Toneladas de publicidad y el nombre de Disney en los cartelones habían mantenido en boca de todos la fecha de estreno de John Carter: Entre dos Mundos. Cada nuevo tráiler alzaba la barrita de la expectativa entre los que se iban volviendo fanáticos de la película aún antes de que saliera en cines, o por el contrario, apilaban una torre comentarios haters que ya deseaban calificarlo como otro gran fracaso de la industria (y de la compañía). La espera terminó y John Carter: Entre Dos Mundos llega a las salas de cine en busca de reivindicar un legado olvidado.
John Carter: Entre dos Mundos
Corría el mes de febrero de 1912, un novel escritor comenzaba la publicación de sus cuentos en una revista especializada. Sus historias hablaban de un hombre de Virginia, Estados Unidos, que vivía increíbles aventuras nada más y nada menos que en Marte. El nombre del escritor era Edgar Rice Burroughs, el personaje de sus historias era John Carter.
Un siglo después de la publicación de sus primeras aventuras, la industria cinematográfica por fin le hace justicia a este personaje. Ciertamente la obra más conocida de Edgar Rice Burroughs es Tarzán, pero la más “copiada” hasta la fecha había sido John Carter. Sus cuentos habían servido de inspiración a cintas como Krull, Dune y al mismo George Lucas en la creación de Star Wars. Otros directores se vieron menos generosos y no sólo tomaron prestadas algunas ideas, sino que plagiaron totalmente la obra de Burroughs y la llevaron a la pantalla grande enfundada en moralejas ecológicas y títulos rimbombantes como Avatar.
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Disney tenía en sus manos una de las licencias más ricas de todos los tiempos, pero también una de las más difíciles de llevar a la pantalla grande. No sólo por el monumental esfuerzo que requería representar las aventuras de un humano en este Marte tan lleno de vida y caótico a la vez, sino para hacer sentir fresca a la audiencia una historia que ha visto en cines una y otra vez.
Y precisamente no voy a ahondar mucho en la historia para no echarla a perder, pero es necesario adelantar lo obvio. John Carter es un soldado norteamericano condecorado en mil batallas, pero retirado del servicio; ahora ocupa su tiempo con la ilusión de encontrar una gran mina de oro y ser inmensamente rico, pero un encuentro donde se ve involucrado entre apaches y militares americanos lo hace refugiarse en una cueva con unas peculiares inscripciones.
De repente, nuestro protagonista se ve sorprendido cuando de la nada aparece una persona de aspecto extraño que amenaza con atacarlo. John Carter desenfunda cual vaquero que es y lo hiere de muerte. Cuando examina el cuerpo descubre un curioso medallón plateado que al tocarlo y repetir las palabras del moribundo atacante lo transporta inmediatamente a millones de años luz de distancia, a un lugar llamado Barsoom.
Ya arrancados, la película siempre se mantiene con una dirección fija en la narrativa, no ofrece desviaciones ni se preocupa con subtramas intrincadas, lo cual en lo personal me parece un acierto. John Carter: Entre Dos Mundos hace hincapié en donde tiene que hacerlo y se olvida de los rellenos por completo, esto logra adentrarte en la historia, en la cultura y en el pasado de este extraño lugar a donde llega Carter sin explicaciones tediosas de por medio. Pronto aprenderás que jeddak significa “rey”, que los tharks son guerreros brutales que se reproducen por huevos y tienen costumbres salvajes, y que Barsoom (como llaman sus habitantes a Marte) está muriendo y las constantes luchas entre dos bandos enemigos amenazan con destruir por completo el planeta.
Es en este panorama conflictivo donde “aterriza” nuestro héroe. Su constitución humana y la baja densidad del planeta lo convierten prácticamente en un súper hombre capaz de realizar proezas increíbles como saltar edificios enteros o mover objetos de gran peso con facilidad. Esta condición no pasará desapercibida para las distintas facciones y razas de Barsoom, en donde vivirá una tonelada de aventuras que es mejor no adelantar y dejar que ustedes las vean durante las dos horas que dura John Carter: Entre Dos Mundos.
