Si eres mega fan de los juegos de pelea seguramente habrás escuchado de Aquapazza: Aquaplus Dream Match, un título que vio luz en los locales de arcade japoneses en junio de 2011, pero que gracias a Atlus desde noviembre del año pasado podemos disfrutar en exclusiva para nuestra PlayStation 3.
Aquapazza: Aquaplus Dream Match
El juego desarrollado por Examu se trata de un crossover de franquicias de la compañía publicadora Aquaplus, personajes que vienen principalmente de novelas visuales de la compañía oriental Leaf, por lo que lo más probable que quizá no reconozcas ninguna de las caras del roster.
El catálogo de peleadores no es muy amplio que digamos, pero las técnicas y estilos de combatientes sirven para suplir la carencia en números. Algo que me gustó es que pese a que a Aquapazza se apega un sistema central de juego, varios de los personajes se controlan de manera distinta y rompen de cierta manera con este molde, lo que te invita a probar, experimentar y dominar a cada uno, pues cuestiones como correr/brincar, salto/doble salto o hasta la posibilidad de esquivar le dan un giro distinto a cada personaje.
Los botones principales de juego son cuatro: tres para ataques débil, medio y fuerte, y uno más para invocar a tu compañero. Sí, Aquapazza se trata de un juego de peleas por parejas, aunque a diferencias de otros exponentes similares, el segundo personaje sólo sirve como ayudante y nunca es controlable al 100 por ciento. Primero escogerás a tu luchador principal de entre posibles para en seguida elegir a tu compañero de entre otros trece distintos, es decir, los principales no sirven como asistentes, ni viceversa.
El hecho de la disposición de los botones te puede recordar a saga como Guilty Gear o BlazBlue, pero aquí la movilidad es más en la vena de juegos doujin a la Melty Blood. Los combates son relativamente rápidos y cuentas con una amplia variedad de poderes, súper poderes y unos aún más escandalosos llamados Splash Arts, que son ejecutados con tu barra de especial llena y la de vida a menos del 50 por ciento. Los Splash Arts son tan devastadores que bajan la mitad de sangre, así que querrás usarlos sabiamente y evitarlos en tu contra.
En lo que respecta a combos, la posibilidad de improvisar combinaciones en Aquapazza me pareció algo corta. Algunos personajes pueden ejecutar cadenas típicas débil, medio, fuerte, aunque la mayoría de combos más fuertes se realizan a la Street Fighter, con un ataque aéreo, seguido de uno o dos golpes en tierra para rematar con poder o súper poder. Existen también las súper cancelaciones y algunos poderes que rebotan a tu rival en la pared, todo funcionando a la perfección gracias a un muy fluido control.
Adicionalmente, gracias al sistema de asistente, tu compañero puede entrar en algún punto del combo para ejecutar un golpe más, rematar o levantar al rival, aunque noté bastante limitada esta opción y más cuando te gasta, además de la barra de tu asistente, un tercio de tu medidor de súper. La mayoría de asistentes sólo agregan un golpe al contador y resulta más efectivo usarlos para defenderte o sorprender de lejos al rival, a excepción de Camyu, una chica que lanza una bola de fuego para levantarte del suelo y que te sigan surtiendo a la Marvel vs Capcom.
Fue difícil para mí ver realmente qué tan balanceado es Aquapazza, a pesar del tiempo que tengo jugándolo me encontré con que la limitada comunidad en línea escoge a los mismos tres o cuatro personajes más atractivos y ágiles para jugar -como Oboro-. Hablando del sistema online, la verdad es que pocas veces disfruté batallas libres de lag y casi siempre tuve alentamientos muy marcados pese a que casi casi retaba a mi vecino.
El resto de modos incluye historia y entrenamiento, junto con un segundo modo de historia llamado Another Story, el cual tiene un jefe final bastante más complicado y se desbloquea para cada personaje con el que completes el modo regular. No hago mención de la trama porque realmente es de lo más accesoria posible y sólo sirve como pretexto para reunir a tantos personajes aparentemente tan disímbolos. Se extraña alguna opción de misiones o retos para aprender a sacarle más jugo a cada combatiente
Ahora, como podrás haber visto, toda la estética del juego es tipo anime, con la mitad del roster siendo colegialas japonesas y la otra mitad provenientes de cuentos clásicos de los RPG orientales. Las gráficos en 2D son buenos pese a tener ya sus años, y llaman la atención en especial especial los bellos y detallados escenarios, mientras que las voces y la música cumplen con el objetivo de hacerte sentir que estás ante un título muy oriental.
¿Ganas de probar algo no tan mainstream en el género de peleas? Entonces deberías echarle un ojo a Aquapazza: Aquaplus Dream Match, aunque tampoco lo hagas con muchísima expectativa. El sistema de combos se siente algo limitado y no todos los personajes son divertidos de controlar, sumado a un modo online con mucho lag. La mejor forma de disfrutarlo es reunirse con un grupo de amigos como en los viejos tiempos, es aquí donde brilla el potencial del juego y nos hace un rato olvidarnos de los hadokens para cambiarlos por libreros que se trompican, súper poderes con trapeadores, un perro que se suelta de la correa o una asistente que canta y congela el escenario.