Castlevania es una de las sagas más respetadas en la industria de los videojuegos, sin embargo sus títulos dejaron algo que desear en su brinco al 3D o bien se estancaron en una fórmula repetitiva que calcaba a Symphony of the Night hasta el cansancio. Castlevania: Lords of Shadow viene a cambiar no sólo el modo de juego, sino los cimientos mismos bajo los que está construida la franquicia. ¿Tendría el éxito deseado o dejará a sus aficionados sedientos de sangre nueva en Xbox 360, PlayStation 3 y PC?
Castlevania: Lords of Shadow
El año es 1047, una época timada para vivir pues un hechizo distanció el plano terrenal del celestial, atrapando las almas de los muertos sin poder partir al cielo, y de paso, infestando el mundo de criaturas tenebrosas y monstruos sacados de todos los cuentos de terror (y fantasía) posibles. La gente huye de sus hogares buscando tierras más tranquilas donde no los alcance la maldición, ya que noche tras noche los muertos por alguna monstruosidad aumentan. Dios parece haberse olvidado del hombre y el hombre a su vez desconfía de Dios. En efecto, una época no muy grata para vivir… Ni para morir
El protagonista sobre quien tomamos control, Gabriel Belmont, llega a uno de los desafortunados pueblos infestados de licántropos (hombres lobo). Armado con su Cruz de Combate logra hacerles frente y se presenta como un guerrero enviado por la Hermandad de la Luz para intentar poner fin a la época de oscuridad.
La Hermandad de la Luz es una especie de orden católica que por milenios ha combatido a las fuerzas del mal, encabezadas por los Señores de las Tinieblas (Lords of Shadow), pero en esta ocasión parecen demasiado poderosos y gracias al hechizo que separa a la Tierra del Cielo no hay poder terrenal ni divino que les haga frente. claro, hasta que nosotros tomamos el mando del Belmont de la aventura.
Saludos, Gabriel Belmont
Gabriel Belmont tiene motivos muy especiales y personales para aceptar su misión. Su esposa, Marie, fue víctima de la maldad que invade Europa y tras su muerte nuestro Belmont en turno sólo encuentra un motivo para vivir en derrotar a los Lords y vengar a su amada.
Marie es otra de esas almas atrapadas sin poder partir y mediante sueños le explica el verdadero tamaño de la misión que está a punto de abordar Gabriel: debe vencer a los tres Señores de la Oscuridad y recuperar de cada uno un fragmento de la Máscara de Dios, un artefacto tan poderoso que le permitiría deshacer el hechizo; pero no sólo eso, la máscara es capaz de devolver la vida a los muertos. Esta máscara se vuelve el centro de Castlevania: Lords of Shadow, en una aventura donde Gabriel Belmont no sólo lucha para derrotar a las huestes de la oscuridad, sino para encontrar la única manera de traer a su esposa de vuelta.
Todo rumbo a un gran final
Hacia la mitad del primer capítulo conoces a Pan, el Espíritu del Bosque y guardián del Lago del Olvido, una especie de semidios antropomorfo el cual, por razones que no te explica, empieza a ayudarte durante en algunos pasajes tomando forma de distintos animales para transportarte de un lugar a otro y dándote una serie de consejos, la mayor parte del tiempo bastante inútiles o poco claros.
“Un final digno de enmarcarse como el mejor de la saga Castlevania y uno de los más gratificantes en los videojuegos de actual generación”
Un escenario después y tras la lucha con un enorme titán de hielo aparece Zobek en escena, un legendario guerrero de la Hermandad de la Luz y amigo de Pan, quien se convierte en tu aliado para guiarte en la búsqueda de los Lords of Shadow y quien también nos narra los pormenores de la trama entre cada escena.
Aunque la historia quizá no te parezca tan elaborada como uno quisiera pensar si se toma en cuenta que Hideo Kojima -el mismo de Metal Gear Solid– supervisó el videojuego , creéme que lo es.
La narrativa de Zobek (con la voz de sir Patrick Stewart, mejor cocido como Xavier de los X-Men) y los cortes cinematográfico en tiempo real cuentan de manera estupenda un argumento que mejora sustancialmente conforme avanzan los capítulos, con un final digno de enmarcarse como el mejor de la saga Castlevania y uno de los más gratificantes en los videojuegos de actual generación; así de bueno es.
