Zombie Studios, el estudio detrás del exitoso free-to-play Blacklight: Retribution, decidió regresar a la senda del terror con Daylight, un título para PlayStation 4 y PC donde intentan retratar lo aprendido de años en los juegos en primera persona, así como la experiencia adquirida con las dos entregas de Saw en consolas.
Daylight
Sarah despierta. Lentamente abre los ojos y se percata que está dentro de un edificio abandonado, una institución mental que, entre telarañas y una tenue oscuridad, deja ver decenas de corredores y cuartos con memorias escritas en papel, dejadas de tal forma que no se puede evitar pensar que fueron colocadas ahí para ser vistas. El silencio sólo es cortado por algún rechinido; para mala suerte de Sarah, no está sola.
Zombie Studios cuelga las pistolas del FPS Blacklight: Retribution y ahora desarrolla una siniestra aventura publicada por Atlus y ubicada dentro de un manicomio, que entre pistas da entender los horrores que sufrieron sus pacientes a fines de la década de los treinta, memorias escritas en documentos que hablan de sombras fantasmales, sonidos extraños, murmullos y una creciente locura, todo parte de los vestigios del pasado que Sarah tiene que “revivir” mientras explora cuartos, pasillos, túneles, jardines e incluso celdas con la ayuda de la tenue lámpara de su celular, un mapa y un par de herramientas más.
Daylight se trata de un videojuego estilo survival horror en primera persona que toma muchos elementos de otros como Slender y Outlast, construyendo así un mundo ficticio donde el principal miedo es el sentimiento de perder la orientación mientras una serie de espectros nos siguen los pasos muy de cerca, peor aún si no tenemos algún tipo de arma para enfrentarlos. ¿Tu misión? Pues uno creyera que es escapar, pero esto no es tan claro, y más bien investigas incidentalmente el lugar donde te encuentras.
Jugando en la oscuridad
Algo esencial en Daylight para disfrutar la experiencia es que tiene que jugarse en la noche, preferentemente en la oscuridad y si es posible a solas. Para dar más miedito y de paso sea más difícil. Los niveles son generados por procedimientos, esto significa que cada vez que cargas un nivel el juego lo construye de forma distinta, entregando una experiencia nueva donde además las pistas y notas que debemos encontrar están ubicadas en diferentes lugares, a esto le sumamos la tensión de estar atrapados en un lugar sumamente oscuro, contados ítems para alumbrar el camino y la sensación de ser acechados en todo momento.
La mecánica de Daylight es muy similar a la del clásico Slender. Cada vez que recoges una nota importante (en un total de seis por “nivel”) la presencia de algún espíritu va en aumento, llegando al punto de ver contornos a unos metros de distancia o una extraña mueca casi sobre nosotros, que solamente podemos ahuyentar por medio del uso de bengalas y sólo por un tiempo limitado, porque si no lo hacemos, pues morimos.
Durante nuestro recorrido también encontraremos otras pistas en forma de fotografías y notas donde conoceremos un poco el pasado del manicomio donde estamos encerrados, algunas de ellas siendo más visibles gracias a bastones luminosos, algo que sumado a las bengalas debemos usar con moderación, pues sólo podremos cargar cuatro de cada una… Aunque de vez en cuando y a lo largo del recorrido podremos encontrar una que otra.
Fuera de esto, la jugabilidad es simple y hasta plana: en Daylight no hay trampas, acertijos ni caminos secretos, una pena ya que se desperdicia totalmente la generación aleatoria de niveles. Tu objetivo siempre será encontrar las seis notas importantes dentro algún nivel cuasi laberíntico, abriéndote paso con tu celular para hacer algo de luz y checar el mapa. No hay enemigos ni puzles qué resolver, más allá de mover algunas cajas para poder avanzar. La sensación de terror se pierde en la incesante exploración y pronto te acostumbras a la atmósfera ante la falta de algo más peligroso que un espíritu que pronto deja de dar miedo.
En el tema del llamado “replay value” no hay mucho que decir, si eres un masoquista seguro después de finalizado seguirás volviendo por más sustos, pero eso es todo lo que se puede ofrecer, además de buscar aquella fotografía o carta que te impide obtener todos los trofeos/logros.
