Battlefield 4 es la nueva entrega de la popular franquicia de FPS desarrollada por el equipo DICE, para llevar la saga hacia la nueva generación de consolas y al mismo tiempo ofrecer un producto digno del punto de vida más maduro de las plataformas actuales, dígase PlayStation 3, Xbox 360 y la PC (en donde mejor luce el juego).
Battlefield 4
Quizá lo primero que intentemos para familiarizarnos con este renovado campo de batalla es el modo de historia, algo que Electronic Arts se cansó de presumirnos como una notable mejora sobre las entregas anteriores y con una trama digna del mejor thriller de acción hollywoodense.
¿La realidad? La campaña es un desastre empezando por tu pelotón; tus compañeros controlados por la Inteligencia Artificial son tan ineptos que necesitan que les señales a quién atacar y aún así prefieren dispararle a la pared. Quizás yo esté equivozado, pero tenía entendido que todos en mi escuadrón eran miembros del Ejército y su propósito era ayudarme a combatir, no quedarse atrás picándose la nariz. No sólo eso, en más de una ocasión estaba escondido para replantear mi estrategia y mis “compañeros” debieron haber pensado que tenía pena de asomar la cabeza y decidieron empujarme, para terminar muerto entre una lluvia de balas enemigas.
Esta guerra ya me la sé
En cuanto al argumento, la trama de Battlefield 4 está llena de clichés y terribles líneas de diálogo, el guion y la narrativa son tan deficientes que bien pudieran tomarse para crear un manual sobre cómo no hacer una historia para un first person shooter. Este título nos lleva seis años después de su predecesor, en un mundo donde la crisis armamentista tocó fondo: La tensión entre Rusia y Estados Unidos ha crecido en los últimos meses y cuando parecía que nada podía ir peor, hay indicios preocupantes de que el gobierno chino recibirá un golpe de estado que inclinará la balanza contra los sueños americanos.
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El almirante Chang (ni al nombre le pensaron) plantea derrocar al régimen de China, y tras ello prestar todo el poder de la nación más poblada del mundo a Rusia para declararle la guerra a Estados Unidos; nuestra misión consiste básicamente en que esto no suceda, presentando nuevos personajes, reencontrándonos con algunos viejos conocidos, metiendo varias secuencias de peligrosa acción por aquí y por allá, aunque con cero factor sorpresa, pues todo esto ya lo viviste en otro shooter hace mucho tiempo o, peor aún, rebasan el absurdo.
Por ejemplo, en algún punto de la historia uno de tus compañeros está claramente muerto, termina en una situación imposible de sobrevivir, otro miembro de tu escuadrón lamenta su muerte pero el juego continua; misiones después regresa al mundo de los vivos y la manera en la que explican su resurrección es simplemente: “Me tenían jodido, pero después me des-jodí. Déjalo en eso”. (They had me fucked, then I got unfucked. Leave it at that”).
La última secuencia de Battlefield 4 y su “decisión moral” merecen contemplación especial, ya que no sólo es absurda, sino que involucra el último intento de sacrificarse de uno de los personajes por el bien común, porque sólo Estados Unidos podría salvar el día y contra las posibilidades astronómicas en contra logras tu cometido porque…¡Es América, fuck yeah!
Multijugador, el diamante en Battlefield 4
Afortunadamente, los altibajos de la campaña se olvidan ante uno de los sistemas de juego en línea más sólidos que hay en el mercado. Los mapas multijugador en Battlefield 4 son inmensos, supongo que claramente están diseñados para PC o consolas de siguiente generación donde el número de jugadores alcanza hasta 64 totales, pero en PlayStation 3 y Xbox 360 la cifra desciende a 24, lo cual hace que los niveles se sientan más grandes de lo normal; en varios momentos logré explorar y perderme en los mapas sin que alguien me encontrara, aunque esto no es necesariamente malo, sólo prolonga un poco las partidas entre equipos pequeños.
Algunas nuevas adiciones a la fórmula incluyen el Commander Mode (resucitando de Battlefield 2), donde tomas el rol de un estratega que no participa en la acción frontal de las escaramuzas, sino que debe transmitir sus órdenes desde una vista aérea al resto del escuadrón; incluso si eres un experto jugador requieres de habilidades de comunicación para salir adelante, ya sea para alertar a tus compañeros o para planear el ataque.
Otra de las novedades es Obliteration, donde dos equipos buscan hacerse con el control de una bomba para destruir tres posiciones enemigas. El resto de modalidades multiplayer son más o menos las mismas que conocemos en el género con sus respectivas variaciones personales, aunque las partidas son bastante menos repetitivas gracias a una característica implementada por DICE llamada Levolution, que consiste en darle un nuevo sentido a los llamados “escenarios destructibles”.
Los mapas de Battlefield 4, bellamente diseñados en su enorme mayoría, esconden un evento especial que cambia la dinámica de tu estrategia en gran medida, y casi siempre recae en una gran estructura colapsando, puertas que se cierran para cambiar los accesos y hasta un mapa que se inunda por completo, haciendo que tengas que cambiar tu acercamiento para no ser un blanco fácil.
Las partidas suelen ser enérgicas, divertidas y siempre con la idea de explotar el factor cooperativo por encima de todo; hacer equipo es vital y éste es uno de esos juegos donde no basta ser un estupendo asesino solitario para avanzar. Todas las armas y vehículos (tanques, aviones, botes, etc) son útiles y pasarás un buen rato logrando tu configuración de equipo perfecta entre las distintas clases que nos ofrece el título.
El único problema es que aunque todos los mapas están abiertos a ser usados en cualquier modo multijugador, no necesariamente están diseñados para soportar adecuadamente todos los modos de juego. Golmud Railway, por ejemplo, es un gran mapa para Conquest, pero frustrante en Obliteration, donde una bomba aparece para destruir los puntos de captura del enemigo y hay partidas tan largas que pueden rebasar la hora de duración.
En el apartado técnico realmente hay poco nuevo que mencionar. La franquicia siempre ha destacado por una exuberante presentación gráfica, y Battlefield 4 no es la excepción, incluso en consolas de actual generación. Destrucción, explosiones, fuego, polvo, estructuras, fuentes de luz y vehículos de todo tipo se ven bien en tu PlayStation 3 y Xbox 360, y se verán mucho mejor obviamente en PlayStation 4 y Xbox One, pero la diferencia gráfica no debe ser un factor preocupante si piensas adquirirlo.
Pese a su campaña fallida y de corta duración (no más de nueve horas aunque seas muy maleta), el juego en línea es impresionante a todos los niveles. Fácilmente podemos decir que el multijugador de Battlefield 4 rebasa las expectativas que no logró cumplir el gris modo para una persona y justifica la compra de este nuevo campo de batalla.