Bienvenidos a una nueva máquina del tiempo, aunque éste no es otro de esos viajes donde literalmente transforman todo lo que está a nuestro alrededor a cómo lucía en el pasado. Contrario a los más recientes títulos estilo retro, que para apelar a la nostalgia usan gráficas de antaño con sprites en ocho o 16 bits, o un conteo bajo de polígonos, Rise of the Triad hace uso de las bondades técnicas del presente para armarnos hasta los dientes y lanzarnos al gameplay que predominaba en los FPS de los 90.
Rise of the Triad
El juego es un remake/reinvención del clásico para PC del mismo nombre. Distribuido como shareware en diciembre de 1994 y más tarde con su versión completa en 1995, el original Rise of the Triad alcanzó un número no tan considerable de fans, pero sí muy fieles, quienes pudieron probar por primera vez elementos que serían reutilizados en centenas de títulos comerciales como hoyos de bala en las paredes, cristales que se quebraban, escenario hechos para ser destruidos, cielos panorámicos y luces dinámicas.
Pero por sobre los aspectos técnicos estuvieron detalles específicos de jugabilidad, como mayor velocidad de desplazamiento, un inmenso arsenal y la posibilidad de seleccionar distintos personajes. Es para los fanáticos de este tipo de gameplay que Interceptor Entertainment y Apogee Software lanzaron el nuevo Rise of the Triad, un shooter que se aleja de tu FPS convencional moderno y aterriza con gracia en un mercado algo saturado para este género.
First Person Macho
Olvídate de salud regenerativa mientras permanezcas agachado, botones o zonas de cobertura, esperar la ayuda de tu aliado controlado por la CPU, acercamientos sigilosos y checkpoints reiterativos mientras progresas por la la historia… Es más, puedes olvidarte de la historia misma.
Rise of the Triad nos pone al mando de uno de cinco elementos de un grupo de operaciones especiales llamado HUNT, quienes tras ser enviados a vigilar las actividades de un culto seudo terrorista en la Isla de San Nicolás, se quedan varados en el sin otra opción que abrirse camino a sangre y fuego para pedir un vehículo rescate, detener a la milicia local y encontrar un oscuro y sobrenatural secreto.
Pero la Isla San Nicolás no es un lugar para operativos tácticos, sino para auténticos machos bragados y curtidos en los más duros FPS de los años 90. El juego, le pongas en la dificultad que le pongas, te avienta soldado tras soldado sin mucha inteligencia artificial pero sí plagados de agallas y lanzacohetes. Ciertamente no son muy inteligentes trabajando en equipo, pero su comportamiento impredecible te hará repensar tu estrategia, pues no tienen miedo (excepto cuando los desarmas) a estar entre tu pistola y tus balas con tal de terminar contigo, sabedores de que atrás de ellos hay otro quintillón de malosos dispuestos a hacer el mismo sacrificio.
No pasará muchotiempo en que veas que los disparos te llueven de todas partes y te darás cuenta que quedarte estático o a “campear” en un lugar estratégico es inútil aquí. La dinámica te obliga a siempre ir hacia adelante, permanecer en constante movimiento y rafaguear sin temor a que te quedes sin municiones, junto a una movilidad al menos tres o cuatro veces más rápida que tu “llamado del deber” o tu “campo de batalla” regular.
Este juego para PC es agresivo por todos sus poros, por lo que también tu catálogo de armas y poderes es vasto y apantallante. Desde tu cuchillo para defenderte a corta distancia (algo súper útil en pequeños cuartos con varios enemigos), pasando por pistolas, metralletas, escopetas y una gran variedad de lanza misiles y armas cuasi nucleares. Más de la mitad de tu armamento está diseñado para hacer polvo y trizas un gran terreno de área y enemigos, así que encontrarás rocket launchers -literalmente- tirados hasta en los botes de la basura del baño.
Por si el poder balístico no fuera suficiente, Rise of the Triad te da la posibilidad de realizar algunos ataques sobre naturales, como un báculo mágico que libera rayos con un rango devastador y algunos ítems que te ponen en Modo Dios -donde sin piedad haces yogurt de vísceras de tus enemigos-, Modos Elasto o Perro. La sensación de obtener estas mejoras y cumplir tu cometido limpiando de cualquier monito hostil la sección es más que satisfactoria.
