Búsqueda Implacable fue todo un suceso en cines en 2008. Con una inversión de apenas 25 millones de dólares, fue catalogada como una de las mejores cintas de acción del año y su éxito se vio reflejado en las taquillas obteniendo en ingresos más de diez veces el presupuesto empleado en su producción. Aunque no se veía venir, recién aterrizó en cines Búsqueda Implacable 2, ¿vale la pena verla o cumple esa frase de “segundas partes nunca fueron mejores”?
Búsqueda Implacable 2
Bienvenido al mundo de las secuelas innecesarias. Sí eres como yo, uno de los millones de fanáticos que quedó deleitado tras ver la original Búsqueda Implacable, seguramente lo último en lo que pensaste es en qué pasaría después, ya que la película cerraba la historia de manera auto conclusiva después de un trepidante rescate.
Pero tengo que reconocerlo, cuando me enteré que se iba a estrenar este año Búsqueda Implacable 2 y cuando por fin pude ver el tráiler, no me detuve a pensar si la segunda parte tenía cabida o no, simplemente la expectativa se alzó como la espuma y prácticamente contaba los días para poder ver el regreso a escena del implacable Bryan Mills (Liam Neeson).
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En Búsqueda Implacable 2, nuestro ex agente de la CIA favorito enfrenta una nueva amenaza contra su familia, ya que los parientes de la banda de secuestradores a los cuales mató durante la primera cinta buscan venganza y aprovecharán un viaje de Bryan a Estambul, Turquía, para intentar secuestrarlo a él, a su hija y a su ex mujer.
Si uno se pone a pensar, la idea detrás del largometraje carece de originalidad o siquiera de una justificación válida, pero el adelanto en video te ponía las cosas en una proporción épica y se antojaba difícil evitar la tentación de ir a ver cómo termina todo. Pues te lo puedo adelantar, termina mal.
Búsqueda Implacable 2 no es ni tanta búsqueda ni tan implacable. Contrario a su primera interpretación, Liam Neeson ya no encarna a un padre desesperado reuniendo pistas mientras intenta dar con el paradero de su hija, Kim Mills (Maggie Grace), sino que en esta ocasión prácticamente tiene un GPS en la cabeza que lo pone siempre en la ubicación correcta.
Nada de búsqueda ni rastreo, cero investigación y casi siempre con un control remarcado de la situación, por lo tanto queda poco o nada de la sensación de desesperación que impregnaba el filme original.
Taken 2, ni tanta búsqueda ni tan implacable
Búsqueda Implacable 2 tampoco es tan implacable, los maleantes en esta ocasión son más carne de cañón que otra cosa y no pueden hacer absolutamente nada bien. Pareciera que Bryan Mills camina por un videojuego de disparos en la dificultad más baja y con salud infinita. Cuando ves que el “jefe final” es el actor más chaparro de la película ya ni te dan ganas de saber quién gana o cómo termina el enfrentamiento -aunque todos sabemos quién saldrá victorioso, pues-. Y no es que la última batalla no tenga algunos buenos intercambios de cachetadas, sino que el villano en cuestión deja claro que todo fue hecho al aventón, comenzando por el casting.
Si retrocedemos un poco en la historia, incluso podemos notar que el pretexto de la sed de venganza está fuera de lugar: nunca se especifica cómo supieron quién mató a sus familiares, cómo procedieron para encontrar al ex agente y peor aún, todo indica que ni siquiera estaban vinculados con la mafia de secuestradores de la primera cinta. Así que la simple motivación de “voy a secuestrar y matar a tu familia para que sufras como yo sufrí” se siente vacía e inoperante. Igual de inoperante que parecen estos improvisados secuestradores, que rara vez meten las manos.
La lista de incomprensibles no sólo acaba ahí. De alguna manera, los malosos de Búsqueda Implacable 2 localizaron más fácilmente a Bryan en Turquía que en su hogar, y no sólo eso, sino que fueron capaces de anticipar el viaje sorpresa de su familia, algo de lo que ni siquiera estaba enterado el propio agente (en ese caso era más fácil agarrarlos antes de que hicieran contacto con él).
