En su afán por agradar a los fans de Oriente con el lanzamiento de la Xbox 360, Microsoft decidió ofrecerles lo que aparentemente más consumían: un juego de rol tradicional a la vieja escuela en forma de Blue Dragon. El clásico formó parte de los títulos de primera generación de la consola pero tomará un segundo aire al anunciarse que se agrega a la lista de juegos retrocompatibles en Xbox One.
Desgraciadamente, Blue Dragon sólo está disponible en formato físico, por lo que si no tienes el disco (y actualmente puede ser difícil de encontrarlo en algunos lugares) es imposible jugarlo en tu Xbox One. Después del anuncio vía Twitter en la cuenta de Major Nelson, no faltaron las respuestas que solicitaban un lanzamiento digital de este RPG.
Blue Dragon is coming to Xbox One Backward Compatibility today https://t.co/qPMRNrLoTQ pic.twitter.com/4YG2OxHjji
— Larry Hryb ☁ (@majornelson) November 1, 2016
Blue Dragon
Blue Dragon nació de la mente de Hironobu Sakaguchi, considerado el padre de la saga Final Fantasy. Tras su salida de Square Enix debido al fracaso que resultó ser la película Final Fantasy: The Spirits Within, Sakaguchi formó su propio estudio, al cual se acercó Microsoft en 2004 para que les desorrollara un RPG en exclusiva para su próxima consola (en aquel tiempo), la Xbox 360.
Por si el nombre de Sakaguchi no bastara para voltear los reflectores hacia Blue Dragon, el diseño de personajes corrió a cargo de Akira Toriyama, el creador de Dragon Ball. La historia giraba en torno a cinco jóvenes con la habilidad de controlar poderosas sombras que imitaban sus movimientos; con ellas buscarían confrontar a Nene el malvado dictador de su reino.
Con ayuda del estudio Artoon, Blue Dragon fue lanzado en agosto de 2007. Microsoft y Mistwalker esperaban colocar al menos 200 mil copias en Japón para ser el videojuego de Xbox mejor vendido en dicho país hasta la fecha; para el 27 de diciembre del mismo año lograron la meta. Pese a ello, las ventas generales no fueron tan altas ni el recibimiento de la prensa tan halagador para un proyecto tan caro en manos de un estudio relativamente pequeño como Mistwalker, por lo que quedó como un único experimento, una franquicia que luce poco probable que podamos revisitar con alguna secuela en un futuro cercano. Aunque por ahí se coló Blue Dragon Plus, para Nintendo DS.