Tal vez la trama no te parezca tan novedosa… el humano que llega a otro planeta para salvarlo de la destrucción inminente… incluso aquí hay una princesa, el choque de ideales entre buscar regresar a casa o ser parte del conflicto. Sí, todas esas cosas las hemos visto en otras películas y tendrás esa sensación de deja vú constantemente. Para el director de John Carter: Entre Dos Mundos, Andrew Stanton, lo más difícil era lograr vender una historia que ha sido usada y reutilizada hasta el cansancio, pero la confianza de Disney en la persona que logró hacer de Wall•E un filme entrañable no fue en vano.
Barsoom, John Carter, Dejah Toris y Matai Shang
Stanton recurrió a toda la mitología encerrada en las obras de Rice Burroughs y al presupuesto de Disney para darle vida a John Carter: Entre Dos Mundos. Era difícil reinventar el género, pero era posible ofrecer algo mejor, algo más espectacular. Paisajes desérticos, antiguas ruinas, increíbles ciudades con torres que desafían la gravedad, naves en forma de insecto, distintas razas de habitantes y animales extraños, todo un banquete audiovisual como pocas, o quizá como ninguna película de este tipo hasta la fecha. Andrew Stanton utilizó la fuerza bruta para convencernos de que esta historia era mejor, o al menos lucía mucho mejor, de que este cuento era más agradable de seguir y de que Barsoom era un lugar que definitivamente valía la pena conocer.
El resultado es un filme en el que convergen casi con perfección los géneros de ciencia ficción y fantasía. Logra mezclar la acción de increíbles batallas contra criaturas gigantes y soldados enemigos, con la sensación de la aventura al explorar ese planeta desconocido. John Carter: Entre Dos Mundos es como un gran espectáculo circense de mil carpas, un show audiovisual que ciertamente denota algunas fallas en su producción pero que son difíciles siquiera de recordar mientras realizas este viaje por la pantalla de cine.
¿Y los protagonistas? Las actuaciones son buenas. He leído algunas críticas que tachan de plano el papel de Taylor Kitsch como John Carter, pero creo que gran parte de esa queja es por mero desconocimiento de la obra original. Carter en un tipo seco y con un pasado familiar traumático, las frases adustas y la actitud necia que vemos en la película son las mismas que Edgar Rice Burroughs le dio durante los diálogos de La Princesa de Marte, el libro sobre el cual está basado la mayoría del filme. No se puede decir que se va a llevar algún premio por su desempeño histriónico, pero el casting para el personaje fue adecuado.
Lynn Collins en su papel como Dejah Thoris, la princesa de Hellium, es quizá el más flojito, pero nuevamente caemos en el papel de que esta princesa “cuasi heroica” la hemos vista en otra parte y es fácil adivinar el romance que se avecina. La culpa de que sea el perfomance menos fuerte viene más de los mismos clichés del personaje que de una actuación mal realizada.
Por otra parte, los villanos en turno están muy bien logrados. Destacando la siempre sorprendente labor de Mark Strong, un experto en personificar la maldad en cada película donde se presenta y que alcanza con Matai Shang un personaje por demás interesante, de esos que te gustaría ver que pierdan pero que no sean totalmente derrotados. Matai Shang logra generar incluso cierta empatía con el espectador, no por sus motivaciones sino simplemente porque Mark Strong es un actorazo.
La raza de marcianos verdes de cuatro brazos, los tharks, provee con varios personajes importantes a la historia, sobresaliendo Tars Tarkas, el jefe de esta tribu de guerreros y cuya voz es prestada por Willam Dafoe.
Esta diversidad de razas es parte del espectáculo de efectos especiales de John Carter: Entre Dos Mundos. Cada criatura parece que realmente respira, cada monstruo en verdad luce atemorizante, con gestos, poses, apariencias y personalidades que los vuelven no sólo reconocibles, sino hasta cierto punto, entrañables. Es una conjunción de detalles de este tipo que no se veían desde hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana. Por si fuera poco, los impresionantes efectos visuales son acompañados por una banda sonora al mismo nivel a cargo de Michael Giacchino, a quien bien pueden ir anotando como serio contendiente al Oscar el próximo año.