Y no es todo. Algo que seguramente todos adoramos de la primera entrega fue la narrativa, que combinaba trepidante acción con una trama sencilla, pero siempre sorpresiva. La búsqueda de Bryan por su hija estaba entretejida finamente con las operaciones de una peligrosa banda de traficantes de mujeres, sobre todo de menores de edad, y cada nueva pista no sólo nos acercaba más a Kim Mills, sino que desnudaba todo el tinglado en el cual estaban inmiscuidos importantes nombres.
En cambio, en Búsqueda Implacable 2 no hay más trama que la que nos muestra el tráiler. El director, Oliver Megaton, tomó una equivocada decisión al creer que simplemente atascar de escenas de acción complementaría esta falta, y lo que logra es que estas secuencias se sientan encajadas a la fuerza y muchas veces de manera absurda.
¿Ejemplos? Bueno, la hija, ha fallado continuamente su examen de manejo, pero eso no le impide que en persecuciones en autos a alta velocidad atravesando las súper estrechas calles de Estambul maneje como un auténtico piloto de la Fórmula 1. Los carros explotan sin razón y el juego del gato y el ratón termina hasta dando risa cuando ves que el vehículo en el que viajan nuestros protagonistas termina sólo con un cristal roto y algunos raspones, mientras que los actores ni se despeinaron. Otro caso que me dejó pensando, es que muy a la McGyver, el agente Mills puede calcular la posición donde se encuentra “secuestrado” gracias al sonido de una granada que escucha por teléfono (no le encontré ningún sentido a eso, ni con matemáticas).
Las actuaciones también están en un nivel risible, exceptuando, claro, la de Liam Neeson, pero la hija, la ex esposa y los villanos son apenas aceptables, todas acentuadas por un excesivo uso de diálogos torpes y por el pobre manejo de los personajes: Lenore (Framke Janssen), la ex esposa, sólo grita, llora y aunque acaba de separarse de su más reciente esposo, le da su beso de buena suerte a Bryan cuando comienza la operación secuestro; Kim, la hija, es una extraña combinación de torpeza andante con la frialdad de Bourne; y Murad Krasniqui, (Rade Šerbedžija) el líder de los secuestradores, aparece muy poco y siempre toma las peores decisiones, como llevar a la familia secuestrada hasta Albania (en lugar de matarlos en el momento o ahí cerca), y encerrar a Bryan en un enorme bodegón sin vigilancia cercana (sabiendo que él solito despachó a toda su familia unos meses antes).
En pocas palabras, Búsqueda Implacable 2 es un flojo y cínico intento por aprovecharse del buen nombre de la primera película para entregarnos una cinta de acción genérica. La trama es vacía, la acción no tiene sentido y las actuaciones brillan de mediocres, por si fuera poco, la sensación de desesperanza y el suspenso que nos movieron en el filme original nunca aparecen.
Si viste la primera Búsqueda Implacable mi consejo es que te esperes a que pasen Búsqueda Implacable 2 por la televisión, si no la viste, te recomiendo que vayas a tu videoclub o tienda favorita y la consigas en lugar de perder tu tiempo y dinero con la secuela.
2 comentarios
El cálculo lo hace considerando la velocidad del sonido y los segundos que tarda en llegar el sonido, desde que él lo escucha por el celular. Asi determina el radio en el que se encuentra su hija, fisica clasica basica, MRU para ser más especifica.
Determinar el radio en qué se encuentra basado en el sonido de la granada es factible. Calcular la dirección y situación exacta bajos las condiciones en las que estaba no lo es tanto; de hecho el director Oliver Megaton comentó que esta escena tenía "detalles" con el dibujo de los tres círculos, pero que era "ilógico buscarle la lógica" exacta a todas las películas.