Si no han jugado The Walking Dead: Season One, deberían dejar de leer esta reseña e ir hacerlo. Si ya lo hicieron, el paso lógico es su continuación, The Walking Dead: Season Two, que ya con todos los episodios disponibles es el momento más adecuado para adquirirlo si es que aún no lo habías hecho. Yo lo hice en la versión para la PlayStation 3 y les cuento mi experiencia.
The Walking Dead: Season Two
Obviamente, la recomendación para quienes aún no terminan la primera parte -y para evitar cualquier posible spoiler- es brincarse todo este texto y sólo consultar la calificación al final por si tienen curiosidad, ya que esta nueva entrega comienza justo donde terminó la primera temporada, lo que implica que haré referencia a algunos eventos que le dan forma.
En The Walking Dead: Season Two, tras el trágico final de la aventura gráfica de 2012, nos pone ahora al mando de la pequeña Clementine un par de años después, quien junto a Omid y Christa deambula por un caótico país en busca de llegar a los territorios más al norte, donde aparentemente un numeroso campamento y el frío parece ser la mejor defensa contra la pandemia zombi.
Pero obvio, en este mundo infectado no sólo por no muertos sino por la codicia, avaricia, el oportunismo y la ley del más fuerte, las desgracias están a la vuelta de la esquina, y lo que nos enseñó la primera temporada se hace patente en los primeros minutos de juego: el peor enemigo del vivo es el vivo. No pasan ni diez minutos cuando tendrás el primer nudo en el estómago y la garganta, con un par de dramáticos eventos que pondrá a Clementine huyendo como nunca antes: sola.
El primer capítulo termina con la pequeña gravemente herida y a las puertas de un nuevo grupo de sobrevivientes, con los cuales tendrá que aprender a convivir, lidiar, confiar y enfrentar su tumultuoso pasado, uno que los pondrá contra Carver, el demente líder de una comunidad con tintes fascistas.
Bienvenidos a campamento terror
Algo que se nota en The Walking Dead: Season Two es cómo Telltale Games hace caso a su base de aficionados e implemente varias de las sugerencias, así como mecánicas de otros juegos más reciente. Esta continuación ciertamente no se aleja gran cosa del gameplay y el estilo narrativo que ya conocemos, sin embargo sí incorpora sutiles mejoras/ diferencias que le dan su propia personalidad, como dije, algunas sugeridas por las fans, otras en base a la experiencia.
Primero que nada, la capacidad de interacción aumentó notablemente. Tal como en The Wolf Among Us, The Walking Dead: Season Two cuenta con muchísimos más eventos de reacción rápida, donde tendremos que apretar los botones para desatascar cosas, esquivar enemigos, así como apuntar y presionar el botón a tiempo para usar la pistola o cualquier cosa que nos sirva para detener a los zombis.
Dado que no siempre el cursor queda en un lugar cómodo, varias veces nos matarán en lo que escaneamos la pantalla intentando encontrar la mirilla y el punto de interacción, así que contrario a la primera temporada, el letrero de Game Over sí lo vamos a ver más de lo esperado. En realidad no es algo que aumente la dificultad, y lo encontré más como un elemento molesto, pues no perdía porque no tuviera habilidad, sino porque muchas veces el juego no era claro en sus instrucciones. Igual no faltará quien considere que esto le agrega tensión.
Las siguiente diferencia importante es el acercamiento con el material original… o en este caso, el más conocido. Algo que me encantó de The Walking Dead: Season One es que no necesitabas leer el cómic o ver la serie de televisión, es más, la trama y los eventos trataban de alejarse lo más posible de esta última para ofrecernos una experiencia que se sintiera totalmente nueva.
En The Walking Dead: Season Two las cosas fueron en el sentido inverso. Tal como en el popular show, mucho del poder de la trama está centrado en campamentos de sobrevientes, las leyes internas de estos y los conflictos que suelen tener con otros grupos similares, y no pude evitar pensar que debido a esto los giros narrativos eran menos sorpresivos y por ende no tan interesantes.
