Comenzamos este mes de febrero con el lanzamiento del esperadísimo Dead Space 3, el nuevo episodio de la franquicia de Survival Horror que sorprendió al mundo en octubre de 2008 y que hoy aterriza de nuevo en consolas prometiendo nuevas dosis de miedo, innovaciones en las mecánicas de juego, una campaña cooperativa y un gran planeta helado por explorar, ¿pero en realidad valió la pena la espera?
Dead Space 3
En Dead Space 3, como en las dos anteriores entregas, nos pondremos en los zapatos de Isaac Clarke, un ingeniero que ha luchado incansablemente por sobrevivir al terror espacial desde que lo enfrentó por primera vez a bordo de la nave Ishimura.
La historia de Dead Space 3, y para no dar muchos spoilers, comienza justo donde terminó el anterior juego. Isaac Clake intenta huir de la maldición de los necromorfos, pero se embarca en una nueva misión para recuperar un objeto conocido como el Codex, desenterrado hace 200 años. Su misión lo llevará a intentar localizar a Ellie Langford, de quien fue separada durante un accidente, mientras una cadena de sucesos terroríficos se desata y te abres camino entre miles de muertos mutados, primero a través de la nave Eudora y luego en el frío planeta Tau Volantis.
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Lo más notable en el modo de campaña es el cambio de ambientación y forma de enfrentar tus objetivos: mientras en los primeros títulos avanzabas de manera lineal por confinados y oscuros espacios que te hacían inseguro en cada esquina, ahora se cuenta con mayor libertad a la hora de explorar, así como misiones secundarias que uno puede decidir si realizar o seguir con la historia principal.
En mi sincera y humilde opinión este es un factor que va en contra de lo que la saga representa, el sentimiento de terror y angustia en espacios cerrados y oscuros se pierde en la mayor parte del juego y es remplazado por exploración sin sentido. Peor aún, algunas de las misiones laterales son más interesantes que las de la historia central. Dead Space 3 presenta algunas partes donde te encontrarás en el interior de una nave repleta de necromorfos dispuestos a arrancarte la cabeza, pero es mínimo en comparación con las locaciones abiertas, como sucede una vez que aterrizas en Tau Volantis.
No todo en este modo es malo, ya que la trama avanza más o menos con buen ritmo y se da un seguimiento coherente los acontecimientos de Dead Space 2. El planeta Tau Volantis es visitado por nuestro protagonista con la esperanza de encontrar la manera de detener el brote necromorfo de una vez y para siempre, mientras revela terribles secretos sobre la verdad de esta amenaza.
Terror cooperativo no tan terrorífico
La exploración más abierta no fue la única novedad en el modo de campaña de Dead Space 3. El sello notable de esta franquicia era el progreso en solitario y ese feeling de soledad e incertidumbre, pero ahora se puede optar por jugar con alguien más, agregando algunos elementos entretenidos a la fórmula, pero a cambio de perder la mayoría de los sustos y la esencia de “solo contra el mundo” de los títulos anteriores. Un detalle curioso de la campaña cooperativa es que no necesariamente los dos verán las mismas cosas en pantalla, ya que suele suceder que uno de los jugadores sufre alucinaciones mientras que el otro puede ver la situación como realmente es.
Al pasar los 19 capítulos se puede notar que cada nivel fue “optimizado” para jugarlo cooperativamente, sobre todo a la resolución de los puzles, aunque son más sencillos y fastidiosos que divertidos, y se suman a una tediosa mecánica de trasladar al personaje del punto A al punto B para cumplir los objetivos de la misión y acceder al siguiente episodio.
Esta campaña cooperativa en Dead Space 3 vino a sustituir de golpe al poco apreciado y limitado modo multijugador tipo arena de combate que nos presentaron Visceral Games y Electronic Arts en la segunda entrega de la saga y aunque es una opción interesante, es notable que mata cierta sensación de miedo y necesitan dejar imitar lo que el vecino hace con Resident Evil. Si te lo preguntas, en el modo cooperativo el segundo jugador maneja a John Carver y sólo se puede jugar en línea.
