Luego de una complicada producción que vio cambios no sólo de guion sino de directores y fecha de producción, Ant-Man: El Hombre Hormiga llega a los cines. Muchos temían que tras un desarrollo tan atropellado y la desazón de las últimas cintas del estudio, esta película fuera a ser el primer gran desastre de Marvel y Disney.
Ant-Man: El Hombre Hormiga
Nuevamente la editorial se encontraba ante el reto de presentar a un personaje en su mayoría desconocido al público en general. Fue el cineasta Edgar Wright quien diseñó la trama básica: Scott Lang (Paul Rudd) es un ladrón profesional reclutado por un ya anciano doctor Hank Pym (Michael Douglas) para participar en un gran robo con la ayuda de la tecnología Ant-Man, que consiste en un traje para encogerse y un sistema para controlar las hormigas.
Tras la partida de Wright por diferencias creativas, llegaron el guionista Adam McKay y el director Peyton Reed, quienes decidieron profundizar en los personajes: La motivación del divorciado Lang es redimirse para enorgullecer a su hija (Abby Ryder Fortson), mientras que el irascible Pym lleva años aislado tanto de su hija Hope (Evangeline Lilly) como de su talentoso ex discípulo Darren Cross (Corey Stoll), que amenaza con descubrir sus secretos.
De esta forma, el tema de la cinta es la paternidad, el deseo de forjar algo para las generaciones futuras y sanar lazos generacionales rotos. Con esto, Marvel nos entrega en Ant-Man: El Hombre Hormiga la historia más íntima de su universo hasta el momento, así que puede decirse que se trata de una producción “familiar” en más de un sentido.
Una propuesta diferente… y buenísima
Desde luego, cuando decimos Marvel hablamos de superhéroes de cómics pero Ant-Man: El Hombre Hormiga no es el largometraje promedio de acción. La intención desde el principio fue hacer una “heist movie”, o en español, una película de atraco, en la que gran parte de la trama se centra en planear detalladamente y ejecutar un imposible hurto en un lugar fuertemente resguardado.
Los primeros 40 minutos de Ant-Man: El Hombre Hormiga son un largo pero interesante desarrollo donde se mezclan varias historias: los antecedentes de Pym como agente de SHIELD, el drama de Lang iniciando una nueva vida tras salir de prisión, el descubrimiento del traje de Ant-Man para más tarde darle lugar al entrenamiento y planear el golpe. Aquí lo que sobresale y engancha es la caracterización y profundidad de sus personajes, probablemente los más simpáticos y entrañables de Marvel hasta el momento.
A pesar de ser su primer papel de este tipo, Paul Rudd es un perfecto héroe humano que lo único que desea es ser un mejor hombre, un padre a la altura de su hija. El irritable doctor Pym es su contrapeso perfecto, un veterano investigador que ha sufrido tragedias pero mantiene fuertes ideales y la capacidad actoral de Michael Douglas aporta a la cinta un drama creíble, pese a que Evangeline Lilly no da la misma nota de los dos actores estelares.
El elenco de apoyo de Ant-Man: El Hombre Hormiga es completado con Luis (Michael Peña), Dave (T. I. Harris) y Kurt (David Dastmalchian), un trío de ladrones que se convierten en el equipo de Lang y sirven de un excelente relevo cómico. Mención especial para Peña, quien interpreta en su inmigrante mexicano al personaje más gracioso de la Casa de las Ideas hasta el momento (¡quítate, Tony Stark!).
En cuanto a la comedia, se trata una de los filmes más divertidos del estudio, donde las bromas son un complemento natural al sentido de aventura de Ant-Man: El Hombre Hormiga. Los efectos visuales, filmados al estilo macrofotográfico para resaltar el sentimiento de descubrir un mundo enorme, son una delicia y las secuencias finales profundizan en el aspecto de la ciencia de una forma tan hermosa que te dejarán instantáneamente salivando por una secuela.
Pequeño gigante
Ant-Man: El Hombre Hormiga es una de las mejores películas de Marvel. Es sin duda la más divertida, disfrutable y graciosa del estudio hasta el momento, y aunque carece del sentido “mítico” de otras como Iron Man y Los Vengadores, trae de vuelta esa sensación de maravilla y descubrimiento de sus primeras historias. Un auténtico pequeño gigante del que esperamos ver más en un futuro.