Dos años en el asador y decenas de tráileres después llega Batman: Arkham City a Xbox 360 y PlayStation 3 (ahora ya también para Wii U, PC y Mac). La secuela directa de Arkham Asylum se convirtió en el juego más esperado del año en México y América Latina, y Rocksteady, junto con Warner Bros. Interactive, prometió no decepcionar a ninguno de los fans, ni de los videojuegos, ni de Batman. ¿Podría esta segunda parte superar la narrativa y aclamada mecánica de juego de la primera entrega?
Batman: Arkham City
Tras el intento de motín de Joker en el Asilo Arkham y su derrota a manos de Batman, las cosas han cambiado mucho en Ciudad Gótica. Quincy Sharp, director del asilo y quien se sintiera poseído por el espíritu de Amadeus Arkahm, es nombrado alcalde de la ciudad y promete poner un alto definitivo a todos los villanos de la ciudad. Sharp convierte sorpresivamente al doctor Hugo Strange en su consejero personal y juntos idean la cura para los delincuentes: Cerrar un antiguo sector de la ciudad y convertirlo en una prisión enorme a donde serían trasladados todos los reclusos del Asilo Arkham y varios de Blackgate.
Una especie de utopía donde los internos tendrían la oportunidad de formar una sociedad separada de la sociedad “normal” y demostrar que pueden readaptarse. En papel suena relativamente bien, en la realidad es un desastre. Tener a tantos villanos de renombre juntos sólo provoca que éstos recluten a otros internos de Arkham y peleen por el control de las calles de su maltrecha urbe en cautiverio.
El Pingüino y Dos Caras precisamente se encuentran en esta lucha territorial. Por otra parte, la exposición al virus Titan enfermó de gravedad al Joker, por lo que luce demacrado y al borde de la muerte, pero eso no impide que junto con Harley Quinn arme su banda para intentar controlar el lugar. Tener tantos súper villanos juntos es como una bomba de tiempo, así que Batman decide entrar en acción sin saber que todo esto forma parte del plan de Hugo Strange para destruirlo.
En Batman: Arkham City el objetivo principal es detener a Hugo Strange y algo que anuncia como el Protocolo Diez, pero al mismo tiempo, no puedes alejarte de los objetivos secundarios que cada uno de los villanos que te irá presentando en el videojuego, algunos parte de la trama central, otros opcionales.
Un punto fuerte en este apartado es cómo interactúa Batman con sus enemigos, las motivaciones de cada uno y cómo va creciendo la relación entre ellos. Quizá la más notable es la de Joker y el murciélago, una sinfonía de rivalidad y respeto que comienza cuando en los primeros minutos del juego aparece una pintura de Caín y Abel llamada “La dualidad del hombre” y que sólo terminas de comprender cuando comienzan a rodar los créditos.
Batarang en mano
¿Jugaste Batman: Arkham Asylum? Si es así puedes respirar tranquilo. Batman: Arkham City respeta casi en su totalidad lo que ya conoces. Si no lo jugaste, no hay problema, Rocksteady te irá orientando sobre cómo controlar al superhéroe en cada momento, desde el sistema de combate hasta el uso de gadgets y maniobras especiales. Eso sí, si no probaste el primero o no lo terminaste en difícil, te recomiendo que inicies tu nueva campaña en modo normal, pues le subieron la dificultad a esta secuela y puede que te pateen el trasero continuamente durante las primeras horas.
Batman: Arkham City tiene dos esquemas de control que se usarán dependiendo del tipo de misión. Uno es el Combate Fluido, donde con pocos botones puedes enfrentar a hordas enteras de enemigos mediante golpes, patadas, evasiones, counters, agarres, piquetes de ojo y una vasta selección de batiaccesorios.
El esquema de control de Arkham Asylum se mantiene intacto, aunque implementaron nuevas maniobras para intercalar en tus combinaciones, desde ataques como el combo con murciélagos, hasta el uso de más batiartilugios en las batallas como el gel explosivo y la pistola eléctrica, todos incluidos de manera precisa en un control que responde tal como quieres y que, si bien puedes aturdirte un poco al principio con todas las combinaciones posibles, no tardas mucho en que se vuelva segunda naturaleza.