John Carter de Marte
¿Cumple con las expectativas generadas o es sólo otro gran cascarón vacío? Disney es especialista en arruinar grandes producciones… ahí tienen a El Príncipe de Persia y Percy Jackson. Pero con toda seguridad puedo afirmar que cumple todas y cada una de las expectativas positivas puestas en John Carter: Entre Dos Mundos.
Algunos podrán calificarla como una película lineal y predecible, y es difícil no darles la razón, pero a pesar de que a veces se siente como un recorrido que sabes donde terminará nunca deja de ser emocionante seguir el curso de la historia. Aún así, los creativos de John Carter: Entre Dos Mundos se guardaron un par de giros en la trama, no muy sofisticado,s pero entretenidos y que dejan la moneda en el aire para futuros filmes basados en la franquicia.
En conclusión, es difícil ponerle el mínimo “pero” a esta película. No es perfecta, pero lo que presenta lo hace de manera tan soberbia que es imposible no quedar maravillado. Andrew Stanton logra sumergirnos en Barsoom y nos hace desear que este viaje durara más. Es una de esas películas que puedas ver una, y otra, y otra vez y no aburrirte en el proceso. Disney no reinventó el género, pero alzó como nunca la calidad de producción acorde con una entretenida historia para todas las edades.
John Carter: Entre Dos Mundos nos recuerda a Flash Gordon, a la nostalgia de las aventuras que soñábamos tener cuando éramos niños, a los vaqueros, a los astronautas, a los viajes intergalácticos, a las batallas en coliseos contra bestias descomunales, a manejar naves espaciales, a conocer lugares exóticos, a rescatar a la princesa, a salvar el día; nos recuerda que vivimos en una época increíble donde el cine puede transportarnos mediante una gran pantalla y lentes 3D a vivir lo inimaginable. John Carter celebra su centésimo aniversario de gran manera y recupera su lugar en una industria que se había cansado de saquear sus ideas. Imperdible. John Carter: Entre Dos Mundos tiene todo para ser la Star Wars del siglo XXI.
11 comentarios
Oye esta buenísima tu reseña, ya vi la película, pero al leer cómo describes la película realmente dan ganas de volverla a ver. Magnífica producción, bien podría merecer las 5 estrellas.
No lo habia visto asi pero tienes razon, John Carter es la nueva Guerra de las Galaxias. La voy a ir a ver de nuevo en cuanto tenga oportunidad
Buena critica
La nueva Star Wars? Habra que verla
Ya me convenciste a ir al martes de 2 x1 😀
escirbes de la erga llegale…………..y e¿me vale eres un pendejo y haces reseñas pendejas para poder salir de tu mundillo de shit
llegala ala verga o buscame en el foro para un raund joto reseñero
Es 1912, no 2012 con lo de Rice Burroughs.
HOLA SOY JHON CARTER CARRILLAO Y SOY TUUUU FAN NUMERO 1…
para mi gusto es una excelente pelicula, aunque como se menciona es predecible, cada uno de los personajes esta bien delineado y bien trabajado, hace que la pelicula transcurra placidamente, no esta demasiado cargada visualmente como ocurrio, por ejemplo con transformers 3.
creo que vale las 4 estrellas pues ta,poco es una obra maestra.
la nueva star wars!! NO MAMES JAJAJAJAJJAJAJAJAJAJA que clase de reseña esta???
Es una lastima que esta pelicula ya no la aprecien porque ya todo mundo uso las novelas de Carter para inspirarse antes. Peliculon, aunque siento que le falto al 3D
No hablé del 3D porque me pareció simplemente que estaba ahí, ni afecta ni mejora la experiencia de verla en cines. Yo sí creo que John Carter tiene (o tenía) todos los ementos para volverse una nueva trilogía tipo space opera.