PainKiller: Hell & Damnation es el remake y secuela del clásico shooter en primera persona PainKiller, en esta ocasión desarrollado por The Farm51 y publicado por Nordic Games. Su lanzamiento original ya tiene algo de tiempo en la PC, pero hasta prácticamente un año después llega en forma de título descargable para Xbox 360 y PlayStation 3.
PainKiller: Hell & Damnation
Este nuevo episodio nos pone en el papel de Daniel Garner (John St. John), quien a pesar de haber destruido las fuerzas enemigas del Infierno y el Purgatorio en la entrega pasada de la saga, le fue negado su tan esperado reencuentro con su fallecida esposa. Frustrado, Daniel regresa al cementerio donde su viaje comenzó; la muerte en persona se hace presente y le ofrece a nuestro protagonista un trato: Siete mil almas a cambio su amada esposa Catherine, que se almacenarán en la Soulcatcher (un arma que la misma Muerte ha puesto a su disposición). Obviamente, nada vence al amor, así que aceptamos el trato.
Hombre de una sola arma
El esquema de control en PainKiller: Hell & Damnation es relativamente básico; tendrás dos botones para disparar, uno para el fuego secundario, dos para brincar, un botón para disparar un arma diferente (sin cambiar manualmente) y, finalmente, tus cartas de Tarot, que te permitirán, entre otras cosas, hacer más daño, ralentizar el tiempo y varias habilidades que podrás ir mejorando y comprando al terminar un nivel.
La acción aquí corre sin contratiempos. Inmediatamente al iniciar nuestro viaje para colectar almas estaremos enfrentando sin previo aviso hordas de enemigos que embestirán contra ti sin pensarlo dos veces. Y cuando digo embestir, es literal; no importa bajo qué situación estés, los enemigos, carentes de cualquier rasgo de inteligencia artificial se lanzarán contra ti sin detenerse y sin estrategia alguna de por medio.
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Los niveles de PainKiller: Hell & Damnation consisten de varias zonas donde enfrentarás a oponentes en arenas de batalla tipo Quake equipado con armas más o menos vistosas que mantienen por un momento la atención del jugador, hasta que descubres que la mayoría de ellas no son en realidad muy útiles que digamos.
Desgraciadamente, a esto le tenemos que agregar unos controles confusos que te llevarán a desperdiciar power-ups casi por inercia y activar tus cartas de Tarot sin poder dosificarlas o guardar sus efectos. No hay nada más frustrante que un personaje que no hace lo que uno quiere y tirar a la basura todos los ítems ganados.
Mata, ve al punto de control y vuelve a matar
Además de sus controles ineficaces y un catálogo de armas poco atractivo, el principal problema de PainKiller: Hell & Damnation es que sus mecánicas de juego son extremadamente repetitivas. Enfrenta una horda de enemigos, sobrevive o encuentra un lugar donde puedas matarlos a todos sin riesgos, llega al punto de control y repite algunas veces la maniobra hasta llegar a la horda del jefe, quizá enfrentar alguna horda más y terminar con el nivel. Aún dentro de lo repetitivo que muchos pudieran considerar los FPS hoy en día, este título se lleva las palmas y rara vez te ofrece el incentivo necesario para continuar despachando rivales.
La música, por su parte, es casi inexistente, sólo tendremos algunos segundos de rock pesado cuando estemos enfrentando a las criaturas y después regresaremos a un silencio sepulcral salpicado con los sonidos del ambiente. Eso sí, aunque la música dura muy poco y sólo llega en momentos de alta tensión, sí logra su cometido de inspirarte para acabar a todo lo que se cruce frente a nuestro camino.
Aunque no todo es malo en el título. Las gráficas, si bien no son algo que podamos considerar de la siguiente generación o súper impresionantes, no defraudan al regalarnos escenarios que nos recuerdan que estamos en algún lugar entre el Purgatorio y la Tierra.
Si lo que buscas son más horas de juego por tu dinero, el modo multiplayer aumenta un poco la diversión con un modo cooperativo local y algunas formas competitivas, como los clásicos duelos o el modo tipo “captura la bandera”. Nada que no hayas visto antes y aún en multijugador encontrarás problemas para mantenerte pegado al control por mucho tiempo.
De regreso al Infierno
Aunque el título mejora de manera gráfica PainKiller: Hell & Damnation no logra cautivarnos con sus mecánicas tan simples, la pobre inteligencia de los enemigos y la ineficiencia de alguna de sus armas. El juego es sólo un pretexto para expandir la historia de la primera entrega y un esfuerzo vano de regresarle la gloria a una franquicia que debió quedarse igual que Catherine, sepultada donde nadie la pueda alcanzar.