El otro esquema es el de Depredador, donde la idea es analizar el entorno, acechar a tus enemigos y actuar de la manera más silenciosa posible para evitar que te hagan bola y se ponga más pesada la cosa. Para ello cuentas con un botón que acciona el Modo Detective, con el cual podrás escanear a tus enemigos y ver sus posiciones aún detrás de las paredes para planear la estrategia a seguir y deshacerte de todos. Este modo también te sirve para analizar pistas y sacar deducciones en algunos momentos, pero son los menos y es una mecánica que no usaron tanto como en el anterior videojuego.
Algo que me gustó de acechar a tus enemigos es que sus reacciones son más humanas en esta ocasión y mientras los diezmas, los que van quedando entran en un estado de pánico mucho más palpable, al grado de que si actúas rápido y entre las sombras, los últimos pandilleros prácticamente se rinden pidiéndote “batipiedad”.
A esto le sumas que puedes andar por ahí volando y colgándote de las gárgolas de la ciudad para llegar a tu destino. Rocksteady prometió un mundo abierto, con una zona de juego cinco veces mayor que la vista en Arkham Asylum, así que es imperativo desplazarte rápido en algunos momento. Realmente yo no noto la ciudad tan grande como prometieron, pero la maraña de calles la hace más complicada de explorar y cada tres cuadras encontrarás pandilleros que te quieren romper la cara, junto a montones, pero montones de trofeos y puzles del Acertijo.
Al más puro estilo DC Comics
Gráficamente Batman: Arkham City luce impecable; no es que cambiara tanto de la anterior entrega a ésta, pero hubo ligeras mejoras. Cada personaje de la ciudad está detallado a más no poder, desde los pandilleros sin nombre hasta los villanos y héroes más conocidos. Los edificios también representan fielmente esa arquitectura que tú ya conoces de los cómics de Batman y los interiores que puedes explorar son aún más despampanantes, con carteles, objetos, muebles, fuentes de luz, polvo y decenas de detalles que te harán sentir que realmente estás ahí y que la ciudad se cae a pedazos.
Incluso durante tu aventura podrás apreciar cómo se va rompiendo el traje de tu personaje con tantos golpes y balazos. Existen algunos problemas con texturas y dientes de sierra pero son mínimos y sólo los notas si eres tan fijado como yo.
“los habitantes de Ciudad Arkham tienen mucho qué decir y sus diálogos son dignos de detenerse a escuchar”
El sonido es otro de los puntos fuertes. Kevin Conroy y Mark Hamill repiten en sus roles de Batman y Joker, respectivamente, y nuevamente lo hacen como nadie más. Esta pareja de doblaje se conoce de años por su trabajo en la serie animada y constituyen uno de los puntos más fuertes en la obra de Rocksteady. La actuación de ambos supera por mucho a las contrapartes en cine, y con el guión y el ambiente que les da este videojuego quizá estamos hablando de la mejor interpretación de dichos personajes en un medio que no sea cómic.
Pero todas las voces en Batman: Arkham City están llenas de personalidad y carisma. Cada uno de los villanos centrales tiene un doblaje que les va perfecto, pero también los habitantes de Ciudad Arkham tienen mucho qué decir y sus diálogos son dignos de detenerse a escuchar; a veces uno pasa tiempo brincando entre las azoteas sólo para oir los chismes y rumores que se corren en el bajo mundo; los pandilleros hablan de si apalearon a Dos Caras, de que se ve “bien buena” Catwoman, de si va a morir el Joker o si se unen con el Pingüino. Hay un diálogo en especial sobre Nora Fries, la esposa congelada de Mr. Freeze, que no pude más que soltar la carcajada.
La música también es perfecta para crear la atmósfera adecuada. Ron Fish y Nick Arundel regresan para este título y nos presentan una banda sonora acorde a lo que sucede en pantalla y que nunca desentona ni con las balas, los golpes, las explosiones, las mentadas de madre de los malosos, ni los diálogos. Todo fluye en perfecta armonía musical.
Gatúbela, Robin y el batitwist
Ya que concluyas el modo de historia ún hay montones de cosas por hacer. Batman: Arkham City viene con New Game+, así que una vez que lo termines podrás iniciar una nueva campaña con todos tus gadgets, retos superados, experiencia y movimientos que ya hayas desbloqueado. La dificultad será más alta y no tendrás indicadores que te ayuden con los counters y movimientos.