Extraño a Lee
La tercera, última y más notable diferencia es también un recurso narrativo y viene en forma de los protagonistas. Tal vez sea que me enamoré de Lee, Kenny, Omid, Christa, Katjaa, Duck y el resto del casting de la primera parte, pero pocos personajes de la segunda temporada me parece que tengan la misma fuerza de atracción para con el espectador y se sienten mucho más genéricos: el galancillo de acción, el padre sobreprotector, la hija ñoña que no sabe ni cómo limpiarse los mocos, la chica misteriosa y solitaria, el joven de acciones impulsivas…
El manejo de la trama me hizo sentir poca o nula simpatía por la mayoría de los personajes con los que me cruzaba y creo que también se debe a que la historia de The Walking Dead: Season Two nos lleva a formar parte muy “circunstancial” de un grupo que agrega y resta integrantes con velocidad pasmosa, dejando que no haya un interés real en formar parte del grupo o a veces siquiera de conocer a sus integrantes medianamente.
Si jugaste 400 Days, dependiendo de tus decisiones verás a algunos personajes en tu viaje por la nueva temporada, aunque sólo uno de ellos tiene un peso real, el resto son meros cameos. Lo que sí me gustó en demasía es que un viejo conocido regresará en el segundo episodio ,y con permiso de Clementine, es él quien moverá realmente los hilos más conmovedores del argumento.
Ojo, estos cambios no significa que The Walking Dead: Season Two no sea una aventura gráfica que valga la pena, sino que simplemente en términos narrativos me parece que nunca alcanza la magia y nostalgia que imprimió The Walking Dead: Season One para cuando tomamos aquella última y dolorosa decisión.
La buena noticia es que Telltale Games se esforzó en que la historia sirviera para darnos más opciones, más posibles escenarios, un mayor énfasis en el peso de nuestras selecciones y muchas más formas de llegar al final. Vaya, incluso tenemos tres (muy) diferentes conclusiones. En esta ocasión no sólo escogemos entre una de dos personas a salvar, sino que a veces un mismo sobreviviente puede morir en situaciones y lugares muy distintos. Esto me gustó mucho, pues no había capítulo o escenario que no superara y me quedara con la duda de qué hubiera pasado si hubiera hecho algo diferente, y muchas veces hay más de dos posibles selecciones (le daré una segunda vuelta en PS Vita).
Técnicamente The Walking Dead: Season Two subió un par de rayitas. El motor gráfico es el mismo, pero los escenarios cuentan con más elementos, más evidente en aquellos que se desarrollan en el bosque (que son la mayoría). Esta decisión también le pasó factura en los tiempos de carga y la velocidad del frame rate, sobre todo al inicio cada episodio. Un apartado en el que tienen que mejorar: no queremos visuales más bonitos, sólo que no alenten tanto algunas partes del juego.
El sonido nuevamente cumple con un papel redondo. Las voces son muy buenas y la música, aunque muda la mayor parte del tiempo, cuando entra lo hace como un gancho al hígado, pega y duele, pues casi siempre es un momento emotivo. Además, cada capítulo tiene un tema de créditos muy chulo, cover de alguna canción popular. Las van a querer escuchar en Spotify de menos.
¿La mejor temporada?
En conclusión, ¿qué temporada es mejor? Me quedo con la primera en casi cualquier aspecto, salvo la cantidad de rutas para avanzar. El peso de las decisiones también es mayor en esta secuela, pero los personajes víctimas de ellas rara vez nos dan igual, así que escojamos lo que escojamos no importa mucho más allá de que sobrevivan Clementine y el otro personaje que les comenté.
Los finales también me gustaron, pero el ritmo con altibajos de los capítulos me hizo bostezar varias veces, pues parecía que nada importante sucedía, al menos nada tan importante como lo que ya había visto antes, y los grandes giros en la trama opacan con mucha facilidad el resto de la experiencia. El primer capítulo es una joya, como también lo es el último. Los otros tres me los pudieron haber resumido en uno.
PEse a ello, hay que aclarar que The Walking Dead: Season Two está encima, muy por encima de la media de juegos del género que gusten y manden. Si bien no alcanza la cota del original, sigue teniendo una historia potente, centrada en el conflicto y la reacción huamana ante la desgracia más que en el apocalipsis zombi. Y en este mundo los zombis no son los más fuertes, pero sí los más montoneros. Los más fuertes son aquellos que harían cualquier cosa por seguir adelante y sacar la tajada más grande. Nuestra misión será al final convertirnos o no en uno de ellos. La idea es sobrevivir porque queremos una tercera temporada.