenemos el omnipresente Deathmatch, donde podemos jugar el clásico todos contra todos.
El punto negativo es que al parecer la comunidad en no es muy activa que digamos así que es muy probable encontrarse en la espera de que alguien esté conectado para echar una partida, o al menos que conozcas algún amigo que tenga el juego y desee pasar un rato matando momias contigo, pues para los demás modos es necesaria más gente para hacer algo interesante; una lástima ya que los mapas multijugador tienen un buen diseño, son variados e incluso puedes activar trampas para terminar con tus contrincantes.
En lo personal, Deadfall Adventures es una buena travesía. Sí, tiene sus fallas pero la experiencia nunca deja de ser entretenida salvo en algunos puzles sin mucho sentido. La historia no es algo que sobresalga, pero cumple con su función de mantenernos pegados al control viajando a diferentes lugares, junto una dificultad elevada para el tramo final que te mantendrá corriendo de un lado a otro escapando de criaturas, soldados, ladrones y muchas explosiones. Nordic Games experimentó en este género y el resultado es en su mayoría bueno, pero me encantaría ver una secuela más pulida en esta nueva generación de consolas.