A finales de 2009, Sherlock Holmes llegó a los cines en una de las películas más exitosas de aquel año. El filme dirigido por Guy Ritchie generó críticas en su mayoría positivas y fue catalogada como la mejor cinta basada en la popular obra de Sir Arthur Conan Doyle. Dos años después llega Sherlock Holmes: Juego de Sombras, con mucho más expectativa por parte de todos los que esperábamos que esta secuela cumpliera con el peso de ser una de las mejores películas de 2011.
Sherlock Holmes: Juego de Sombras | Reseña
Si vieron Sherlock Holmes, seguramente recordarán que detrás de todos los planes del malvado e ingenioso Lord Blackwood se encontraba alguien más, una persona de quien nunca sabemos nada ni vemos su rostro, pero controlaba todo para sacar el mejor provecho posible. Para ello envió a su espía Irene Adler (Rachel McAdams) a obtener información, deshacerse de Sherlock Holmes y servir como distracción en los eventos. Irene termina confesando que fue contratada por James Moriarty, una mente deductiva y brillante que podría compararse con la del mismo Sherlock.
Si no viste la primera película o no la recuerdas está bien (bueno, no tan bien porque ya conté varios spoilers). Sherlock Holmes: Juego de Sombras intenta recurrir poco a los eventos de la precuela y confía en sí misma para mantener por igual el interés de los nuevos y viejos espectadores, esta vez representando la lucha entre dos genios: el detective Sherlock Holmes (Robert Downey Jr.) contra el profesor James Moriarty (Jared Harrris).
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Sherlock Holmes: Juego de Sombras no se anda por las ramas y aborda inmediatamente la acción como gatillo detonador. No pasan ni cinco minutos cuando vemos a nuestro protagonista enfrascado en una pelea contra unos rufianes después de seguir a Irene Adler e intentar resolver una serie de misteriosas explosiones en edificios públicos. Irene ahora llevará un paquete especial al profesor Hoffmanstahl, y como es de esperarse, el paquete resulta ser una bomba.
Sherlock logra impedir la explosión y sale del lugar. Irene y Hoffmanstahl también huyen cada quien por su cuenta, pero el segundo es asesinado apenas saliendo del edificio donde se encontraba. Más tarde, la mujer se reune en un restaurante con el profesor James Moriarty para informarle de la situación, pero nuestro villano la mata al sentir que sus planes pueden estar comprometidos debido a que su espía está enamorada de su gran rival.
Así, sin miramientos, es como comienza Sherlock Holmes: Juego de Sombras, asesinando a la protagonista de la primera película durante los primeros minutos para que te des cuenta del calibre del maloso que es James Moriarty. No sólo es el hecho de que la mate, sino el control sobre la situación y el cómo lo hace: eficaz, inesperado y sin fallas.
Por otro lado tenemos al doctor Jonh Watson (Jude Law), quien está recién casado e intenta comenzar una nueva vida alejado de las andanzas de su época de detective. Sin embargo, las cosas no le serán tan fáciles, pues el profesor James Moriarty está dispuesto a atar todos los cabos sueltos, y uno de ellos es precisamente Watson. Su presencia es un peligro para sus planes, aparte de que es una manera de mantener su distancia sobre Sherlock.
A Watson no le quedará otra que ayudar a detener a James Moriarty, ya sea por gusto o por necesidad, pues Moriarty manda asesinar a la pareja cuando se dispone a ir a su luna de miel. Para salvar a su esposa, Watson tendrá que colaborar con Sherlock Holmes en lo que el detective ha llamado “el mayor caso de su vida”. Uno donde James Moriarty está asesinando estratégicamente a personas y creando caos en distintas ciudades para llevar un plan a gran escala que incluye armas, riqueza, conflictos entre naciones y, principalmente, demostrarle a Sherlock Holmes que existe alguien mejor que él.
Mycroft Holmes, Simza Heron y James Moriarty
Para Sherlock Holmes: Juego de Sombras los productores tomaron la acertada decisión de repetir con prácticamente todo el staff de la primera película, empezando por su director Guy Ritchie y terminando por cada uno de los actores, desde los protagonistas hasta los papeles menores. Si viste la primera parte, es como sentirte en confianza de que nada puede salir mal ya que conoces todo ese mundillo; si no la viste te sorprenderás de lo efectivo que es cada actor en el personaje que interpreta. En especial, Robert Downey Jr. y Jude Law poseen una química casi insuperable en pantalla y es difícil pensar en una cinta de esta franquicia sin ellos dos en los papeles estelares. Su sola presencia e interacción valen la pena para ver este filme.
Éste es uno de los puntos fuertes de la película. Cada personaje es una representación fiel y atinada de la visión de Sir Arthur Conan Doyle, así que Guy Ritchie tampoco se arriesgó haciendo demasiados cambios ni metiendo muchos personajes nuevos, aunque sí introduce algunos que encajan a la perfección en la historia de Sherlock Holmes: Juego de Sombras.
El primero de ellos es Mycroft Holmes (interpretado por Stephen Fry), hermano mayor de Sherlock que -por lo que se dice y podemos ver- tiene una capacidad deductiva incluso mayor que la de nuestro protagonista, aunque es más perezoso y resulta poco interesado en resolver los casos. Mycroft es un personaje que raya entre irónica seriedad y comedia, ayuda sin proponérselo a Sherlock y Watson, y sus intervenciones, aunque importantes, siempre traen a la pantalla algún elemento de comedia muy bien logrado.
