Un nuevo estudio sugiere que los gamers no son necesariamente seres aislados e introvertidos, sino que los videojuegos ayudan a la gente joven a ser productivos, tener vidas socialmente balanceadas y ser en sí mejores ciudadanos.
Una investigación realizada durante los últimos cinco años con jóvenes entre los trece y 17 años por la doctora Kathy Stanford de la Universidad Victoria, fue presentada esta semana frente a miles de delegados que participaron en una serie de conferencias sobre Ciencias y Humanidades; el tema fue retomado por el sitio web Polygon, que le realizó una entrevista a la investigadora.
La doctora Stanford comentó que muchas veces los padres, poco familiarizados con los videojuegos, tienen la idea de que estos alejan a los niños de la vida real y sus problemas. Pero su amplia investigación sugiere lo contrario. Según comentó a Polygon: “Los participantes (del estudio) están más preocupados con las decisiones éticas y morales”, aseguró.
“Esto es algo que no esperaba, pero ellos (los videojugadores) están muy preocupados sobre las consecuencias de sus acciones (en los juegos), así que piensan en las decisiones que toman y las diferentes consecuencias. Toman decisiones y notan el desenlace”. La doctora agregó que en muchas situaciones, estos son pensamientos y habilidades “transferibles” a su vida diaria.
Otros beneficios de los videojuegos son el liderazgo y la capacidad de trabajo en equipo, común por ejemplo en los títulos de multijugador masivo como Guild Wars 2, donde niños llevan su don de liderazgo a proyectos grupales en clases, e incluso se vuelven más aptos a conocer la realidad y fuentes de inspiración histórica de estos títulos, así como incentiva sus capacidades de interacción social.
Por su parte, los juegos de disparos, severamente criticados por su supuesta influencia negativa y violenta, también tienen sus beneficios. De acuerdo al estudio, “estos son juegos que van más allá de sólo ir corriendo y disparándole a personas”, y la estrategia y resolución de problemas en poco tiempo son necesarias para poder avanzar. “Tienen que negociar con otros miembros del equipo, entender las ventajas y habilidades de los demás y trabajar en grupo. Los jugadores hacen mucho más que sólo disparar al azar”.
Kathy Stanford remató asegurando que los videojuegos son mejores formas de enseñar a los niños que los medios pasivos y lineales actuales. “Son más poderosos y de mayor impacto”. Y la doctora no se equivoca, pues incluso programas educativos de gobierno en Estados Unidos se han acercado a la industria para generar iniciativas interesantes, tales como Steam for Schools y Dance Dance Revolution: Classroom Edition.