“Lo mejor de estas misiones alternativas es que todas encajan de manera perfecta con la historia central”
También están los retos y trofeos del Acertijo, que son alrededor de 500 y van desde exprimir tus batihabilidades con el control, hasta encontrar objetos regados por el mapa. Cuando completes suficientes podrás intentar rescatar a los rehenes que capturó en habitaciones llenas de trampas.
Ésta es una de las sidequest principales, pero hay varias de ellas que involucran a otros personajes DC Comics, como Bane y Deadshot. Lo mejor de estas misiones alternativas es que todas encajan de manera perfecta con la historia central, de hecho, algunas de ellas son necesarias para entender mejor la trama de Batman: Arkham City y te dan pistas sobre una eventual continuación.
Si compras el juego nuevo, lo recomendable es que uses tu código para bajar los capítulos de Catwoman. Se intercalan de buena manera con el argumento central y alarga algunas horas tu campaña, de hecho, el primer capítulo “real” lo juegas con Catwoman y notarás que es un personaje con su propio set de movimientos, ítems y habilidades, y aunque es más débil se siente más rápida que Batman. Gatúbela también tiene algunas misiones secundarias para ella.
Y directo desde Arkham Asylum: los mapas de retos. Regresan estas misiones especiales que son básicamente de darle en la torre a todos los enemigos, unas acumulando puntos y otras usando variedad de técnicas y mejorando tus tiempos. La verdad hay unos mapas más complicados que el modo de campaña y aunado a que para sacar las medallas te piden objetivos un poco complicados, puede que pases bastante tiempo tratando de completarlas al 100 por ciento.
Estas misiones aún guardan sorpresas interesantes, por ejemplo, si tienes el DLC de Robin verás al Joven Maravilla agarrarse a trancazos con un villano con el que no te encuentras durante la historia y sus misiones alternas. Además, existe un modo para editar tus propios retos, por si ya superaste las picocientas medallas que te dan los mapas normales.
¡Santos detalles chafas, Batman!
A pesar de lo bien elaborado y cuidado que está, Batman: Arkham City tiene algunos detalles entre raros y no tan buenos. El más notable es precisamente su mundo abierto, un sector de Ciudad Gótica que fue separado y cerrado para convertirse en esta mega prisión, pero cuando entras y recorres el mapa verás que el lugar es totalmente un caos: parece que recién le hubiera pegado un terremoto, sufrido una inundación y atacada por un comando terrorista, con autopistas y pasos a desnivel demolidos y zonas de la ciudad llenas de agua hasta las narices.
No imagino cómo antes pudo vivir alguien ahí y por las conversaciones que sostienes, Catwoman incluso residía recientemente en la zona más traqueteada del vecindario. Es algo incoherente con la historia misma y en lo personal me hubiera parecido mejor ver a tanto villano suelto en un lugar que no pareciera zona de guerra, sino observar cómo convierten en basura el lugar.
Otro punto que se cae un poco en sí es la trama. Si bien la narrativa se desarrolla a un ritmo casi frenético durante las primeras horas, llega un momento en que Rocksteady y el escritor Paul Dini se quedaron sin elementos sorpresa y cualquier medio entendido de DC Comics puede anticipar el giro final.
Otro puntito bajo es que las batallas contra jefes son pocas y en algunos casos muy parecidas entre sí. Es cierto, hay unas tremendas, pero otras no tienen la misma fuerza y yo en lo personal esperaba que un juego “cinco veces más grande”, como aseguró Rocksteady, tuviera cinco veces más jefes. Y bueno, para los que tenemos subtítulos en español tendrán que acostumbrarse a los nombres que se usan como equivalentes, así que Bruce Wayne será Bruno Diaz, Joker lo traducen como el Guasón y Waynetch es Diaztech.
No supera al Asilo, pero es la batiseñal llama con fuerza
Más allá de estos detalles, Batman: Arkham City raya en la excelencia. El material en el que está basado es representado de manera fiel y divertida. El argumento, aunque no excelente, nos introduce al mundo del Hombre Murcíélago. El control es preciso y da gusto romper huesos y andarla haciendo de vigilante, la campaña no es tan larga como prometieron pero el contenido secundario te dará decenas de horas.
Rocksteady al final deja su propia marca en Batman: Arkham City, una marca que hasta el momento lo pone entre los mejores juegos de la actual generación y el segundo mejor título basado en el Murciélago. Y si pensabas que con tantos tráileres de villanos no habría más sorpresas en la galería de personajes de DC Comics, estás equivocado, quedan muchas y muy buenas.