Otra nueva aliada es Simza Heron (Noomi Rapace), una gitana a quien Sherlock Holmes rescata durante la despedida de soltero de Watson y que se volverá una valiosa ayuda para seguir a Moriarty por Europa. Noomi es una buena actriz y realiza justo lo que se le pide en esta película, desgraciadamente a veces siento que le pidieron muy poco a comparación del papel que desempeñó Rachel McAdams como Irene Adler en la primera cinta.
Finalmente, tenemos a James Moriarty, que como ya mencioné antes en la crítica, es el villano principal de la película, de intelecto, capacidad deductiva y habilidad de pelea a la par de Sherlock Holmes. Regresando un poco a la obra original de Sir Arthur Conan Doyle, Moriarty fue creado para un simple propósito: ponerle fin a la carrera de Sherlock Holmes, y sus novelas hacen constantemente referencia a él, aunque su aparición como tal se reduce a un par de historias. Conan Doyle pretendía darle un cierre adecuado a las aventuras del detective al combatir hasta el mero final a la mente criminal más brillante, ya que resolviendo ese caso, ninguno más se le compararía.
Sherlock Holmes: Juego de Sombras está basada ligeramente en El Problema Final, una de las historias cortas más célebres de Sherlock Holmes, y donde precisamente se da el esperado enfrentamiento entre Moriarty y el detective. Varias de las escenas y secuencias de la película son una adaptación fiel de esta narración (como la pelea en la cascada), para quienes se quejan de que Sherlock Holmes está lejos de ser el encarnado por Robert Downey Jr. Aunque también, para enfrentar a este Sherlock Holmes tan físico, lleno de malabares, piruetas y experiencia en combate, se tomaron la libertad de agregarle a Moriarty un ex campeonato de boxeo para estar más a al nivel de las habilidades de nuestro héroe.
Efectos especiales en el siglo XIX
Tenemos la fidelidad con la obra original, tenemos la historia, tenemos personajes interesantes, ¿qué más falta para hacer una película entretenida de Sherlock Holmes? ¿Efectos especiales?… En Sherlock Holmes: Juego de Sombras hay muchos efectos especiales y buena parte del interés en la película recae precisamente en los mismos… Y en saturar durante 129 minutos la pantalla de cine con todas las escenas especiales que salían a cuenta gotas durante la entrega original.
Cuando Sherlock planeaba en su mente toda la pelea por venir y visualizaba como ganar, cuando finalmente juntaba todas las pistas, las partes donde se disfrazaba, las escenas de acción y los chistes por aquí y por allá, todo eso lo retoma Sherlock Holmes: Juego de Sombras y lo multiplica por 100. Es difícil avanzar diez minutos en la película sin que haya alguno de estos elementos presentes, al grado de que lo que era algo especial en la precuela aquí lo verás continuamente. ¿Resulta algo malo? Para nada, todos admiramos los efectos especiales, las peleas espectaculares en el cine y las bromas bien logradas.
A esto le agregamos un mayor y mejor uso de los efectos creados por computadora, así como de varias secuencias físicas muy impresionantes. Podemos notar que las palabras slow motion no les dieron miedo a los creadores de Sherlock Holmes: Juego de Sombras y hay muchos momentos en gloriosa cámara lenta, desde grandes caídas hasta balaceras de metralleta y cañón mientras se desparraman en mil pedazos árboles y cuerpos por igual. Quizá de repente abusan más que Zack Snyder de la cámara lenta, pero nunca se siente cansada para el espectador. Las peleas, por su parte, están muy bien coreografiadas y son varias y mejor realizadas que en la primera película.
Los exteriores nuevamente están muy bien logrados. Da gusto ver representados paisajes y escenarios tan increíblemente diferentes de toda Europa, ya que Sherlock Holmes: Juego de Sombras llevará a nuestros protagonistas a recorrer diversos países mientras dan caza a Moriarty y sus planes.
La música de la banda sonora nuevamente fue orquestada por Hans Zimmer y es un deleite tanto fuera como dentro de la película, aunque en este caso da mayor vida y es el complemento ideal para cada una de las secuencias de este filme. Si por casualidad la ves doblada al español, tampoco hay problema, los actores del doblaje latino hicieron un trabajo excelente actuando e interpretando a sus contrapartes originales en papeles que rayan en la perfección.
Para concluir la crítica de Sherlock Holmes: Juego de Sombras, sólo queda mencionar que es una película redonda: ágil, explosiva, atascada, con actores entrañables y la combinación ideal entre acción y comedia. Varios podrán criticar que recurre demasiado al encanto visual y a las bromas en lugar de enfocarse en desarrollar una trama, pero cuando vas al cine y durante todo lo que dura el filme tienes una sonrisa de oreja a oreja difícilmente algo va mal.
En una industria donde los críticos se han acostumbrado a señalar negativamente a todo aquello que no cuente una historia, no te deje una enseñanza, no sea antisistema o que no huela a cultura, siempre es bueno ver una película como ésta, que nos recuerda que el cine en masa nació como medio de entretenimiento, y Sherlock Holmes: Juego de Sombras es una de las películas más entretenidas de los últimos cinco años, así de fácil.
1 comentario
Chida la reseña y la película ni qué decir, me encantó. Muy divertida 🙂