Sean Bean es un agente del servicio secreto Cleanskin, una película de origen británico; un thriller de conspiraciones, violencia y un poco de acción, que se aleja de las cintas convencionales de Hollywood para ofrecernos una visión muy propia sobre “el bien”, “el mal” y sus motivaciones en el mundo actual.
Cleanskin
Antes que nada es obligatorio decir que a pesar de ciertas apariencias, Cleanskin no es una cinta del tipo James Bond, tampoco busca entretener con el frenetismo de las historias por Robert Ludlum (la serie Bourne), mucho menos es un largometraje lleno de situaciones heroicas donde el protagonista realiza increíbles peripecias casi imposibles con tal de lograr su objetivo. Sí retoma algunos elementos de dichas cintas y otras sagas de acción conocidas, pero su director, Hadi Hajaig, buscó algo con personalidad propia.
Cleanskin es una película que personalmente me había llamado la atención, no sólo por su aire de conspiración; sino por la idea detrás del protagonista, un personaje más humano y menos perfecto. En este sentido, una gran parte de la crítica se ha quejado de Cleanskin, señalando en primer lugar que no es una historia “impactante y movida” como las anteriormente mencionadas, porque sus villanos son flojos y porque su “héroe”, el agente Ewan (interpretado por Sean Bean), parece no ser ni tan acertado, ni tan extraordinariamente hábil con los puños.
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Sin embargo, todo es parte del encanto en esta cinta, ya que la ética de trabajo de nuestro personaje central lo presenta como una persona que puede ser igual o más violenta para realizar su misión como su antagonista, lo cual por supuesto lo transforma en un ser que se sabe “es el bueno” simplemente porque persigue al villano de la historia.
Dicho esto, Cleanskin trata a sus personajes como figuras reales de carne y hueso, aquí no veremos espectaculares explosiones, persecuciones mortales y tiroteos con cargadores infinitos. Existe la acción, pero es más orgánica e intuitiva.
Ewan, agente del servicio secreto y un hombre que vio morir a su mujer en un ataque terrorista, ahora tiene una encomienda especial para buscar y asesinar -a cualquier costo- a un extremista que planea detonarse con un chaleco lleno de explosivos Semtex, probablemente dentro de una importante cumbre internacional.
Buscando al extremista
Obviamente las cosas tienen que dificultarse a más no poder en Cleanskin; el paradero de dicha persona es totalmente desconocido así como cualquier descripción que ayude a identificarlo, algo que deja todo en extrema alerta para comenzar la búsqueda y que aún siendo una indagación discreta no permite ejercer con delicadeza el trato a los sospechosos o personas que puedan dar pistas. En este sentido conoceremos el lado violento de Ewan, que no ve diferencia entre hombres y mujeres.
La historia, para darle cierto dinamismo, está contada también con varios flashbacks que nos muestran un poco del extremista en cuestión, un joven de origen británico y con raíces del medio oriente que asiste a la universidad para convertirse en abogado, una persona normal e inteligente, con sólo algunos roces entre compañeros debido a discusiones de temas políticos.
Ash, como se le llama en la cinta, (interpretado por Abhin Galeya) inicialmente no busca nada más que ganarse la vida y mejorar la relación con su novia Kate (Tuppence Middleton), pero quizá su determinación por encontrar un lugar en el mundo le orilla a ser presa de un reclutador de jóvenes a los que más tarde, entre pláticas y debates se les convence de llevar a cabo acciones contra la vida de otros para demostrar una verdadera ira contra todos los males que ha sufrido su pueblo.
Es de esta forma como Cleanskin no marca ni trata de ser una película de acción y heroísmo hollywoodense o del tipo 007, más bien se esfuerza en plasmar personajes con errores y bondades dentro de sus características, muy a pesar de su fin en la historia. Además de esto, el largometraje plantea una idea sobre conspiraciones bastante interesante, que habla sobre control de información y de cómo sólo la brutalidad de ciertos hechos hace que algunos ciudadanos tomen fuerza para acciones que bien pueden cambiar el rumbo la historia.
Cleanskin, dirigida y escrita por Hadi Hajaig, y protagonizada por los actores Sean Bean, Charlotte Rampling, William Fox, Tuppence Middleton, Michelle Ryan, Abhin Galeya y Tom Burke guarda buenas actuaciones y diálogos certeros sin frases choteadas. Ciertamente está lejos del cine tradicional de acción que muchos esperarían, pero sus escenas de ese tipo, aunque breves, son directas y presentan una violencia sin adornos.
La historia de Cleanskin, a pesar de tener multitud de flashbacks, funciona perfectamente y logra una narrativa envolvente, sin embargo, la película parece dar una marcada mayor importancia al antagonista sobre el héroe, cuando al mismo tiempo nunca lo muestra como el personaje central; quizá una pequeña falla, pues de haber estado más balanceada hubiese mostrado un panorama más completo sobre las motivaciones de ambos.
A pesar de ello y de que por momentos parece que la ejecución del filme no alcanzó para la ambición del cineasta, Cleanskin es una película entretenida con una temática interesante que te atrapa durante una hora y 48 minutos.