En lo que respecta al control, la jugabilidad es la ya conocida, con la inclusión de movimientos de cobertura a la Gears of War, aunque aquí la mayor parte del tiempo se sienten bruscos e innecesarios, como innecesarias y mal trabajadas son casi todas las partes donde te toca enfrentar a soldados enemigos en lugar de matar criaturas espantosas. Claro que si Dead Space 3 toma una dirección más enfocada a la acción necesitaría controles más acordes, pero ni una ni otra cosa -ni lo controles ni las secciones de acción- funcionan como debería de ser.
Aún así, las armas juegan un papel importantísimo en tus expectativas de sobrevivencia y ahora son editables en casi cualquier aspecto, desde unir tu sierra con lanzallamas hasta ponerle al rifle de impulsos unas cortadoras para ataques cuerpo a cuerpo.
En mi opinión, este fue el punto más acertado en los cambios que presenta Dead Space 3, ya que las armas siempre han sido pieza en cómo exterminar a cierto tipo de enemigos y pone de manifiesto el rol de Isaac Clarke como un verdadero ingeniero que ha aprendido a enfrentarse a estos bichejos.
El punto malo es que ahora sólo se pueden cargar dos armas a la vez, algo que particularmente veo ridículo, dado el gran surtido de armas y combinaciones que pudiéramos tener al alcance de los dedos si estuviera disponible en todo momento nuestro arsenal completo.
El traje de combate en Dead Space 3 vuelve a jugar un papel central para Isaac, continúa con las opciones de customización y mejoras para nuestro desempeño en combate, como resistencia, cinética y estática, que nos ayudan por ejemplo a congelar temporalmente a los monstruos para desmembrarlos como dios manda y/o salir de alguna situación de apuro. Y sí, el desmembrar necromorfos para reducir su capacidad de reacción y ataque sigue siendo la estrategia principal de ataque.
En el apartado técnico hay que destacar que el trabajo de Visceral Games no decepciona. Se mantiene fiel a la saga en el aspecto de sonido con melodías lúgubres y tenues; una banda sonora magnífica que mantiene la calidad que ya conocemos. Por su parte, las gráficas son atractivas y detalladas, con excelentes efectos de hielo, vapor, luminosidad y diseños aterradores y bien logrados para los necromorfos. Los escenarios, el traje de nuestro protagonista y los efectos visuales en general lucen geniales, aunque quizá este sea el único aspecto en el que no decepciona de alguna forma Dead Space 3.
Soy un seguidor de la franquicia desde el primer título y un ávido jugador de títulos que te pongan los pelos de punta, pero la dirección que toma Dead Space 3 con las adaptaciones del gameplay y la inclusión de una campaña cooperativa no sólo cambian de tajo el rumbo de la franquicia, sino que terminan de darle el último clavo al ataúd llamado Survival Horror. No me malinterpreten; Dead Space te mantiene entretenido por ratos y es un título aceptable, pero sin duda perdió la mayor parte de su encanto y personalidad para pasar a ser un juego de acción más genérico.
3 comentarios
La verdad, no estoy de acuerdo en que por haber campaña coperativa se pierda el miedo, te dire que le da un toque diferente, no se pierde el terror, solo es otro tipo de terror, cosa que es nueva en la saga, en cuanto a la cantidad de armas, es mucho mas realista que sean solo 2, aparte le suma mas dificultad a la hora de diseñar el arma que cargaras y que modificaciones seran mas utiles conforme avanza la historia. Pero a fin de cuentas cada quien se genera su propia opinion…
En todo tienes razon menos en eso del terror, ya no es terror por mas que le busques. Para terror dead space 1 esto ya es un shooter disfrazado.
Dead Space 3 mantiene cierta tensión, pero así de terror y que andes brincando del miedo o atemorizado por la atmósfera… pues nomás no. La cantidad de armas es más realista y me gusta cómo modificas todo, le da un toque más de ingeniero, pero de repente sí extrañas poder usar a su máximo extensión el sistema.