Si hay un apartado bien logrado en Daylight es el del sonido ambiental. Desde el inicio este título de Zombie Studios, más que por los gráficos el ambiente de siniestra soledad se plasma por lo que escuchamos: pasos a la lejanía, sonidos de cosas que arrastran o se mueven y extraños gritos (entre otras cosas), algo que inmediatamente te pondrá en alerta, más cuando ya llevas un par de notas y comienzas a percibir que efectivamente tienes algo detrás de ti. En general estos aspectos ajenos a la protagonista funcionan relativamente bien, lamentablemente hay algo malo, y es la percepción de Sarah de estos eventos.
Bueno, es claro que esta chica debe tener los nervios de punta, pero nuestro personaje no lo transmite o no lo hace en el momento adecuado. A lo largo de su travesía Sarah se la pasará exclamando “¿hay alguien allí?”, “puedo ver algo”, ¡sé que estás ahí!”, “¿qué fue eso?”, lo normal para el género, el problema es que lo hace cuando nada en el entorno sucede… Y bueno, cuando uno escucha algo realmente tenebroso, ella ni se inmuta. Me hubiera gustado que los sonidos en general hubiesen estado sincronizados y no tan desfasados como una película china doblada en inglés.
Ni tan next-gen ni tan aterrador
Probablemente soy sólo yo, pero todavía no entiendo cómo un juego que pide ocho gigas de RAM como recomendado y usa el motor Unreal Engine 4 (de nueva generación) puede verse tan deslucido. Y no es que Daylight tenga malas gráficas, pero para estos requerimientos altos junto con una buena tarjeta de video, uno esperaría visuales muchísimo más detallados.
Sí, el manejo de luz y sombras es bueno, pero el conteo de polígonos no es nada del otro mundo; el sistema de partículas luce bien, sin embargo no es algo que no haya visto antes; las texturas son un paquete de sorpresas, algunas se ven bien y otras muy deslavadas, peor aún si se trata de un juego en primera persona pues la cámara suele aproximarse mucho más a los objetos que con otro estilo de vista.
Pero eso no es todo, el juego en su versión de PC tiene una opción de escalado en la imagen, algo curioso pues funciona aparte de la resolución con la que se juega. Este escalado hace que los entornos y detalles se vean más nítidos (en alta definición se podría decir), o borrosos, el problema es que con esta opción en bajo Daylight es injugable, no importa si lo tienes en 1080p, no podrás ver siquiera el mapa en el celular. Probando con estas opciones, no noté alguna mejora en el rendimiento, el cual exprime la máquina al momento de llegar a las zonas “abiertas” del juego. Y repito, se ve bien, pero no como algo de nueva generación.
La versión de PlayStation 4 obviamente viene optimizada en este aspecto, y se observa a simple vista igual que la mejor combinación gráfica posible en computadora. Pero nuevamente, apenas luce como un título de pasada generación cuyos gráficos no ayudan ni a verse espectacular ni a dar la sensación continua de miedo en el jugador. Lo que sí hay que resaltar es el 3D, si tienes una pantalla que soporte este formato es un error no jugarlo de esta forma, pues la inmersión es muchísimo más marcada y los escenarios están muy bien construidos en torno a esta tecnología: profundidad, luces, sombras, todo se disfruta mucho mejor en 3D, donde de paso tienes el pretexto de obviar un poco los visuales no tan detallados en las texturas.
En cuanto al diseño de escenarios, Daylight se mantiene apenas decente. Cumple con el cometido de mostrar un lugar abandonado con nuevos recovecos y caminos en cada sesión, pero la variedad de objetos es muy limitada, únicamente un par de diseños de estantes, camas o cajas y listo, además de que los “sustos” se reciclan, así que cada recorrido no es tan completamente diferente del anterior. Dada la repetición de objetos, llega hasta a ser molesto para tu progreso, porque se suele confundir un cuarto con otro que básicamente era idéntico en algún otro punto del mapa.
Al final de cuentas Daylight no es un mal juego, pero sí está muy enfocado al público de Slender o Outlast, el parecido es inminente; a esto hay que sumarle (¿o restarle?) que la duración de cada nivel disminuye si simplemente decides presionar el botón de correr para buscar todas las notas. La sensación tan gris de miedo, la carencia de peligros reales y el gameplay tan lineal alejará a cualquiera que sea más exigente y la única forma de recomendarlo sería esperar a que baje aunque sea un poco de precio.