Como parte de su tradición de hacer animaciones de superhéroes, en abril de este año, Warner Bros presentó su más nueva producción basada en personajes de DC.
Centrada en uno de los más recientes personajes creados por Grant Morrison, “Son of Batman” nos presenta por primera vez en pantalla a Damian Wayne, hijo del defensor urbano más popular de todos los tiempos, Batman, con la super asesina Talia.
Aunque con grandes diferencias respecto a los comics que lo originaron, “Son of Batman” intenta más que nada mostrarnos de qué va este personaje, que tanto en los comics como aquí, llega a robarle cámara al mismo Señor de la Noche.
La trama de esta historia comienza en la Isla donde la Liga de los Asesinos de Ra’s Al Ghul es amenazada de repente por fuerzas disidentes que parecen tener todo lo que se necesita para hacerles la guerra a la familia Ghul.
El vilano de esta historia es Deathstroke, en esta versión un ex discípulo de Ra’s, quien ahora lo reta para tomar el poder y dirigir la Liga. Para lograrlo efectivamente, es necesario acabar con el más reciente sucesor de Ra’s, quien no es otro que la pequeña pero precoz máquina de matar conocida como Damian Wayne.
Talia, como cualquier buena madre, teme por la seguridad de su hijo, y lo único que se le ocurre mientras se calman las aguas es enviarlo con la única persona capaz de brindarle protección: Su padre, el mismísimo Batman. Sin embargo, Damian sigue empecinado en vengarse de Deathstroke, por lo que para Bruce no será tarea fácil educar a su hijo, al que recién conoce.
Lo demás involucra al Doctor Langstrom, un científico que hace experimentos con mutantes, el cual está ahora extorsionado por Deathstroke para crear un mutágeno para su ejército. Batman intentará proteger a este científico, mientras Damian siempre busca desviar la misión para cumplir sus planes de venganza.
La trama tiene algunos aciertos. Los momentos más sólidos de esta cinta provienen de los intentos de Bruce, y más tarde también de Nightwing (alias Richard Grayson, el primer Robin), de cambiar la filosofía extremista de Damian, mismos que ayudan al espectador a vislumbrar un poco las posibles motivaciones del niño majadero. Obviamente, estos diálogos y escenas son tomados directamente del cómic, y son lo poco salvable que tiene la película.
Los puntos malos son todo lo demás.
Aunque la cinta se supone trata de mostrar cómo Damian pasa de ser un niño pedante y sediento de venganza, a un héroe inmaduro pero moralmente equilibrado, en ejecución el desarrollo del personaje se queda a medias, y cuando apenas comienza a remontar, viene la escena final y su “gran cambio” queda demasiado apresurado, forzado y difícil de creer.
Lo segundo más criticable sería la subtrama de los mutantes, la cual no tenía ni siquiera razón de ser, y aunque se deduce que fue incluida para añadir más escenas de acción, no pasan de ser momentos bastante estúpidos de Batman enfrentando hordas de hombres murciélago ninjas bajo el agua, e incluso un gorila con alas. Aunque más predecible, ponerlo a luchar contra asesinos comunes y corrientes hubiera sido más apropiado.
Algunos de los personajes clásicos de los mitos están aquí, desde el siempre aburridísimo Alfred, hasta Killer Croc, al Comisionado Gordon, Talia y Ra’s Al Ghul. También Ubu, otrora aliado de Ra’s, tiene una participación aquí que los fans apreciarán.
La aparición de Dick Grayson, para variar, no tiene mayor trascendencia y está ahí para recordar a los fans de comics que existe, salvo un rol instrumental que cumple al final de la cinta. La caracterización de Deathstroke también le sacará ronchas a los fans, si es que tiene.
Y el propio Batman realmente hace poco aquí y no tiene escenas para robar cámara, pues en el clímax de la aventura lo único que hace es literalmente quedarse parado, en tanto toda la acción va para Damian, quien nunca deja de caer pesado.
La película también hace agua en todos los demás aspectos, con muchísimos hoyos de la trama, acción absurda, implausible y ridículamente ejecutada. En total, la cinta, en vez de un buen sabor de boca, te deja sin intención alguna de seguir las aventuras de Damian.
Son of Batman es un muy pobre esfuerzo de una compañía inconsistente por la calidad de sus películas animadas en la última década, pero en este caso y más por tratarse del personaje emblema de su compañía (sí, más que Superman) duele un poco más observar esta animación un par de puntos debajo de mediocre.
En general, está a años luz de distancia de la excelente Under the Red Hood, la cual también era la historia un Robin mala leche.