Los peligros de Isla San Nicolás
El diseño de mapas también me agradó bastante, niveles muy variados (instalaciones militares, cuevas, pozos de lava, etc) estructurados intencionalmente como en los tiroteos en primeros persona de anteayer, aunque con algunas variantes, como escenarios plagados de trampas, guillotinas, trampolines, sierras y lanzallamas, más algunas secciones de plataformas.
Estas partes de calcular los brincos sí se me hicieron algo molestas porque son difíciles de ejecutar por la velocidad del juego y la cámara en primera persona, sumadas a los puntos de guardado tan separados. Así que si mueres en Rise of the Triad, es muy probable que tengas que reiniciar todo el nivel, al menos una buena parte del mismo. Esto puede parecer algo tedioso, pero la verdad hay incentivos para repetirlo, ajustar tu agresividad, aniquilar a todos más rápido y llegar hasta el objetivo en menos tiempo.
Los checkpoints no son nada transigentes como en los juegos actuales, pero es parte del encanto y del sentimiento de logro conforme vas avanzando… Excepto, repito, cuando mueres en las zonas de plataformeo, que son totalmente innecesarias y sólo interrumpen el ritmo de la acción.
En total, la campaña te ofrece más de 20 mapas, varios niveles de dificultad y la necesidad de terminar el juego con todos los personajes para desbloquear los 111 logros incluidos. Adicionalmente puedes también crear tus propios niveles y compartirlos gracias a Steam WorkShop, o bien bajar las creaciones de otros usuarios.
Pero quizá el modo que más llame la atención en Rise of the Triad es el multijugador online. Olvídate de perks, mejoras y personalizaciones extenuantes para tu personaje en línea, este componente va a la médula ofreciéndonos diversos escenarios, chingo de armas, montones de trampas, así como acción rápida y frontal contra personas de todo el mundo. Rise of the Triad demuestra que jugar en línea no tiene que ser tan serio y que muchos aún preferimos brincar rápido hacia la balacera en lugar de navegar varias pantallas y menús ajustando qué tan suave y cromada debe ser la mirilla de la pistola.
Algo que me gustó en demasía de este modo es que, precisamente al ser una vil carnicería sin tantos filtros de por medio, es muy difícil no matar a nadie por muy malo que seas . No se necesita ser una maestro de la puntería para divertirse, sino simplemente brincar, moverse y a conocer los mapas para hacer pedacitos a todo el que te encuentres enfrente. Si no tienes una conexión a Internet puedes jugar en multijugador simulado contra una inteligencia artificial bastante competitiva.
En cuanto a la presentación gráfica, Rise of the Triad luce muy bien gracias al motor Unreal Engine 3. No es una catarsis visual, pero los modelos de personajes (desmembrándose y toda la cosa), niveles, armas y explosiones lucen muy bien en cualquier computadora de gama media baja. Si tienes una tarjeta gráfica superior a AMD Radeon HD 6950 / NVIDIA GTX 560 y 4 GB en RAM de memoria correrás el juego con la mayoría de optimizaciones a tope.
Por ahí quedan algunos puntos no tan finos en este aspecto, como armas que de repente se niegan a disparar, quedarse atrapado en la geometría mal acabada de los mapas, escenarios que no cargan cuando reinicias la misión y que es muy difícil discernir de dónde te están disparando en zonas muy abiertas, pues el indicador de sangre en la pantalla es más confuso que útil.
El juego cuenta también con una banda sonora estupenda y digna de bajarse para trae en tu reproductor personal. No tan suprema como los temas retro del juego original (que puedes activar en el menú de opciones), pero suena muy, muy bien junto con toda la acción que te acompaña. Las voces son horribles, pero intencionalmente horribles, y es parte de esas bromas internas de Rise of the Triad, donde nos hacer ver que sus desarrolladores se divirtieron creándolo y quieren transmitirle ese sentimiento al usuario.
Frenético y atascado como los FPS de antaño, Rise of the Triad llega con un tono ágil, sangriento y despreocupado a un mercado muy competido. Su campaña, con todo y sus bugs, te hará pasar un buen rato pese a su demandante dificultad, mientras que los modos multijugador son una gozada aún para los gamers menos experimentados, combinas esto junto a una buena banda sonora y montones de armas para experimentar y obtienes una experiencia que vale cada uno de los dólares que cuesta. Si buscabas acción macha, frontal y entretenida, no hay otro lugar como la Isla San Nicolás.