Estrenada originalmente en México durante el Festival Internacional de Cine de Morelia, Argo llega también a la cartelera comercial con un número limitado de copias. La película, dirigida y estelarizada por Ben Affleck, narra la historia de un grupo de diplomáticos atrapados en Irán durante la Crisis de Rehenes, entre noviembre de 1979 y enero de 1981.
Argo
Cual Caballo de Troya, así fue la iniciativa para rescatar a un grupo de trabajadores de la embajada estadounidenses atrapados en Terán, la capital iraní, usando como moderno carcel la máscara de la filmación de una falsa película de ciencia ficción que llevaría el nombre de Argo.
Tras sendos movimientos en la política y el gobierno de Irán, el shah Mohammad Reza Pahlavi huye del país tras ser derrocado por la revolución local y es acogido por Estados Unidos. El pueblo iraní, irritado por este gesto, exigió al gobierno norteamericano que deportara al ex gobernante para ser juzgado por las leyes de su país, bajo las cuales seguramente terminaría colgado en alguna plaza.
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Como era de esperarse, los reclamos nunca hicieron eco real en Estados Unidos que se negó a entregar a Reza Pahalavi. Sin embargo, la exaltación en Irán iba en aumento y se estaba volviendo una olla de vapor: las manifestaciones públicas contra EU y sus aliados se desbordaron y no tardó mucho para que un grupo de hombres armados irrumpiera la sede de la embajada norteamericana, tomando presos a cientos de ciudadanos estadounidenses.
Un pequeño grupo de seis diplomáticos pudo salir poco antes del edificio y se refugiaron en la casa del embajador canadiense; un respiro apenas plausibles, pues en realidad estaba atrapados dentro de un país que los buscaba por aire y tierra, sin posibilidad alguna de volver a casa o siquiera salir a las calles por el temor a que los lincharan. Si bien su gobierno estaba en pláticas para liberar a los más de 400 rehenes atrapados en la Embajada de Estados Unidos, se volvía una prioridad poner a salvo a los seis diplomáticos fugitivos, pues eran quienes corrían el mayor riesgo de ser asesinados.
La operación de rescate no se vislumbraba fácil sin iniciar un conflicto de mayor escala. Tony Mendez, un agente de la CIA, tiene finalmente la idea de introducirse a Irán como parte de la filmación de una falsa película. El Ministerio de Cultura de Irán les permitiría entrar y salir del país, siempre y cuando todo el teatro que montaran alrededor de la misma hiciera parecer que se trataba de una producción real.
Una historia que tiene todos los elementos de una cinta de acción hollywoodense, pero que increíblemente se basa en un capítulo verídico en uno de los momentos más álgidos entre las relaciones de estos dos países. Argo es no sólo la narración de un heroico rescate -como muchos pudieran suponer- sino todo el montaje detrás de crear una producción ficticia, que engañara por primero de cuentas a los propios estadounidenses.
Ben Affleck y su Argo de Troya
Como se puede anticipar, Argo es más que nada un thriller dramático, aunque Ben Affleck no perdió la oportunidad para salpicarlo de comedia y sátira, que logran aligerar una experiencia que se vuelva tensa por momentos. Están los momentos con un toque de humor en la meca del cine, Hollywood, y otros con el dramatismo a tope cuando regresamos a la fría realidad de Terán. El actor y director logró con esta combinación un ritmo narrativo sorprendente y la cinta fluye como tomarse un vaso de agua: directa y sin contratiempos engorrosos.
Ben Affleck se colocó a sí mismo en el papel del protagonista, el agente Tony Mendez, quien se encarga no sólo de idear el inverosímil rescate, sino de llevarlo a cabo. Bryan Cranston, John Goodman, Alan Arkin, Tate Donovan, Clea DuVall, Christopher Denham, Scoot McNairy, Rory Cochrane y Kerry Bishé complementan los papeles estelares, interpretando a productores de cine embarcados en este riesgoso proyecto y al grupo de embajadores refugiados.
Si bien Argo no cuenta con una lista de actores AAA, la inclusión de algunos nombres jala taquilla como Ben Affleck, viejos conocidos como John Goodman y actores de bajo de perfil cumple con su cometido, logrando un delicado balance entre buenas interpretaciones y caracterizaciones que se mantengan fieles a los personajes de la vida real (quédense a los créditos para ver el notable parecido).
Y la caracterización es algo que logra de sobremanera esta película, no sólo en los actores, sino en la época que representa, con una década de los 70 pulsante y a tono, que nos pone siempre en un contexto muy certero de lo que se transpiraba en aquellos días. La recreación de los disturbios en Irán y las manifestaciones de respuesta en la Casa Blanca son sorprendentemente realistas y atinadas (nuevamente, quédense a ver los créditos para más detalles).
Vaya, incluso Argo nos recuerda al cine de otra época, menos efusivo, menos frenético, menos balas, enfocado más en el hilo narrativo que en el grado de espectacularidad de sus escenas. Ben Affleck logró apretar la tuerca del suspenso en los momentos clave, haciendo que el público apriete los dientes y sienta la desesperación del momento sin la necesidad de mil efectos especiales salpicando una pantalla en 3D.
A pesar de que por momentos no se sale del clásico esquema de las películas de este tipo -presentación del problema, planeación de la estrategia, ejecución del rescate-, creánme, la forma en cómo se aborda esta historia cautiva y atrapa como pocas películas lo han logrado en los últimos años. La historia, actuaciones, narrativa, dirección y la recreación de la época son dignas incluso del Oscar. En resumidas cuentas, Argo es un peliculón y demuestra también que como actor, Ben Affleck es un gran director, que alejado de los roles en que normalmente se encasilla tiene mucho que ofrecer en materia creativa.
1 comentario
Excelente película, lo más impresionante para mí es la caracterización y lo increíblemente bien lograda que resultó Argo. Disfruté mucho la película y los nervios me invadieron al momento en que Ben Affleck intentaba sacar a los diplomáticos de Irán :p