Castlevania: Lords of Shadow llevará a Gabriel por tres distintos reinos para derrotar a cada uno de los Señores de la Oscuridad: el de los licántropos, el de los nigromantes y el de los vampiros. El título te toma unas 16-18 horas terminarlo en la dificultad más alta, pero completarlo al 100 por ciento puede llevarte el doble de tiempo.
Durante el recorrido, a pesar de ser una especie de reinicio, Konami y Mercury Steam nos presentan a viejos conocidos de la franquicia que habían sido olvidados en el tiempo o no tenían el lugar que les correspondía, como a Conner, Carmilla, su hijastra Laura, así como Rinaldo Gandolfi, el creador del famoso látigo mata vampiros.
Misma saga, diferente Castlevania
“este nuevo Castlevania pretende darte en partes iguales el tiempo que pasas combatiendo con el que inviertes explorando y resolviendo puzles”
¿Y cómo se juega este nuevo Castlevania? Lords of Shadow ha sido comparado hasta el cansancio con God of War. ¿son tan similares como parece? Sí y no.
Castlevania: Lords of Shadow comparte las mecánicas de batalla: cuentas con un arma de largo alcance, tienes combos, mejoras tus habilidades y las complementas con magia y armas secundarias. Pero este nuevo Castlevania pretende darte en partes iguales el tiempo que pasas combatiendo con el que inviertes explorando los escenarios y resolviendo puzles.
El arma de Gabriel es la Cruz de Combate, una especie de látigo retráctil. Con un botón realizas un ataque débil y recto, mientras que con otro lanzas un latigazo fuerte y más amplio, que normalmente sirve para mantener a raya a un grupo de enemigos.
Muchas opciones, un sólo botón
Adicional a ello tienes cuatro armas secundarias: dagas, para atacar de lejos y principalmente a los hombres lobo; haditas, que sirven para que tus enemigos se emboben con ellas mientras les rompes la cara; agua bendita, que abarca un buen rango y es útil contra vampiros y no-muertos, y un cristal mágico, el cual invoca a una demonio sensual que mata a todo lo que esté en pantalla. En el caso de los jefes les baja la sangre como si no hubiera mañana.
Castlevania: Lords of Shadow también hace uso de reliquias y sirven para cosas tan útiles como darte más fuerza, correr más rápido, doble salto y nuevos combos para lograr jugadas más vistosas y de mayor daño. También cuentas con dos tipos de magia, azul y roja (luz y oscuridad), las cuales sirven como modificador para tus ataques: con la azul recuperas energía al golpear, con la roja haces más daño. Aparte cada una tiene movimientos especiales, algunos de ellos bastante (quizá demasiado) manchados.
“Es normal que termines esquivando cuando no quieres, bloqueando cuando buscas atacar, atacando cuando deseas defender”
Tu repertorio de jugadas incluye el clásico agarre que despacha de un sólo ataque a cualquier enemigo de tamaño pequeño, y dado que son los más montoneros y eres invulnerable al ejecutarlo, terminará siendo el más usado. También tienes a tu disposición movimientos de bloqueo y esquive, y es justamente en esta parte donde notamos un error en el diseño del control.
Para bloquear usas un botón, para esquivar usas el mismo botón más la palanca, y para ejecutar ciertos ataques con reliquias y magias también necesitas presionar ese mismo botón, por lo que es normal que termines esquivando cuando no quieres, bloqueando cuando buscas atacar, atacando cuando deseas defender y que tus contraataques sean bastante imprecisos. No es para cortarse las venas, pero es increíble que desperdiciaran el uso del stick análogo derecho que bien pudo servir para esquivar, por ejemplo.
Te pega pero no te pega
Otro problema en algunas peleas de Castlevania: Lords of Shadow son las cajas de colisión, ya que algunos enemigos y jefes tienen un extraño valor en sus ataques, que les permite golpearte tramposamente: si tú estás ubicado en la zona donde el golpe va a aterrizar, te pega, no importa que el ataque “físicamente” aún no haga contacto o en ocasiones recibes daño unas décimas de segundo antes de que realmente te hayan conectado.
“Los enfrentamientos contra titanes, jefes y enemigos normales manejan QTE, aunque no tan bien logrados”
Los enfrentamientos contra titanes, jefes y enemigos normales incluyen Quick Time Events (QTE), aunque no tan bien logrados: muchas veces se siente forzados, como para tener algo que hacer mientras transcurre la cinemática. No muy de mi agrado, especialmente porque luego estos QTE te los ponen para acciones tan insulsas como abrir una puerta.
