“Ágarrense que ahí les va su padre El Santos” dice una de las frases del protagonista de El Santos vs la Tetona Mendoza, y vaya que hay que agarrarse con todo de sus asientos para no caerse de la risa, pues esta película termina siendo no sólo la mejor producción animada del cine mexicano, sino una estupenda comedia que hace ver a Ted como un osito de felpa barato.
El Santos vs la Tetona Mendoza
Eso sí, tal y como reza su tráiler, cuando veamos El Santos vs la Tetona Mendoza hay que olvidarnos de todas las películas de caricaturas, de zombis, de narcos, de luchadores, de superhéroes, de guerra y de todo lo que quizás te venga a la mente, para darle la oportunidad a una cinta que mezcla con tino certero la parodia, la crítica política, los chistes ácidos, el humor negro, referencias a la cultura pop y el lenguaje florido mexicano.
Ciertamente, si eres de sangre puritana y oídos de atole, quizá parezca que El Santos vs la Tetona Mendoza no sea lo más indicado para ti, pero si has pasado el suficiente tiempo en las calles de México reirás y reconocerás toda clase de expresiones, no sólo vulgares sino graciosamente coloquiales, que a más de uno provocarán un ataque de risa.
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¿Y la trama? Pues estaba un día El Santos queriendo ayudar a los zombis de Sahuayo, cuando sin darse cuenta por sus acciones la población de estos seres empieza a crecer descomunalmente. La Tetona Mendoza -tórrido romance pasado de nuestro héroe- entonces le advierte que se tiene que deshacer de ellos y que premiará con un acostón a quien lo logre, ya sea a El Santos o alguien más.
Aquí entra a escena el viejo conocido de las historietas y némesis sin igual de El Santos, Peyote Asesino, quien tiene las negras intenciones de pedalearle la bicicleta a nuestro simpático y obeso personaje.
Obviamente las cosas no son tan simples como despachar zombis y ya, y el simple hecho de querer deshacerse de ellos ocasiona ya un montón de momentos chuscos, con El Santos y El Cabo preparándose para la guerra contra los no muertos. A esto le tenemos que sumar un montón de situaciones disparatadas que se van encadenando, pues pronto México se ve bajo el poder de un grupo de mujeres que intentan reeducar a los hombres mientras que el país se da cuenta que los zombis de Sahuayo eran un mal necesario.
De la mente retorcida de Jis y Trino
Jis y Trino, creadores de la tira cómica, junto a Andrés Couturier y Alejandro Lozano, directores de El Santos vs la Tetona Mendoza, idearon para esta animación una trama fuera de toda sencilla explicación, donde sin embargo la sociedad mexicana se ve reflejado en un cruel, pero siempre divertido espejo. Dirían algunos “el mexicano es el único que se burla de sus propias desgracias”, pero la manera en cómo se narran en este filme vuelve una misión imposible no reír ante las situaciones en pantalla.
Y es que el hilo argumental de El Santos vs la Tetona Mendoza es básicamente un chiste tras otro, una buena broma seguida de otra mejor, como en las tiras cómicas, donde no hay una sola situación que no se preste para realizar un chiste al respecto.
La buena noticia es que los creadores de esta comedia animada no se basaron únicamente en la clásica parodia político/social del país, sino que idearon una serie de pequeños e irreverentes homenajes a otro montón de cosas, desde películas como Escape a la Victoria y Rocky, cuentos infantiles como El Flautista de Hammelin, las narraciones de futbol de José Ramón Fernández y David Faitelson, la Rondalla de Saltillo y hasta series populares de anime en México como Supercampeones y Dragon Ball Z.
El Santos a todo color
Por su parte, el trabajo de animación de El Santos vs La Tetona Mendoza es de destacarse, con efectos de luces y sombras bien logrados, trazos y detalles que incluso rivalizan con las películas de animación tradicional extranjeras, aunque nunca perdiendo ni el toque original de sus creadores, ni el estilo clásico de “caricatura de periódico mexicano”. El estudio de animación Átomo Films se lució en este aspecto, incluso ayudando a la animación con efectos de profundidad por computadora sin que se pierdan los “trazos torpes” de nuestros personajes… y no es crítica, Trino continuamente le decía a los ilustradores “dibujen feo” refiriéndose al diseño de El Santos.
Las voces también son de primer nivel y para quienes pensaban que era una mala decisión cambiar el doblaje de las antiguas cápsulas de El Santos transmitidas por Locomotion, se equivocan; Daniel Giménez Cacho, José María Yázpik, Héctor Jiménez, Regina Orozco e incluso Guillermo del Toro (como el Gamboringo Punks), entre varios más, dan tanta vida a El Santos vs la Tetona Mendoza que dan ganas de sentarte a tomar una cerveza con ellos.
Otro detalle que me agradó en demasía es el uso al máximo de la “mitología” de El Santos, ya que aunque la película está enfocada al público adulto en general, contiene montones de guiños, referencias y personajes que harán rodar una lagrimita de emoción a todos los seguidores de la tira cómica desde los tiempos de El Chamuco. Los personajes son tantos que sería imposible describirlos a todos, pero prácticamente todo el universo de El Santos está presente en la película, con algunos invitados especiales como los ladrones de la tira cómica Policías y Ladrones.
¿Peros? Sí, algunos. El Santos vs la Tentona Mendoza no es perfecta y nunca pretende serlo. Hay ciertos momentos en que se nota que a pesar de su estreno en cines comerciales es casi una película de autor, donde sus creadores decidieron poner en pantalla exactamente todo lo que alguna vez pensaron que querían poner, sin detenerse a pensar si sería divertido para el espectador.
Por ejemplo, el grito de “chichis pagüer” se siente excesivamente gastado para la décimo novena ocasión que lo escuchas, sin contar algunas situaciones cansadas que no tienen ningún sentido aún dentro de la lógica ilógica de El Santos, como una especie de guerra bacteriológica que tienen en un laboratorio de Sahuayo.
Pero sin duda, el mayor “pero” del filme es la entrada con calzador que le dieron a Elena Poniatowska para aparecer a cuadro unos segundos: burda, innecesaria, rompiendo con el ritmo narrativo y asesinando el chiste precedente. Esta simple tontería basta para bajarle medio punto.
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Aún así, si tu pregunta es “¿tengo que ir a verla?”, la respuesta es sí. Si creciste leyendo en distintas etapas las historietas de Jis y Trino, es tu obligación salir corriendo a comprar un boleto de cine si es que no lo has hecho. Si no estás muy familiarizado con el personaje, pero te gustan cintas mexicanas como Matando Cabos, este será tu veneno. Si no te gusta el cine mexicano ni los personajes mal hablados, aún así tienes que ir a verla, El Santos vs la Tetona Mendoza es casi un producto universal aque agradará incluso a los más incrédulos a pesar de lo vulgar y arrabalero que pueda llegar a ser, otorgándonos varios de los minutos de desmadre más carcajeable del año por sólo un boleto de cine.
1 comentario
En contraste: http://www.ustream.tv/recorded/27538076