En el popular género de la novela juvenil han sido varias las propuestas que han surgido en los últimos años, tanto en libro como en películas, con las intenciones de tomar el lugar de la monumental Harry Potter. Maze Runner: Correr o Morir es otra de esas aventuras protagonizadas por un puñado de adolescentes y enfrentados a situaciones de vida y muerte, teniendo que madurar de forma apresurada para salir avantes. El libro tuvo una buena acogida tanto por su audiencia, como por la crítica. La película ¿qué tal?
Maze Runner: Correr o Morir
Dirigida por Wes Ball y basada en la novela de James Dashner, Maze Runner: Correr o Morir tiene una premisa llena de misterio que desde el inicio llama la atención: Un joven sin memoria despierta en un claro poblado de árboles, a lo lejos del cual se yergue un altísimo muro. A su alrededor encuentra a más chicos, los cuales le explican que pasaron por lo mismo que él y no les ha quedado de otra que quedarse a vivir ahí, en el pequeño bosque al que denominaron “El Área”.
Lo interesante es que el mencionado muro no es sino un laberinto que se abre un par de veces al día y del cual nadie ha logrado encontrado la salida. Los Runners, un equipo especial de los chicos de “El Área”, se dedica a explorar el Laberinto por el día, ya que por la noche rondan por el lugar unas extrañas criaturas que matan a cualquiera que no regrese por donde vino. Aunque claro, nuestro protagonista tiene interés en convertirse en un Runner y resolver el laberinto.
¿Interesante, no? La premisa puede tener reminiscencias a la infame serie de televisión Lost, pero la trama en sí basta para mantener tu atención por todo lo que dura la película. Además del protagonista (Dylan O’Brien), entre los habitantes de “El Área” se encuentran el administrador Alby (Aml Ameen), el inteligente Newt (Thomas Brodie-Sangster), Fry el cocinero (Dexter Darden), el regordete Chuck (Blake Cooper), así como los Runners, entre ellos su férreo líder Gally (Will Poulter) y Minho (Ki Hong Lee).
Un laberinto entretenido
La película, antes que todo, es entretenida. En ella encuentras lo que el tráiler te vende, ni más ni menos. El ritmo es lo bastante bueno para no volverse aburrida en ningún momento, pero también se da el tiempo para ir acomodando la motivación del personaje y explorar las relaciones entre la comunidad de “El Área”.
Siendo sinceros, no encontrarás en Maze Runner: Correr o Morir personajes memorables, diálogos profundos ni sorpresas increíbles, pero ante todo el trabajo es consistente y podría decirse que verosímil. La trama es algo predecible, pero no por eso menos disfrutable. El trabajo de los actores es suficientemente bueno, no se encuentra a la vista un casting mal hecho ni actuaciones poco creíbles o nefastas.
Si algo se le puede achacar al largometraje es que las secuencias del laberinto no son tantas, sin embargo las que hay son satisfactorias. Aunque tomándose en cuenta el tiempo que usan para ir planteando bien todas las motivaciones en Maze Runner: Correr o Morir, era algo que se tenía que sacrificar.
La otra es la pretensión de convertirlo en una serie, con un final que está a poco de sentirse como un insulto; aunque por otro lado, ya con todo planteado, uno podría justificar una secuela que nos diera todas las secuencias de laberinto que tal vez quedó a deber. Y no debería extrañarnos ya que en total son tres libros.
Veredicto
Maze Runner: Correr o Morir es una película entretenida, con actuaciones sólidas. No esperes nada fuera de este mundo, pero la sola premisa del laberinto y los oscuros peligros en su interior, así como su manejo son suficientes para sostener la trama por las casi dos horas que dura.