Fuera de la batalla hay demasiado por hacer, ya que los escenarios están diseñados con caminos alternos, rutas secretas y muchos ítems escondidos. Tendrás que revisitarlos, cuando tus habilidades te permiten alcanzar puntos que antes eran inaccesibles; esto no es necesario para terminarlo pero le añade considerablemente más horas de juego a Castlevania: Lords of Shadow.
Gabriel Belmont en el país de las fantasías
Esta parte de explorar por momentos te recuerda a Uncharted, con salientes por las cuales puedes colgarte y seguir trepando junto con tu Cruz de Combate, que te sirve a manera de gancho para agarrarte, escalar, hacer rapel y hasta brincar para derribar ventanas haciendo entradas espectaculares.
Los controles no son malos pero se notan algunos detalles, sobre todo en los saltos, ya que en algunos escenarios existe una especie de barrera hacia el final de las plataformas, sobre todo móviles, que hace que te frenes y no puedas calcular el brinco; es como si la distancia del salto fuera automática y más que medir su potencia tienes que ajustar el tiempo para caer en el lugar adecuado. Un poco más de libertad para explorar y menos paredes invisibles también se hubiera agradecido tomando en cuentas los escenarios tan detallados.
Y vaya que hay variedad de ellos en Castlevania: Lords of Shadow. Me es difícil recordar, no un Castlevania, sino un videojuego cualquiera con tal variedad de paisajes y ambientes. Comienzas en una especie de bosque, después un pantano, para recorrer luego las ruinas de una antigua civilización, de ahí a un paraje cubierto de nieve, un pueblo semi abandonado, templos, castillos, desiertos fumados tipo Dalí, el interior de una caja musical, en fin, variadísimo, todos con mucha riqueza visual y atascados de detalles.
Desgraciadamente el flujo de combate y exploración en estos escenarios es regularmente echado a la basura por varios de los acertijos más aburridos que hayas probado, y aunque todos ellos tienen pistas y hasta la solución desbloqueable a cambio de experiencia, no hacen más que estorbar la dinámica que más luce en el juego sin entregarnos un reto interesante a cambio.
Así luce y suena Lords of Shadow
Los gráficos son excelentes como decía, con detalle sobre detalle, personajes bien diseñados, una dirección de arte estupenda, variedad de ambientes y de enemigos, algo raro para este tipo de juegos que suelen mantener clones y enemigos reusados a cada rato; aquí cada zona tiene sus criaturas particulares, con jefes prácticamente cada dos escenarios, la mayoría muy atractivos y con rutinas bellamente animadas.
“Definitivamente se extrañan arreglos reinterpretando más piezas musicales clásicas de la saga”
Los únicos puntos flacos son el frame rate, que baja dramáticamente en ocasiones -sobre todo cuando corres- y que muchas veces los personajes lucen demasiado inexpresivos, no se distingue mucho entre cuando están enojados, tristes o con miedo, básicamente Gabriel trae siempre cara de enfado y algunos diálogos pierden fuerza por lo mismo.
La música, por su parte, es muy buena. Es de resaltar las composiciones de Óscar Araujo interpretadas por una orquesta de 120 personasqueriéndole dar ese toque épico a Castlevania: Lords of Shadow, pero definitivamente se extrañan arreglos reinterpretando más piezas musicales clásicas de la saga. La mejor parte para escuchar es cuando resuelves un rompecabezas musical (el único puzle memorable) y la melodía suena a tanta nostalgia que es una lástima que sólo esté incluida en ese nivel (porque ni en el soundtrack de la edición especial viene).
Una vez terminada la campaña aún queda mucho por hacer, ya que cada escenario tiene varios niveles de dificultad, aparte de un reto especial cuando los superas. También tendrás que encontrar todas las gemas y reliquias… Castlevania para rato, y más si eres un cazador de logros/trofeos.
No es el mejor pero sí un memorable Belmont
Castlevania: Lords of Shadow en un muy buen videojuego, aunque a veces se siente que se quedó en el umbral de algo que pudo haber sido mucho mejor. Repleto de situaciones divertidas e interesantes, desgraciadamente baja demasiado de ritmo con un comienzo lento, acertijos tediosos y algunas mecánicas que aburren (dejen que lleguen a intentar recuperar sus cosas del Chupacabras). Mejora exponencialmente conforme avanzas. Hay que reconocer que el estudio MercurySteam hizo un buen trabajo; con el impresionante final y la experiencia adquirida nos deja soñando con una secuela y tal vez el Castlevania definitivo.